-El
jurado del premio define su arquitectura como "geometría
fragmentada y movilidad fluida". ¿Está de
acuerdo?
ZH: "Siempre es difícil autodefinir
la obra de uno mismo y quizá más aceptar plenamente
las definiciones que pueden hacer los demás de tu propio trabajo,
pero me parece que las palabras que ha utilizado aciertan bastante
con lo que yo hago. Podríamos decir que, en mi caso, existe
una fluida organización del esquema".
-Desde que se creó el premio Pritzker, con un galardón al norteamericano
Philip Johnson en 1979, cada año la distinción ha ido a parar
a un hombre. ¿Qué le parece ser la primera mujer en esta lista
de 26 nombres masculinos?
ZH: "No sé por qué hasta ahora
no se ha premiado a ninguna mujer. Es un poco curioso ser la primera
mujer que gana el premio. Creo, en cualquier caso, que tributar
el reconocimiento a una arquitecto hará que sea más
fácil para las mujeres trabajar en la arquitectura".
-Siempre ha reconocido su admiración hacia Oscar Niemeyer,
ganador del Pritzker en 1988.
ZH: "Admiro a Oscar Niemeyer, cuya tradición
me ha influido bastante. Cuando estaba en la Universidad, no obstante,
me influyeron otros arquitectos. Mezclando diferentes movimientos
artísticos se puede crear en realidad una arquitectura muy
interesante y original. Las influencias recibidas son como un compuesto
al mismo tiempo del pasado y del presente".
-Además de concebir edificios, usted se dedica también al diseño
de interiores, con obras como la que está preparando para el Hotel
Puerta América de Madrid. ¿Es diferente ocuparse de un interior
que abordar la estructura de un edificio?
ZH: "La diferencia quizá radique en
que se utiliza un material diferente. Pero ambas cosas se pueden
conjuntar en un mismo espacio e incluso un mismo creador puede
llevar a la práctica las mismas ideas en el diseño
interior y en la arquitectura. Se trata, en realidad, de diferentes
capas de complejidad, pero tanto uno como otro, son movimientos
que al fin y al cabo comparten las mismas ideas, aunque ciertamente
llevadas a cabo de distinta manera".
-Interiorismo, diseño de mobiliario, muchos edificios de moderadas
dimensiones... Aunque también ha realizado grandes estructuras, ¿es
usted más bien una arquitecto de contenidas proporciones?
ZH: "No deseo encuadrarme en una escala determinada,
en un tamaño de arquitectura. Efectivamente, he hecho cosas
más simples, como diversos pabellones, pero a la vez he
demostrado ser capaz de construcciones más complejas. Creo
que lo importante es transitar por una variedad de escalas, de
lo grande a lo pequeño, desde lo más minimalista
al gran volumen".
-Usted ha participado en innumerables concursos para la realización
de proyectos emblemáticos. ¿Cree que la elección del
ganador se realiza en función de la calidad de un proyecto o pesa
más que lleve la firma de un arquitecto especialmente reconocido?
ZH: "Le contesto desde el otro lado del planteamiento.
Creo que es incorrecto que se juzgue a un arquitecto en función
de los concursos que ha ganado. Me parece que lo más importante
es que un arquitecto mejore los estándares ya impuestos
y que en el concurso se imponga el mejor proyecto, el diseño
de más calidad. Pero he de decir que no siempre ocurre de
esa manera".
-La reconstrucción de la Zona Cero de Nueva York se ha convertido
en un escaparate de la arquitectura que se está haciendo en el mundo. ¿Qué le
parece el conjunto que se va a llevar a cabo?
ZH: "La planificación de la Zona Cero
se debía de haber realizado de otra manera, el espacio debería
de ser mucho más abierto. Creo que al final se presentaron
cinco proyectos muy interesantes. Eligieron uno y ahora en realidad
va a llevar a cabo otro. No es que cuestione esto, porque en realidad
el primero no me parecía correcto. Pero me parece que todo
el proceso debía de haber funcionado de otra manera: elegir
a un ganador para que él llevara a término un plan
director de toda la Zona Cero".
-En estos momentos está trabajando en tres proyectos para España:
un complejo de cines en Barcelona, un plan director para el distrito de Zorrozaurre
de Bilbao y el diseño interior del Hotel Puerta de América
de Madrid. ¿Tiene más proyectos españoles a la vista?
ZH: "Por el momento no, pero me gustaría
en el futuro seguir haciendo cosas en España".
-Uno de los ganadores del Pritzker fue el español Rafael Moneo, que
lo obtuvo en 1996. En estos momentos, quizá el arquitecto español
con más actuaciones internacionales de renombre sea Santiago Calatrava. ¿Con
cuál de ellos dos se identifica más?
ZH: "Me gustan tanto los proyectos de Rafael
Moneo como los de Santiago Calatrava. Pero veo a Calatrava más
como un brillante ingeniero que como un arquitecto, y creo que
su trabajo de ingeniería es muy brillante. Conozco muy bien
la obra de Moneo, porque él era miembro de la Junta Directiva
de Harvard durante el tiempo en que yo estuve enseñando
allí. En cualquier caso, aunque el trabajo de uno y de otro
sea muy diferente admiro la obra de los dos".
Artículo
en la web: www.abc.es /
versión original en Reuters