Espacio N° 33
Patio del
Bicentenario
"Lo nuestro, presente infinito"
Estudio Diana Estévez
A nivel espacial, el patio funciona como expansión
del loft por un lado y por el otro como acceso
y expansión
de la sala del bicentenario.
Es netamente asimétrica la relación con
el edificio, sin embargo tiene un fuerte nexo que le
da unidad: la línea del tiempo.
El sentido de
la circulación es el mismo sentido del eje
temporal marcado por los espejos enfrentados que generan
un
reflejo infinito y en ese reflejo se ven varias cosas.
Por un lado el propio reflejo del observador que
viene de un pasado cargado de historia y cultura, y
un futuro
pleno de posibilidades y la identificación con
las cosas nuestras.
En ese reflejo se superponen los
objetos, las flores, el verde con los mosaicos blancos
de la guarda pampa que se pixela y suben desde la pacha
mama para fusionarse formando los colores patrios sutilmente.
Esta fusión se logra gracias
a la urdimbre
del tejido histórico, apoyada sobre lo construido
antiguamente y heredado (pared fundacional)
por un lado, y lo nuevo, lo que viene, por
el otro.
La sectorización transversal, se crea mediante
la realización de tres fajas pampa en el piso,
con mosaicos calcáreos en los colores clásicos
blanco, rojo y negro.
La elección de este
símbolo se debe a que es un elemento que surge
en las culturas originarias, lo adopta posteriormente
el gaucho y termina siendo hoy en día casi un
diseño "trillado", aunque no ha
perdido su fuerza y representatividad.
El rojo, otro
color patrio que no se recuerda habitualmente, está presente
para que no olvidemos las voces del interior del país,
y pensar a la Argentina más allá del área
metropolitana de Buenos Aires.
El rojo es el color
del árbol nacional (el ceibo) y aparece en todas
las "pilchas" de los hombres de campo,
de los granaderos a caballo y de las culturas originarias.
Por último, cerca del espacio de arte
del bicentenario,
una escultura bien nuestra juega con los espejos a
trascender el tiempo con su reflejo eterno.
En cuanto a los elementos vegetales, se encuentran
tapizando los muros en forma de jardines
verticales.
Estos jardines están empezando a difundirse
en las ciudades por el valor agregado que otorgan a
los edificios en cuanto al aislamiento acústico,
ahorro de energía en refrigeración y
calefacción, el aporte de oxígeno fresco
a sus habitantes en forma permanente, disminución
de las superficies impermeables y reflectantes de la
radiación solar (disminuyen el calentamiento
en las ciudades) y como si fuera poco son de una belleza
abrumadora.
En este caso aportan además la revalorización
de la flora autóctona, utilizada de otra forma,
y al verde se suman los colores alegóricos que
acompañan al resto de la intervención.
Uno de estos jardines se transforma en huerta para servir al loft, que puede darse este lujo en plena
ciudad.
Los sponsors de este espacio son
Patagonia flooring (deck en Rosewood),
Alba y
Redimat.
El Espacio N° 33:
Patio del Bicentenario "Lo nuestro, presente infinito" de
Estudio Diana Estévez ha recibido la Medalla de Plata de Paisajismo
Mercedes Malbran de Campos (ampliar).
Más
información sobre el/los autor/es del espacio, Casa FOA
y plano de la muestra
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