Con el desafío de lograr un uso racional de la
energía y al mismo tiempo mantener el mismo confort
a través de técnicas de diseño bioambientales,
el estudio Kozak Arquitectos, desarrolló el primer
edificio de viviendas sustentables del país en
el barrio de Palermo Viejo.
El edificio construido con la asesoría del Centro
de Investigación Hábitat y Energía de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
de la Universidad de Buenos Aires está ubicado
en Araoz entre Honduras y Gorriti. Los recursos utilizados
permiten disminuir considerablemente
el gasto energético y contribuyen a mejorar
el confort y la calidad de habitabilidad del edificio como ya ocurre en muchos lugares del mundo.
El aprovechamiento del sol directo
en invierno y de la
protección solar en verano, la adecuación
del exterior con respecto a las orientaciones disponibles;
el uso de materiales con aislación térmica,
calentamiento de agua a través de sistemas
de bajo consumo energético y el uso de
iluminación y ventilación naturales son
algunos de los recursos utilizados en su construcción.
Aproximadamente el 30 por ciento del consumo total de
energía del país corresponde al mantenimiento
de edificios de viviendas, con lo cual, proyectos de
este tipo pueden derivar en significativos ahorros energéticos
y contribuir a la solución de un problema que
ya es prioritario en nuestro país.
¿Cómo
son estos PHs sustentables?
Es un edificio de departamentos con patios y circulaciones
exteriores semicubiertas sobre un terreno de 8,66x42
metros, con una orientación noroeste en el frente.
Está compuesto por dos bloques separados por
un patio, con tres departamentos de tres ambientes
cada uno. La ausencia de paredes lindantes entre departamentos,
las grandes dimensiones de sus espacios, el acceso
a través de una planta baja libre con estacionamientos
para autos y bicicletas y la vista al jardín
contribuyen a reforzar la sensación de vivir
en una casa, pero con las ventajas que brinda un edificio.
La resolución de la planta de los departamentos
y la ubicación y diseño de ventanas y
parasoles optimizan la captación de sol directo
en invierno, y aseguran la protección solar
necesaria en verano para evitar los efectos del sobre-calentamiento.
Los muros perimetrales, las terrazas y los pisos al
exterior incluyen las capas necesarias de aislación
termo-acústica
determinado por las normas IRAM.
Entre los aislantes
utilizados se optó por el uso de celulosa proyectada,
un material con importante contenido de celulosa reciclada.
Todas las ventanas cuentan con doble vidrio hermético
y persianas de aluminio anodizado con poliuretano inyectado.
Los departamentos disponen de equipos de acondicionamiento
de aire para invierno y verano con sistema multi-split
inverter que posibilita altos niveles de eficiencia
energética
y utilizan fluidos refrigerantes amigables con el medio
ambiente. Por otro lado, la condensación de
agua es recuperada para el sistema de riego por goteo
del jardín.
El equipamiento sanitario incluye inodoros de doble
descarga y griferías con aireadores para reducir
el consumo de agua.
El edificio también cuenta con un sistema de
colectores solares que transforma la radiación
solar en energía
térmica para calentar el agua para consumo de
las viviendas con el fin de lograr un promedio de ahorro
energético anual en el orden del 60%.
Los espacios comunes son iluminados durante el día
mediante luz natural y por la noche con artefactos
de bajo consumo accionados por sensores de movimiento
y fotocélulas.
En la planta baja se procuró maximizar la superficie
de terreno absorbente y se destinaron espacios en diferentes
niveles para prácticas de agricultura orgánica
urbana.
Parte de la planta baja también se reservó para
estacionamiento de bicicletas con fácil acceso,
con el objeto de promover formas de movilidad sustentable.
|