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La XIV Bienal Internacional
de Arquitectura de Buenos Aires continúa exhibida
hasta el 20 de octubre en el Centro Cultural Recoleta
con récord de visitantes,
que ya superaron los 54 mil de la edición anterior.
Las conferencias magistrales se desarrollaron durante
intensas jornadas, donde interactuaron más de
900 asistentes por día con cerca de 70 profesionales
de todo el mundo. En el balance de los temas hablados,
se destacó el rol actual de los arquitectos frente
a los renovados desafíos urbanos y sociales, económicos
y ecológicos. Hubo visiones plurales, desde los
grandes estudios de arquitectura como los de César
Pelli -exultante en su conferencia- o KPF, a la
obra individual y los conceptos de arquitectos como Marco
Casagrande, Carlos Pita hasta de la ingeniería
de fachadas -a través de la última
conferencia magistral a cargo de James O'Callaghan-.
Los temas abordados reflejaron a una Bienal de la gente,
de la ciudad, de las conversaciones y debates, de los
jóvenes arquitectos emergentes y de la ecuación
sustentabilidad-paisajismo-urbe.
En la XIV Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos
Aires se desarrolló un
maratónico cronograma de conferencias magistrales, con más de 70
profesionales con múltiples visiones de todo el mundo, representantes
de múltiples ámbitos de la cultura arquitectónica y el urbanismo,
desde las grandes oficinas a los pequeños estudios, críticos, funcionarios
y paisajistas.
A modo de reflejar lo que se vivió en estas jornadas, vale hacerlo desde
una mesa redonda que se realizó junto a la entrega de premios, para reflexionar
sobre el evento en su versión 2013. El panel estuvo integrado por los
arquitectos Manuel Cuadra, Tilman Latz, Miguel Jurado, Fernando Diez y la periodista
Lorena Obiol.
Manuel Cuadra -lúcido crítico de arquitectura peruano
con residencia en Alemania-, disparó: "Las conferencias de esta
Bienal BA13 fueron quizás una versión de las más fidedignas
de la impronta que Jorge Glusberg delineó desde 1985. Reflejó los
aspectos más amplios y complejos del mundo en que vivimos, no fue un debate
monotemático, dio cabida a la visión de los grandes estudios como
el de Kohn Pedersen Fox Associates -KPF-, a través de la arquitecta
Hana Kassem, el de César Pelli, el de Machado & Silvetti -disertó el
argentino Jorge Silvetti-, el de Paul Andreu, a través de Thomas Richez.
Pero
presenciamos a la vez las búsquedas personales de pequeños estudios,
como el de Marco Casagrande, Carlos Pita o Tilman Latz", destacó Cuadra.
El
Arq. Fernando Diez abrió el debate sobre el tema sustentable, que viene
siendo recurrente en las últimas Bienales: "El problema ambiental
está muy presente en las conferencias, pero no son tan visibles las soluciones
que se dieron en las obras, y en este sentido me gusta el trabajo de Iñaki
Abalos y Renata Sentkiewicz que generan siempre distintas respuestas. El peligro
está en aplicar los mismos recursos de certificaciones LEED, techos verdes
y paneles solares tanto en edificios de vivienda de 60 pisos como en un hospital
de tres niveles". Cuadra agregó que "un camino de lo ambiental
es lo tecnológico y material, y otro más profundo es el del diseño
y las formas de vida".
Obiol agregó que en esta Bienal se habló menos
de paneles solares y más de conciencia ambiental, y destacó frases
apuntadas: "Menos estética y más ética, no construir
lo que se piensa sino pensar lo que se construye". Jurado completó:
"Me gusta cuando se empieza hablando de arquitectura y luego de recursos y estrategias
sustentables. Hubo varias citas al desastre ecológico global, pero a la
vez una mirada más íntima como la de Fabienne Marcoux de Tekhne
que parece decir: salvemos el barrio para empezar a salvar el planeta. Ese es
un mensaje estimulante y provocador".
Tilman Latz remarcó que no
debe haber respuestas estándar sino una convergencia de complejidades.
La presencia de Latz tanto en la conferencia que brindó como en el panel
de cierre confirma la importancia que se le dio al tema del paisajismo este año,
en la relación de cultura y naturaleza que tiene su punto clave en las
ciudades.
