"Mezclando
diferentes movimientos artísticos se
puede crear en realidad una arquitectura muy
interesante y original".
El
proyecto de Zaha
Hadid coquetea con un edificio proyectado
por Frank Lloyd Wright hace ya medio siglo. La propuesta
surge de un riguroso estudio del entorno natural y
construido, y los flujos circulatorios.
El
primer paso para la elaboración de este proyecto
fue una exploración rigurosa del entorno urbano
y el terreno natural. En este caso se comenzó con
un estudio de la trama de la ciudad de Bartlesville, considerando
las distintas modalidades de circulación a través
de la ciudad (peatonal, automotor, autopista y viaducto),
y luego se superpusieron los ejes que regulan la Price
Tower. Otros patrones, en un sentido más convencional,
fueron explorados, incluyendo la intervención de
Frank Lloyd Wright y la pisada de la propia Price Tower.
El
efecto acumulativo de estos elementos finalmente es lo
que origina la estructura del nuevo edificio. El edificio
no es impuesto en el lugar, aunque acorde a la filosofía
de Frank Lloyd Wright, resulta de los patrones que surgen
del sitio. El nuevo edificio no será intimidado
por la torre proyectada por Wright, ni tampoco relegada
por ella, en cambio coqueteará con él, como
una envoltura, plegándose alrededor de él,
mediante una silueta tendinosa y sensual que acentue la
marcada verticalidad de la arquitectura de Wright. Los
dos edificios, con medio siglo de diferencia en su construcción,
se ajustarán conjuntamente el uno al otro, conectados
por sus origenes compartidos en ubicación y propósito.
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