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Casa FOA 2010 tendrá lugar este año en
un predio ubicado en el casco histórico de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El mismo se encuentra
emplazado en un entorno destacado por el valor de la
arquitectura circundante. Se trata del edificio de Defensa
269 entre Alsina y Moreno.
Defensa es una calle aún empedrada cuyo trazado
pasa por los barrios más antiguos de Buenos
Aires: Monserrat, San Telmo y se extiende
hasta Barracas. Desemboca luego en Plaza de Mayo, antigua
plaza mayor
de la ciudad. Dicha calle obtuvo su nombre en 1849
en homenaje a la defensa de Buenos Aires en las invasiones
inglesas.
En la misma cuadra del edificio se encuentran
otros de gran valor histórico y arquitectónico
como son La Casa de los Querubines (1894) donde actualmente
funciona el Museo de la Ciudad y en la esquina con la
calle Alsina, está ubicada la Farmacia La Estrella.
Cruzando dicha calle se conserva la antigua casa de Altos
de Elorriaga (1820) donde existe una de las pocas esquinas
sin ochava que perduran en la ciudad. En la vereda de
enfrente del edificio está emplazada la Iglesia
de San Francisco y Parroquia de San Roque construida
en 1751 por la orden franciscana con su imponente cúpula
que se visualiza desde la terraza del edificio.
El edificio
reúne por su estilo ecléctico
y su valor histórico un exponente muy interesante
donde Casa FOA desarrolla la XXVII exposición.
Este año, la muestra se suma a la conmemoración
del Bicentenario de nuestra Patria.
El
edificio: proyecto Casa FOA
El edificio data
del año 1914 y constituye un
valioso exponente de la arquitectura clásica de
Buenos Aires de esa época. Su fachada y su tipología
de patio central son los rasgos destacados por el área
de Protección Histórica del Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires como valores a preservar. El
proyecto de remodelación y restauración
del mismo esta a cargo del estudio del Arq. Daniel
Silberfaden
y la desarrolladora G.O. Real State.
El mismo consta de dos volúmenes:
uno antiguo hacia el frente y otro contemporáneo, separados
entre sí por un patio en planta baja. El edificio
cuenta hacia el frente con una fachada
histórica.
Por otra parte el contrafrente copia las proporciones
de las ventanas pero con una expresión de diseño
contemporáneo en un juego de convivencia de épocas.
Detrás de ese edificio histórico, atravesando
un patio con muros de ladrillo antiguo de
los comienzos del 1900, se ubica el volumen vidriado de
las oficinas futuras. La muestra tomará en su
recorrido la totalidad del edificio antiguo (1º,
2º y 3º piso)
y la planta baja con los dos patios del sector de oficinas.
La superficie total de la exposición es de 2300
m2 entre ambos edificios.
La construcción antigua cuenta con una disposición
de claustro, alrededor de un patio con
una claraboya central alrededor del cual se
desarrollan los espacios a decorar hacia el frente y
el contrafrente. Esto resulta
un recorrido óptimo para la distribución
de los mismos, cuyas superficies varían entre
los 45 y 60 m2.
El acceso a la exposición se realiza por Defensa
269. El público ingresa primero al sector de la
boletería, a través de las antiguas puertas
de madera originales. Luego comienza el recorrido interior
por los espacios de decoración ingresando al hall
de acceso. En el mismo se rinde un homenaje al
Bicentenario a través de los elementos que conforman la propuesta
decorativa. Tapices antiguos, arañas de plata
de diseño de autor, objetos y antigüedades
de época serán el marco que recibirán
al visitante.
El recorrido continúa hacia el primer
piso a
través de la escalera empapelada con un creativo
diseño aplicado en las paredes o, por el ascensor,
que permite el acceso de todos los visitantes.
En el
centro de la planta del primer nivel se ubica el Patio
del Encuentro. Dicho espacio, que
constituye el lugar central de ese edificio, está ambientado
como homenaje a uno de los célebres escritores
argentinos, Manuel Mujica Lainez, en el centenario de
su nacimiento. El arpa de metal lateral que abarca los
tres niveles superiores circunscribe el perímetro
de circulación. Sobre uno de los muros se ubica
una gran biblioteca de metal donde se sintetiza la obra
del escritor. En el centro del espacio se desarrolla
un cubículo de troncos de madera clara que conforma
el espacio de lectura.
En el primer y segundo piso se
ubican espacios con temáticas
variadas, muchas relacionadas con la vivienda: estar,
comedor, cocina, dormitorios, cuartos de niños,
comedor diario, escritorio y otros. Existen otras propuestas
como un Spa en casa, o una Cava de
vanguardia que invita a una experiencia de sabores, colores
y olores inolvidables. También se podrán
ver variadas y novedosas propuestas de cocinas con todas
las tecnologías a disposición del público
gourmet.
En muchas de las ambientaciones, el visitante
encuentra un homenaje al Bicentenario expresado a través
del arte, los símbolos, los materiales y lo autóctono.
