El espectacular edificio
situado en Plaza Europa y diseñado
por Ateliers Jean Nouvel y Ribas & Ribas está llamado
a convertirse en un referente hotelero por su sorprendente
y singular arquitectura.
El Renaissance Barcelona Fira
Hotel, propiedad de Hoteles
Catalonia y comercializado
por la cadena estadounidense Marriott
International,
abre las puertas de su original jardín
vertical integrado por
357 habitaciones, 11 salones para eventos con capacidad
para más
de 1.000 personas, un restaurante
panorámico,
dos cocktail bars, piscina exterior,
zona fitness con piscina interior climatizada, solárium
y 140 plazas de parking. El edificio está formado
por dos imponentes torres de 110
metros de altura que
modifican el skyline de Barcelona, ofreciendo a la ciudad
una nueva e innovadora interpretación
del mundo vegetal, la arquitectura y el descanso.
El jardín vertical donde
vivir nuevas experiencias urbanas
Abierto en septiembre de 2012, el Renaissance Barcelona
Fira Hotel es un edificio propiedad de Hoteles Catalonia
diseñado por Ateliers Jean
Nouvel y Ribas & Ribas que
sorprende por su originalidad. Está situado
en la neurálgica Plaza Europa y junto a la Fira
Barcelona Gran Via, por lo que supone un referente
hotelero en una de las zonas con mayor actividad ferial
de Catalunya.
La integración de la naturaleza en la
estructura arquitectónica del edificio
es un factor insólito
en un establecimiento de estas características.
El hotel alberga 293 palmeras de 10 tipologías
diferentes y más de 30 especies vegetales procedentes
de cinco continentes. Este asombroso
y visual jardín
vertical está compuesto por dos torres
de 110 metros de altura unidas por un espectacular
restaurante panorámico y una terraza mirador.
Los 27 pisos con los que cuenta el hotel se convierten
en un auténtico refugio natural donde palmeras
y vegetación se transforman en elementos arquitectónicos
perfectamente integrados en la estructura del edificio.
La presencia constante y absoluta de la naturaleza
se combina con una increíble dualidad
cromática entre
los colores blanco y negro. Tres de las cuatro fachadas
del edificio son de color blanco radiante mientras
que la orientada el norte es absolutamente negra. Esta
dualidad también se traslada a las
357 habitaciones, siendo 214 de color blanco y 43 de
un gris intenso.
La combinación de estos dos colores unida a
la gran presencia vegetal y a la estudiada orientación
del edificio convierten al hotel en un elemento
vivo y cambiante debido a la incidencia o ausencia
de luz.
Este constante juego de luces
y sombras provoca que
el aspecto y la personalidad del jardín vertical
cambie a cada minuto del día.
Sorprendente proyecto
de Ateliers Jean Nouvel y Ribas & Ribas
Ateliers Jean Nouvel y el estudio
catalán Ribas & Ribas llevan
una década diseñando edificios innovadores
e interpretando la arquitectura en función del
clima, la vegetación y los comportamientos sociales
de cada lugar. El estudio catalán Ribas & Ribas
y el prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel
culminan esta década de colaboraciones con el
sorprendente Renaissance Barcelona Fira Hotel, un jardín
vertical que ofrece una manera diferente de vivir y sentir
la ciudad. Según sus creadores, este proyecto
aporta varios aspectos innovadores como la transparencia
del edificio, el tratamiento de las fachadas o la interpretación
del mundo vegetal.
Enmarcado en una de las zonas con mayor actividad ferial
de Catalunya, el Renaissance Barcelona Fira Hotel sorprende
por su diseño y originalidad. Está formado
por dos torres de 110 metros de altura unidas por un
espectacular restaurante panorámico y una terraza
mirador. Sus 27 pisos están integrados en un sorprendente
y visual jardín vertical donde palmeras y vegetación
se transforman en elementos arquitectónicos para
convertir el hotel en un auténtico refugio natural.
La esencia que hace del Renaissance Barcelona Fira Hotel
un elemento tan original responde a la voluntad de sus
arquitectos de construir un elemento
vivo y en permanente transformación.
El sorprendente resultado se ha conseguido gracias a
la incidencia que tiene la luz sobre todo el edificio.
Se refleja en las fachadas, en el interior de las habitaciones
y en los espacios comunes.
Para ello se aprovecha la luz natural durante el día
o la artificial por la noche, provocando un efecto
de sombras chinescas potenciado por la abundante
presencia de vegetación.
El hotel de 357 habitaciones destaca notablemente de
su entorno por la originalidad de la propuesta formal
y cromática que plantea.
