|
Cuando vamos a adquirir un bien inmueble, tanto para
vivienda como para inversión, hay una cantidad
de puntos a observar.
En primer lugar, hay que distinguir entre las
cosas que pueden transformarse mediante una inversión
razonable (respecto al valor de la propiedad), y
las que no, que
son las más importantes porque hacen a la estructura
misma del inmueble. Por ejemplo la ubicación,
categoría del edificio, luz natural, distribución
de la planta. Otros aspectos (como ser una mano de pintura,
un revestimiento, refaccionar un baño o una cocina),
son cosas que se pueden modificar.
Los productos más demandados por el comprador promedio
argentino en este momento son los departamentos chicos,
de 1, 2 y 3 ambientes, por debajo de los 100 mil dólares,
que sirven tanto para uso personal como para reserva
de valor o para renta.
¿Cuáles son las mejores zonas de la Capital? Eso depende si el destino es la vivienda, ya que las
mejores zonas no son las mismas para todas las personas.
Hay zonas o barrios donde sólo se mudan quienes ya provienen
de allí, o tienen allí familiares o allegados,
mientras que otros son receptivos de inmigración
dentro de la ciudad, o sea a los que se muda gente de
cualquier parte. Estos son Barrio Norte, Palermo y Belgrano.
Dentro de cada barrio, los lugares más valorados
son los que tienen buenas vistas, cerca de plazas y espacios
verdes, y preferentemente con buenos medios de locomoción
(aspecto agudizado por el congestionamiento vehicular
que sufre la ciudad de Buenos Aires.
En los últimos
5 años se recuperó primero con fuerza el
corredor norte y centro de la ciudad, pero ahora el crecimiento
esta llegando a la zona sur.
La mejor orientación de la vivienda
(en cuanto a luminosidad, calor, etc.) es mirando hacia
el Norte,
porque tiene luz y sol todo el día. Le sigue hacia
el Este, porque tiene sol de mañana. En tercer
lugar está la orientación Oeste -que al
menos tiene sol de tarde-, y en ultimo la Sur, que no
tiene
sol nunca
y además es la más húmeda.
Respecto a los amenities o servicios, los más
solicitados son el servicio de vigilancia, y en segundo
lugar la piscina y el salón de usos múltiples
(SUM). Y en último lugar se piden también
juegos para niños, jardín, parrilla, laundry,
etc.
Un aspecto a tener en cuenta es el importe a
abonar en concepto de expensas. Dentro de los elementos
más
relevantes en este costo está la vigilancia o
la cantidad de personal contratado que tiene un edificio,
y cuántas son las unidades que, en forma conjunta,
deberán hacerse cargo de ese gasto. Cabe señalar
que contra lo que pueda parecer, una piscina, un gym
o un laundry no resulta caro para el consorcio: lo costoso
es construir estas amenities, pero una vez realizada
la inversión inicial, el mantenimiento no es de
un valor significativo.
Se suele aconsejar verificar el funcionamiento de
las canillas, abrir y cerrar ventanas, o mirar especialmente
techos, zócalos, rejillas, etc., para descubrir
patologías ocultas en un inmueble. Lo
cierto es que antes de comprar la propiedad conviene
revisarla,
pero habitualmente las escrituras protegen a los compradores
con cláusulas donde el vendedor se hace responsable
por los "vicios ocultos" que tenga la unidad.
Cabe señalar que si lo que estamos buscando es
una vivienda, ya sea para nosotros mismos o algún
allegado nuestro, trataremos de elegir aquella que coincida
en la mayor cantidad posible de atributos con las expectativas
que tenemos. Pero si buscamos comprar un inmueble
en construcción para revenderlo y capitalizarnos,
además de evaluar quien está detrás
del proyecto deberíamos estudiar cuál será la
propiedad que aporte una mayor tasa de retorno.
Finalmente,
en el caso de aspirar a una inversión de renta,
quizá no resulte tan conveniente adquirir algo
menos costoso, sino elegir una propiedad ubicada en una
zona de alta demanda, y de buena calidad, donde se pueda
maximizar la renta y la ocupación a lo largo del
tiempo.
|