El 14º Concurso Arquine propuso el diseño
de un albergue para los migrantes centroamericanos que
confluyen
en el país en su tránsito hacia Estados
Unidos. El objeto de estos albergues es brindar cobijo,
seguridad humana y en ocasiones asistencia médica
y psicológica al migrante. Uno de los puntos estratégicos
del trayecto que toman en la ruta del migrante es en
Lechería, municipio de Tultitlán, donde
actualmente se encuentra el albergue San Juan Diego.
Este sitio se planteó para el desarrollo de la
propuesta por ser un terreno cercano a las vías
del tren, no sólo por su particular condición
de periferia urbana industrial, sino también por
la latente necesidad manifestada en los últimos
meses de dotar este punto de la ruta con un espacio que
cumpla las condiciones de resguardo, asistencia y resguardo
temporal.
El sábado 10 de marzo en el Museo Experimental
El Eco se realizó la evaluación para la
selección de proyectos ganadores, así como
las menciones honoríficas del concurso. De 360
equipos inscritos, se entregaron 256 proyectos, de los
cuales fueron pre-seleccionados 95, luego de haber obtenido
la mayor calificación por parte del jurado en
la plataforma digital de registro. El jurado estuvo integrado
por Taide Buenfil (ciudad de México), Francisco
Brown (Kabul), Cecilia León de la Barra (ciudad
de México), Tomás Morató (Barcelona)
y Cameron Sinclair (San Francisco).
Los puntos a considerar para el jurado fueron los siguientes:
- La dimensión ética en el que el arquitecto
tiene que abordar el problema, para mantener la dignidad
de la persona, dar una solución temporal y de
posible regreso al lugar de albergue.
- El contexto en el que se produce este fenómeno,
ya que retirar la cuestión social y política
es quitarle importancia al proyecto.
- Un resultado que vaya en contra de las soluciones icónicas,
el programa y los espacios deben de atender a soluciones
viables para la convivencia entre usuarios.
- Los diferentes tipos de movimientos migratorios en
el país como parte de estos desplazamientos.
- La existencia de tres tipos de proyectos, los cuales
son de tipo arquitectónico, poético y gráfico;
reflexionando sobre la manera en la que estos pueden
ofrecer una solución concreta y viable o bien
una reflexión del problema.
Jurado
Taide
Buenfil: el criterio analizado se resume en accesibilidad,
ventilación propia de los espacios que albergan
a muchas personas, la realidad de la situación
de los migrantes y a sus necesidades con respecto a los
espacios, es decir el conjunto de la funcionalidad y
la estética complementada con la seguridad y protección
necesaria.
Francisco Brown: dejar atrás todo lo que parece
proyecto arquitectónico ya que en su opinión
busca mas la reflexión de cómo tomar
una solución al problema: proyectos simples
que resolvieran el problema; dejar fuera todo lo que
parece contenedor (volúmenes con programa);
funciones del espacio y la relación entre espacios.
Tomás Morató: el resolver
la problemática
especifica del migrante en su situación de inseguridad
y de persona desprotegida, lo cual, pasa por encima
de cualquier lenguaje arquitectónico que se
pueda dar. Valorar el echo de que sea una problemática
que no se da en un lugar concreto, por lo tanto se
prioriza la reflexión que vaya más allá,
una solución que trascienda al proyecto. Económicos
(realistas para no sólo la construcción
privada sino también la pública), facilidad
de construcción, la relación con el entorno.
Reutilización de techos construidos de almacenes
ferroviarios o estructuras existentes para adecuarlas
a su utilización. Seguridad y fácil adaptación
de programa.
Cecilia León de la Barra: identidad, protección-resguardo,
seguridad y comunidad. Sentido de comunidad como punto
prioritario y propuestas que tengan interiores resueltos,
es decir el acomodo de gente e uso de mobiliarios.
Cameron Sinclair: descartar cualquier
cosa que parezcan contenedores, ya que el precio es
muy elevado y la
ventilación es casi imposible, así que
por lo tanto esto no funciona. Procurar la dignidad
de las personas, ya que ser desplazado es pasar por
un largo camino hacia un final aun mas difícil.
Facilidad de retroalimentación entre la comunidad.
Tomar en cuenta la estética pero sin que sea
un punto de definición.
Resultados
Primer lugar
Alejandro Aparicio Castillo, Alin Vazquez
Wallach, Tania Guerrero Ríos y Emiel Tijhuis
Este
proyecto fue seleccionado como primer lugar ya que
rompe con la modulación paradigmática
típica del arquitecto. Se conforma de elementos
ferroviarios existentes, proponiendo su recuperación
y a la vez creando una red que le da al migrante la posibilidad
de vuelta. Una declaración política sobre
la situación en México con una solución
simple y concreta.
Segundo lugar
Joel Padrosa Redondo y Óscar
Company Trilla
Este proyecto fue seleccionado por ser
el que mejor se adapta a las condiciones de lugar,
el terreno y el
programa. Se trata de la pura y dura arquitectura que
fluye alrededor de las necesidades del migrante para
una adaptación práctica y funcional.
Tercer
lugar
Erik Herrera Iturat y Diana Guadalupe
Ortiz Moreno
El proyecto habla de una arquitectura efímera
y modular, no del todo arquitectura ya que juega un papel
menos agresivo en el terreno y deja algo atrás
siendo por esto una intervención mas suave pero
cumpliendo el programa funcional.
Mención Honorífica
Carlos Enrique Facio Gaxiola, Jimena Hogrebe
Rodríguez, Israel Espín Rubio
El proyecto
propone un elemento arquitectónico
que fomenta la relación de comunidad entre los
usuarios, cumpliendo con los requerimientos de función
y programa, otorgando un espacio digno al migrante.
Mención Honorífica
Blas Herrera Nájera, Felipe Orensanz,
Rodrigo Duran y José Edeza Galax
El proyecto propone
una crítica y reflexión
al problema con una propuesta gráfica del planteamiento
arquitectónico.
Mención Honorífica
Víctor Acoltzi Zamora, Marina
Canhadas Panzoldo, Antonio Espinoza Velasco, Jesús
López Sánchez y Gabriela Sisniega González
El
proyecto propone una solución basada en la
entrega de un paquete de ayuda que contiene objetos útiles
para el migrante, así como una serie de plataformas
que sirven para colocar tiendas en donde los migrantes
pueden descansar, permitiendo así un proyecto
especifico para el numero y zona determinada de ayuda.
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