Otros decoradores optaron por propuestas de lofts
o studios, algunos de ellos cuentan con un entrepiso.
Además este año se convocó a un
concurso para la Beca Casa FOA destinada a arquitectos
y decoradores de todo el país, que no hayan
participado de ediciones anteriores. Los ganadores
del primer premio y de una mención especial
ejecutan su proyecto en esta edición con temática
de loft para un joven.
Para la muestra se construyen además dos baterías
de baños públicos que quedarán como
mejoras al edificio. Los baños del primer piso
son de concepción clásica. Su diseño
se genera a partir de un hall elíptico con techo
abovedado e iluminación teatral. En el segundo
piso, la propuesta de los baños crea un espacio
como un vagón que, a través del juego de
espejos, la envolvente se transforman en un espacio de
dimensiones indefinibles que sorprende al espectador.
Además, en planta baja hay baños públicos
dentro del sector de cafetería.
En el segundo piso
se desarrolla el showroom para las empresas sponsors
de la muestra. En homenaje al diseño
argentino, se propone la realización de una cinta
volumétrica de luz, que simboliza la fortaleza
del diseño a través de la unión
de aportes. Dicha cinta va girando y ubicándose
en diferentes posiciones, dando lugar, a través
de las columnas que conforma, a vitrinas de exhibición
de los productos.
En la planta del tercer piso se diseñó también
una unidad modelo de Lofty-suites donde
los visitantes verán una propuesta de las unidades
que se comercializarán
para el uso futuro del edificio.
En la terraza de San
Francisco del tercer piso se tendrá una
vista única de la cúpula de dicha iglesia
en un paisajismo que invita a permanecer estableciendo
una pausa en el recorrido. Allí se desarrolla
un jardín en altura que realza el valor del sitio.
Dos alineaciones perimetrales de Cipreses piramidales
abrazan el espacio dando escala y, principalmente, enmarcando
lo visual hacia la cúpula. En el corazón
de esta terraza se dispuso un espejo de agua, para reflejar
y devolver esa imagen. El recorrido por el espacio se
genera por decks de madera que conforman además
los sectores de descanso equipados con bancos de cemento.
En
el interior habrá una barra donde se podrá degustar
alguna bebida y hacer una pausa en ese entorno tan particular.
A
continuación de la misma habrá un gift-shop a
beneficio de A.E.D.I.N., ONG que asiste a niños
con problemas neurológicos.
El recorrido continua
hacia la planta baja descendiendo por una escalera
exterior hacia el Patio
de la Defensa diseñado como lugar de encuentro
y proyectado a partir de un deck de madera que va transformándose
en cantero, en bancos y en escenario donde posan los
autos de la empresa sponsor.
En planta baja el recorrido
continúa por un loft
concebido como un open-space, ligado a
la flexibilidad y a generar la atmósfera propicia
para la creación. Este entorno esta pensado como
un ámbito despojado, moderno y sofisticado de
un diseñador de automóviles.
El Patio del Bicentenario es una expansión
del loft y conduce al público al espacio del bicentenario.
Las paredes fueron revestidas por espejos y jardines
verticales. Una escultura acompaña y juega con
los espejos a proyectarse indefinidamente. En cuanto
a los elementos vegetales aportan la revalorización
de la flora autóctona, utilizada de otra forma,
y al verde se suman los colores alegóricos que
acompañan al resto de la intervención.
Como
homenaje al Bicentenario también se desarrolla
un espacio en el que se exhibirá un concurso para
la intervención artística en sillas
materas diseñadas
para tal fin. Se invitó a participar del mismo
a artistas de distintas disciplinas y algunos estudios
de decoración.
Además se realizó una invitación
a diseñadores para el desarrollo de bancos ideados
especialmente para la muestra. Los mismos se ubican en
los lugares de circulación para generar pausas
para que el público pueda sentarse a descansar.
El
espacio para eventos de Casa FOA fue concebido como un
lugar que atrape al visitante desde la arquitectura
y el interiorismo pero principalmente a través
de los cinco sentidos para generar una conexión
emocional. En cuanto a la arquitectura del lugar es una
caja de acceso en madera que sirve como visor, encuadrando
la perspectiva hacia la pantalla que remata en el fondo.
Al finalizar el recorrido, el público podrá hacer
una pausa en la cafetería denominada La
Panadería de Pablo, y disfrutar de las
exquisiteces a cargo del chef Pablo Massey. La misma
fue diseñada para la muestra pero continuará en
el edificio de forma definitiva para el emprendimiento.
El
histórico edificio en donde se emplaza Casa
FOA La Defensa, surgió del proyecto de recuperación
a cargo del arquitecto Daniel Silbarfaden, con la coordinación
comercial y el desarrollo del Ing. Gustavo Ortolá Martínez,
director de GO Real Estate. Pasada la muestra, el complejo
funcionará como La Defensa Lofty Suites:
un conjunto de oficinas y viviendas del siglo XXI en
donde lo antiguo y las nuevas tendencias se funden en
un solo lugar.
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