En relación a lo urbano, también ha sido clave la participación
de planificadores que mostraron a la ciudad con todos sus desafíos. Tal
es el caso de la mesa redonda con cuatro expertos que abordaron desde sus universidades
la situación de sus ciudades frente al problema del agua y el cambio climático:
Houston -Peter Zweig-, New Orleans -Jonathan Tate-, Los Ángeles -Michael
Rotondi- y el Delta de Buenos Aires -Flavio Janches (FADU, UBA)-,
quien destacó: "El 13 por ciento de la población mundial
vive en zonas altamente vulnerables a inundaciones. Este riesgo es la oportunidad
para generar la transformación".
Michael Rotondi -ex Socio del mítico
estudio Morphosis junto con Tom Mayne, y ex director de SCIARQ-, disparó conceptos
filosóficos: "La mayoría de los seres humanos vivimos en
lugares muy peligrosos, como las costas de mares y ríos. Por ejemplo mi
ciudad, Los Angeles, está afectada por inundaciones, terremotos y hasta
incendios. Pero somos una especie muy optimista por default y es en esos lugares
de mayor riesgo donde también se ve la mayor creatividad, nos reconstruimos,
innovamos, nos adaptamos a la velocidad del cambio. Ahora vivimos el período
de la humanidad donde estamos obligados a responder al nuevo acoplamiento de
la economía, la ecología y la sociedad. Nuestro mandato de habitantes
de lugares peligrosos es resolver problemas, un desafío que nos encanta
a los arquitectos. Es el tiempo del largo plazo, de que nuestros cerebros busquen
nuevas conexiones y fluidez".
Esta vibrante mesa redonda sobre ciudades se completó con otros varios
espacios de diálogo y debate, como una constante de esta Bienal. Fue muy
emotiva la "conversación" entre Laureano Forero, Josep María
Botey y Mario Corea, en un tono intimista y de confesión, impreso por
las preguntas de Lorena Obiol sobre emociones, fracasos y pasiones, que dejaron
frases memorables. De Mario Corea: "Había estudiado arquitectura
europea dibujada en blanco y negro, pero para ver el sol, la sombra y las texturas
me fui a conocer la obra de Frank Lloyd Wright en EEUU. La luz califica a la
arquitectura y solo desde allí se puede empezar a hablar de una obra.
Cuando uno puede hacer una obra con un material, dos materiales son un exceso.
La arquitectura no es una profesión ni un oficio, sino una pasión.
En intervenciones de edificios patrimoniales la obra existente es el gran maestro.
El lugar es siempre la marca genética de la arquitectura, un edificio
puede enmarcarse en el paisaje o puede generar el paisaje. Hay una casa blanca
de Forero que me recuerda a Borges cuando dijo que el patio es el agujero donde
se derrama el cielo. Sobre mis fracasos, creo que todas las obras las hubiera
hecho mejores, y que la próxima será siempre la mejor. La arquitectura
es muy difícil por la integración de lugar, presupuesto, luz, programa
y paisaje. Es importante no quedar satisfecho porque te quedas". Forero
agregó: "La arquitectura es casi una misión imposible, por
ser tan rica, tan llena de oportunidades que no logramos resolver".
Otra forma de charla fue el Pecha Kucha Event, organizado junto al Centro Cultural
Konex, que se realizó por primera vez en una Bienal. Este formato de presentaciones
inspiradoras en 6 minutos 40 segundos, inventada por unos arquitectos de Tokio
en 2003, tuvo 13 conferencias sobre temas tan diversos como videos virales a
cargo de Niño Rodriguez; coreografía para la transformación
social, a cargo de Inés Sanguinetti; hasta un Ciro Cavalotti que es músico
de campanas. La joven voluntaria Cecilia Pato Vionnet, de la ONG Un Techo para
mi país, dijo: "No hay edad para transformar la realidad... y
Un Techo me ha construido a mí". Como corresponde a una Bienal,
casi la mitad del grupo eran arquitectos, aunque con dedicaciones y enfoques
muy diversos. El estudio Monoblock propuso ver a la ciudad de Buenos Aires como
un territorio acuático y geológico, Gaspar Libedinsky como arquitecto
artista mostró sus conceptuales instalaciones Draft Urbanism en cuatro
ciudades del mundo, Andrés Borthagaray habló sobre Ciudad y movilidad,
el Estudio BaBO habló de sustentabilidad, Leo Lotopolsky del Estudio POINT
diferenció la arquitectura sustentable bien sustentada del Green washing
y Lucas Gilardi, de A77 abordó un enfoque de arquitectura simple, creativa,
artesanal y con bajo impacto ecológico.