Las fachadas orientadas al este, al sur y al oeste son
de un blanco deslumbrante, mientras que las orientadas
al norte están pintadas de un negro mate.
El edificio está formado por dos torres de 110
metros de altura unidas por dos amplias galerías
que siguen el nivel de los forjados. En la galería
existente a media altura del inmueble está emplazado
un sorprendente restaurante panorámico
rodeado por elementos vegetales.
Las palmeras tienen una fuerte presencia en este original
jardín vertical. Éstas y otras plantas
están situadas en los diferentes elementos que
comunican las dos torres del hotel, rodean el edificio
a nivel de la planta baja y emergen de las plantas superiores
para integrarse en la propia estructura del jardín
vertical.
Las hojas de las palmeras tienen una
fuerte presencia en las distintas fachadas del hotel,
ya que se
reproducen serigrafiadamente en la parte cubierta de
vidrio y esgrafiadamente en la parte de hormigón.
La filosofía de Ateliers Jean Nouvel y Ribas & Ribas
converge en la necesidad de realizar un diagnóstico
personalizado del contexto en el que va a integrarse
su obra, llevando a concebir el Renaissance Barcelona
Fira Hotel en en la neurálgica Plaza Europa, junto
a la Fira Barcelona Gran Via.
293 palmeras y vegetación
procedente de cinco continentes
El Renaissance Barcelona Fira Hotel está integrado
en un espectacular jardín vertical que alberga
un total de 293 palmeras de 10
tipologías distintas
y más de 30 especies vegetales originarias de
cinco continentes.
La concepción de la sorprendente estructura
natural ha sido posible gracias al trabajo conjunto
entre Ateliers Jean Nouvel y Ribas & Ribas, Manuel
Colominas, agrónomo,
geógrafo y responsable de Factors
de Paisatge y la empresa Massoni,
proveedor de todos los elementos vegetales presentes
en el jardín vertical.
El equipo de arquitectos definió la visualización
del espacio con unas directrices muy marcadas. Estas
pautas fueron decodificadas por Factors de Paisatge
y traducidas en especies vegetales
adaptadas a la climatología
de Barcelona y a las posibilidades ambientales
del propio edificio.
La temperatura y el viento son
dos de los factores que han determinado las tipologías
de las especies vegetales que confeccionan este jardín
vertical. La palmera es el elemento
protagonista debido a su estructura arquitectónica,
ya que solo crece en sentido vertical. Además,
las palmeras son muy resistentes a las adversidades
climatológicas,
perfectamente adaptadas al clima mediterráneo
y no requieren un mantenimiento exhaustivo.
El jardín vertical está dividido en tres
escenarios diferenciados con características
ambientales distintas. El primero corresponde a las zonas
exteriores del edificio:
la base de la construcción que se
adapta a un proyecto urbanístico global, la
parte más alta del edificio donde se encuentra
la piscina exterior y la terraza mirador y la planta
26 destinada a las suites y a sus respectivos jardines
privados. En estas zonas exteriores se encuentran palmeras
y plantas palmares con características muy parecidas.
La que más predomina es la Washingtonia,
una palmera originaria de California. Esta variedad
palmácea
es poco susceptible a sufrir ataques de plagas además
de ser la más utilizada en la zona urbana de
Barcelona.
El segundo escenario corresponde al atrio
central del edificio. En esta galería
se encuentra la palmera Kentia, una
modalidad de hoja perenne procedente de la isla australiana
de Howe y que resiste perfectamente la falta de luz.
En el atrio se juega con distintas alturas de vegetación
combinando Kentias con otro tipo de plantas palmares.
El tercer y último espacio más poblado
de vegetación corresponde al restaurante
panorámico situado
en la planta 14. En esta área se juega
con el alto fijo de los techos por lo que delimita la
altura máxima de los elementos vegetales. Este
factor ha determinado que la planta con mayor presencia
en el restaurante sea la Yucca Elephantipes o
Yucca de interior, una planta arborescente procedente
de El Salvador y Guatemala.
Otras plantas con altura limitada son la strelitzia
augusta,
originaria del sur de África, y la palma
robelina.
Otro de los factores importantes del jardín vertical
es el juego de luces y sombras que provoca
en todo el edificio. El diseño de la iluminación está ideado
para que tanto las palmeras como el resto de las hojas
proyecten sombras en la mayor superficie construida posible.
