"Las
etiquetas no significan demasiado".
De
esta forma responde Zaha Hadid, al
preguntársele si se considera un exponente destacado
del movimiento desconstructivista, quien además
confiesa que le resulta bastante difícil autodefinir
su trabajo. Así explican
el proyecto los integrantes del estudio:
Comenzamos
nuestro proyecto con un estudio total del sitio en
que se implanta la fábrica. Nuestra intención
fue emplazar los elementos del proyecto de manera tal
que no se perdiera entre los enormes tinglados de las
naves que conforman la fábrica. También
utilizamos estos elementos para estructurar el sitio
entero, dando identidad y ritmo a
la calle principal que corre a través del complejo.
Esta
calle, que parte del museo de la silla hacia al otro
extremo del sitio
en que se emplaza la fábrica, lugar en donde actualmente se localiza el
cuartel de bomberos, fue concebida como una zona ajardinada longitudinal, como
si fuera la extensión artificial de los patrones lineales de los campos
agrícolas y viñedos adyacentes.
De
esta forma, en vez de diseñar el edificio como
un objeto aislado, fue desarrollado como el borde
externo de esta zona ajardinada: definiendo
el espacio, antes que ocupando el espacio. Esto
fue logrado mediante la disposición del programa
en forma estirada, en un largo
y estrecho edificio al costado de la calle que
marca el borde de la fábrica. El espacio -definiendo
y acomodando las funciones del edificio- fueron
el punto de la partida para el desarrollo del concepto
arquitectónico: una serie
lineal y estratificada de muros.
El
programa del cuartel de bomberos reside en los espacios
entre estas paredes, que se perforan,
inclinan y quiebran según los requisitos funcionales.
El edificio es hermético desde una lectura frontal, revelando
los interiores solamente de un punto de vista
perpendicular. Así,
al pasar a través de los espacios del cuartel
de bomberos, uno percibe visuales fugaces
de los enormes y rojos coches de bomberos. Sus líneas
de desplazamiento están delineadas en el asfalto.
De forma semejante, los ejercicios de práctica
de los bomberos están delineados en el terreno,
una serie de notaciones coreográficas.
El
edificio entero es movimiento, congelado. Esto
expresa la tensión de
estar en la alarma, y la potencialidad de estallar
en la acción en todo momento. Las paredes
parecen deslizarse unas a otras más allá,
mientras que las grandes puertas corredizas constituyen
literalmente una pared móvil.
Todo
el edificio está construido con hormigón
armado in situ y terminación a la vista. Se
le prestó especial atención a la agudeza
de las aristas. Cualquier agregado como los bordes
de la cubierta o revestimientos, fueron evitados en
cuanto distraen de la simplicidad
de la forma prismática y la calidad
abstracta del concepto arquitectónico.
Esta misma ausencia de detalle se
advierte en los aventanamientos sin marcos, los extensos
planos corredizos que cierran el garage y el tratamiento
de los espacios interiores, incluyendo el diseño
de la iluminación.
"Siempre
es difícil autodefinir la obra de uno mismo
y quizá más aceptar plenamente las
definiciones que pueden hacer los demás de
tu propio trabajo, pero me parece que -geometría
fragmentada y movilidad fluida- aciertan bastante
con lo que yo hago. Podríamos decir que, en
mi caso, existe una fluida organización del
esquema" (Zaha Hadid)
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