El Estudio Point -expertos
en arquitectura sustentable- obtuvo una distinción
en el Premio Carrier Bienal de Arquitectura, con
una casa recientemente construida en Cachi, Salta.
Point -de los arquitectos Luis Bruno, Leo Lotopolsky
y Brigida Squassi- es un estudio especializado en
arquitectura sustentable, autores del edificio Greenpeace
y otras obras de oficinas y retail donde ahondan
estos conceptos.
En la XIV edición de la Bienal de Arquitectura
de Buenos Aires, el estudio Point- tuvo una destacada
presencia a través del segundo premio obtenido
en el Premio Carrier Bienal de Arquitectura
a la arquitectura sustentable, por una Casa
en Cachi, Salta.
Asimismo, Leo Lotopolsky quien es Arq.
LEED AP y Coordinador del posgrado Diseño Sustentable
en la UP, participó en
el célebre formato del "20x20" Pecha
Kucha Event donde ante más de 900 personas explico
sobre esta temática: "Luego de que nuestro
estudio atravesó la experiencia de hacer el edificio
de Greenpeace y otras obras que enfocamos desde la sustentabilidad,
como una casa en Salta, entendimos que no todo es medible.
Que se puede medir cuánto cuesta la energía,
cuanto se consume, cuanto se ahorra, pero lo que no podemos
medir es el aire puro en los pulmones, así como
la satisfacción y emoción cuando se habita
en un lugar mejor".
El Premio Carrier Bienal de Arquitectura a la arquitectura
sustentable, convocado por la empresa Carrier y la Bienal
Internacional de Arquitectura de Buenos Aires BA13, con
el objetivo de distinguir a la excelencia arquitectónica
en la aplicación de estrategias y prácticas
de la arquitectura sustentable. El estudio Point -arquitectos
Luis Bruno, Leonardo Lotopolsky y Brígida Squassi-
en conjunto con el Arq. Daniel Solessio, obtuvo el segundo
premio con una casa en Cachi, Salta.
El proyecto se ubica en medio de la montaña en
la provincia de Salta y muy cerca del casco histórico
de Cachi. Se buscaba aprovechar las ventajas de un terreno
en pendiente, con fantásticas vistas
hacia los valles calchaquíes.
La casa se desarrolla en torno
a un gran patio a modo de plaza o claustro
con galerías,
desde donde la vivienda se relaciona con el entorno y
produce reparo con el afuera.
Las relaciones con el perímetro
exterior buscan capitalizar las bondades del
paisaje de montaña y la lejanía.
Desde el patio,
la casa parece de una sola planta, aunque tiene dos niveles,
uno de acceso y otro inferior, dedicado a las visitas.
La
casa se pensó con tecnología actual
pero con mínimo mantenimiento.
Se utilizaron materiales de
tradición local, como el adobe, que permite
aportar una gran aislación térmica.
La
climatización -un aspecto importante
dada la elevada amplitud térmica entre el día
y la noche- se basa en el aprovechamiento de
energía solar,
captada a través de paneles
solares, que permite
la calefacción y la provisión
de agua caliente.
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