Diseño
funcional en habitaciones naturales y monocromáticas
La luz, la funcionalidad y un sorprendente diseño
emergen en todas y cada una de las 357 habitaciones
divididas en cinco tipologías distintas. Las
estancias están
equipadas con todas las comodidades y concebidas para
un mayor descanso y tranquilidad. Los elementos vegetales,
tanto físicos como sugeridos por formas o proyecciones,
están presentes en las 110 deluxe, 88 superior,
66 premium, 87 junior suite y 6 suites.
Los 357 dormitorios son habitaciones domóticas
que cuentan con llave de proximidad. Ofrecen baño
independiente con secador de pelo, caja fuerte para
ordenadores portátiles con cargador incorporado,
portaequipaje, escritorio, docking station, luz de
lectura, plancha y tabla de planchar. Las habitaciones
están equipadas
con teléfono, conexió Wi-Fi, conexión
alta velocidad ADSL, televisión LCD con distintivo
de identificación IP, sintonización de
canales nacionales e internacionales, Canal+, un exclusivo
servicio de habitaciones disponible 24 horas y llamadas
locales totalmente gratuitas.
Suites en las alturas
e integradas en el jardín
vertical
Las 6 suites de las que dispone el hotel están
ubicadas en la última planta del hotel e integradas
en el propio jardín vertical. Sus espectaculares
vistas se completan con una corona de palmeras que emergen
de las terrazas para integrarse en la propia fachada
del edificio. Disponen de una terraza jardín
individual con zona de
relax y tecnología superior con detalles
innovadores en todas las estancias.
Gastronomía
entre palmeras
El Palmer Restaurant está situado
a 50 metros de altura entre las dos torres que forman
la estructura del edificio. Es un espacio totalmente
acristalado que ofrece, gracias a su privilegiada ubicación,
unas impresionantes vistas panorámicas.
El chef valenciano Lluís Benavent lidera
la cocina de este original restaurante de carácter
mediterráneo
donde las tendencias vanguardistas se combinan con
platos tradicionales para crear una gastronomía
fresca y de costumbres arraigadas. Todos y cada uno
de los platos presentes en su oferta culinaria están
confeccionados con productos autóctonos de calidad
y propios de cada época del año.
El Palmer Restaurant es un refugio
urbano de inspiración
mediterránea rodeado de palmeras y demás
variedades vegetales. Los colores
blanco y negro juegan
con las luces y las sombras para crear
dos ambientes muy distintos: el diurno y el
nocturno. Las paredes repletas
de espejos se alían con las distintas intensidades
del sol para crear una atmósfera luminosa durante
el día, mientras que por la noche la iluminación
personalizada convierte el espacio en un lugar íntimo,
reservado y de ambientes cambiantes.
Ocio en las alturas
Durante la temporada de verano, la espectacular terraza-mirador
El Cel se convierte en el punto neurálgico
de ocio y diversión del Renaissance Barcelona
Fira Hotel. Situado en la planta 27 y a más
de 100 metros de altura, El Cel sorprende por su
privilegiada ubicación y
sus inmejorables
vistas panorámicas sobre
la ciudad de Barcelona.
El Cel está presidido por una espectacular
y original piscina negra de 21 metros de largo
con zona de solárium
y un polifacético bar con una amplia oferta
en coctelería.
A partir de las 21 horas El Cel se viste de gala para
transformarse en una terraza de referencia. Cócteles
internacionales, últimas tendencias musicales
y un ambiente cosmopolita. Todos los ingredientes
necesarios para disfrutar de una agradable velada en
las alturas, con unas sorprendentes vistas panorámicas
de Barcelona y en la cúspide de un original
jardín
vertical de esencia puramente mediterránea.
El
lobby bar, un oasis de desconexión
A escasos metros de la recepción del Renaissance
Barcelon Fira Hotel se encuentra el lobby
bar Oasis,
un espacio gastronómico con acceso a un
jardín
exterior donde distraerse, relajarse o reunirse
a cualquier hora del día.
Siguiendo con la filosofía que reina en todo el
edificio, el lobby bar Oasis se convierte, a partir de
las 17 horas, en un espacio mucho más reservado,
con una iluminación muy cuidada y una presencia
musical más acentuada.
Centro de convenciones para
más de 1.000 personas
El hotel ofrece más de 1.200 metros cuadrados
de salones situados en un único nivel donde
celebrar reuniones, conferencias, congresos o cualquier
otro tipo de evento. El espacio está dividido
en 11 salones totalmente modulables con una capacidad
máxima
que supera las 1.000 personas. El innovador centro
de convenciones está equipado con las últimas
tecnologías audiovisuales, fibra óptica,
Wi-Fi, sistemas de insonorización, un completo
y variado servicio de gastronomía y espacios
para celebrar coffee breaks, cócteles de bienvenida
o exposiciones.
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