Las jóvenes camadas de arquitectos volvieron a tener un espacio en la
Bienal, como lo había adelantado su director Carlos Sallaberry, y se destacaron
algunos valiosos aportes de André Cerejeira Fontes de Portugual -junto
a Antonio Jorge Cerejeira Fontes ganaron el Premio de Arquitectura Joven Internacional-
quien expresó: "El arquitecto es como un compositor musical que
debe entender el proyecto como la sintaxis entre diferentes elementos como la
cultura, el contexto y el programa". También hubo espacio para argentinos
por el mundo, como Zaida Muxi en Barcelona, con su visión de la ciudad
desde una perspectiva de género. La conferencia de Alfredo Tapia y Martín
Fourcade de AFT Arquitectos abordó el proyecto de la sede central de Banco
Galicia y un desarrollo en el Casco Histórico de Córdoba con una
reflexión casi imprescindible sobre los sistemas de transporte en relación
al auto, la bicicleta, el estacionamiento y la sustentabilidad.
Se distinguieron los arquitectos latinoamericanos, con obras y visiones de gran
interés, como Carlos Medellín de Colombia, Farid Chacón
de Venezuela, Jean Pierre Crousse de Perú -quien junto a su socia
Sandra Barclay recibieron el Premio de Arquitectura Latinoamericana-, por nombrar
sólo a algunos. Se presentó una feliz iniciativa, la Red de Bienales
de Arquitectura de América Latina -Red BAAL- donde el ecuatoriano Handel
Guayasamin destacó sus valores, como avanzar en el aporte de la arquitectura
a la integración social, propiciar la discusión sobre la ciudad
y creación de un gran archivo digital de la producción de la región.
El
cierre de la Bienal fue a toda orquesta, con el mega estudio KPF -de
600 empleados en todo el mundo- a través de la Arq. Hana Kassem que presentó tendencias,
como el diseño fluído, "una visión global y local
al mismo tiempo", expresó. Luego fue el turno de dos exitosos arquitectos
en el exterior, Jorge Silvetti y un exultante César Pelli, quien dijo
que "las bienales de Buenos Aires son importantísimas y pienso estar
en 2015". Mostró y explicó con pasión sus emblemáticas
obras argentinas en Catalinas Norte, Buenos Aires y en Mar del Plata, así como
en ciudades del exterior como Lousiana, Iowa, Bilbao y Londres. Esa misma noche,
Carlos Sallaberry reafirmó que esta fue "la Bienal de la gente y
de la ciudad". Prometió: "Nos veremos en el 2015, para la
edición XV".
La Bienal BA13 tuvo como bonus track una conferencia el jueves 3 de octubre,
a cargo del Ing. James O'Callaghan sobre "La aventura con Vidrio Estructural" durante
los últimos veinte años. Maravilló al público con
la sofisticación en el diseño del vidrio, con paneles de hasta
15 metros sin herrajes intermedios, especialmente en la cadena de tiendas Apple
en todo el mundo.
Hasta el 20 de octubre pueden verse las muestras de arquitectura, urbanismo,
diseño y arte, en más de 50 exposiciones nacionales e internacionales,
ocupando la totalidad del Centro Cultural Recoleta y con acceso gratuito. La
organización es de la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires BienalBA
y Pichon Riviere & Diaz Bobillo Consultores -PR&DB-, con un Comité de
Dirección integrado por Roberto Converti, Enrique Cordeyro, Carlos L.
Dibar, Juan Carlos Fervenza, Matías Glusberg, Miguel Jurado, Daniel Muñiz,
Enrique Pichon Riviere y Carlos Sallaberry (director).
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