La energía solar fotovoltaica
es una de las principales energías renovables
en el mundo. La misma ha sido introducida en Argentina
por empresas como Delanta Solar, firma que desde hace
más de un año distribuye los módulos
solares de fabricación alemana SCHOTT Solar.
Las instalaciones de módulos fotovoltaicos son
demandadas principalmente en zonas rurales sin suministro
de red eléctrica o por firmas que implementan
en sus edificios acciones de Responsabilidad Social
Empresarial y también por usuarios con conciencia
ecológica.
En el contexto de la
crisis energética mundial,
una de las soluciones que se están desarrollando
está basada en las energías renovables
-solar fotovoltaica, eólica, biomasa y biodiesel.
Se espera que en 2060 las potencias que desarrollen
estas energías superaran a las convencionales.
La energía solar fotovoltaica está legislada,
regulada y aplicada en 53 países como una de
las principales fuentes de energías renovables,
incluyendo un programa de subsidios para beneficiar
a los usuarios que la implementan.
Sin embargo, los
países que están más adelantados
en la utilización de estas tecnologías
-como Alemania- no son los que reciben mayor radiación
solar.
Argentina tiene un enorme potencial para este
tipo de generación de energía limpia,
ya que pertenece a una de las cuatro regiones de mayor
radiación en el mundo junto con la Península
de Baja California, EE.UU. y México,
norte de África y centro de Australia.
Debido
a que la energía solar se basa en la captación
de luz emitida por el sol y transformada en energía
eléctrica por paneles fotovoltaicos, estas regiones
son especialmente aptas por su alta radiación
solar.
En nuestro país, una de las empresas pioneras
en introducir esta tecnología es Delanta Solar,
dedicada al desarrollo de energías fotovoltaicas
y termo solares, en alianza con la firma alemana SCHOTT
Solar -uno de los mayores productores mundiales de
elementos fotovoltaicos.
José Luis Ambrossio, gerente
de Delanta Solar, describe las principales aplicaciones
en edificios en Argentina: "La energía
solar fotovoltaica en nuestro país se emplea
principalmente en las zonas rurales que no
tienen acceso al suministro eléctrico, para viviendas, escuelas,
riego y suministro de agua.
Además, es utilizada
en empresas, como parte de una política de Responsabilidad
Social Empresaria y finalmente, por usuarios
finales con conciencia ecológica que buscan aplicar
estos sistemas a sus viviendas.
Además de estas
instalaciones autónomas de la red eléctrica,
en Delanta Solar estamos trabajando en el desarrollo
en el país de centrales solares conectadas a
la red de media tensión".
Y concluye: "La
energía solar se integra a las variables de
la arquitectura sustentable, pero su implementación
en un edificio debe estar pensada desde el principio
del proceso de diseño".
Los módulos de energía solar que distribuye
en Argentina la empresa Delanta Solar tienen cinco
años de garantía legal y 25 de garantía
en potencia.
Soportan cargas de hasta 550 kg/m2 y
están exentos de cadmio, no contaminando el
ambiente.
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