"Moldeado
con precisión matemática".
Este
proyecto de Zaha Hadid gana una competencia
internacional en 1999. Definido por la propia arquitecta
como un híbrido orgánico, mezcla de torre
y de puente, este edificio se erige como una serpiente
sigilosa en el agreste horizonte de Innsbruck.
En
diciembre de 1999 el estudio de arquitectos Zaha Hadid
gana la competencia internacional para construir una nueva
pista de salto de esquí en la montaña Bersigel,
ubicada en Innsbruck. La nueva estructura fue inaugurada
en el 2002. Situada en la montaña Bersigel, mirando
desde lo alto hacia el centro de Innsbruck, la pista de
salto de esquí es un hito trascendental.
La
pista es parte de un gran proyecto de renovación
de las instalaciones olímpicas y reeemplaza
la vieja pista de salto, la cual ya no cumplía
con los estándares internacionales. El edificio
es un híbrido entre requerimientos deportivos
altamente especializados y espacios públicos,
incluyendo un área gastronómica y una
terraza mirador. Estos diferentes programas fueron
combinados en una única y nueva forma, la cual
prolonga la topografía de la ladera hacia el
cielo.
Con
un largo de aproximadamente 90 metros y una altura
de casi 50 metros la construcción es una combinación
de torre con puente. Estructuralmente está dividido
en una torre vertical de hormigón armado y una
estructura metálica tridimensional -mezcla de
puente y torre- que integra la rampa con el restaurant.
Dos ascensores conducen a los usuarios hacia el área
gastronómica, elevada 40 metros sobre la cima
de la montaña Bersigel. Desde allí se
puede observar el circundante paisaje alpino así como
también a los atletas deslizarse por encima
del horizonte de Innsbruck.
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