[Por
arq. Roberto J. Rimoldi] A continuación
se brindarán diversos consejos para iluminar viviendas.
1. Diseñar
la iluminación
Para realizar una buena iluminación del espacio se debe tener en cuenta
el tamaño del mismo. Se considera como iluminación media 20w/m2.
También es importante el color de las paredes, la clase de piso y por
supuesto las distintas funciones que se realizarán en el espacio a iluminar.
No es lo mismo un espacio para cocinar, que un espacio para descansar o un espacio
para realizar tareas intelectuales. Por último, la decisión sobre
el tipo de lámpara a utilizar determinará la calidez o no del ambiente.
2. Tipos
de iluminación
Especialistas en el tema dividen en tres tipos de
iluminación: general,
que ilumina todo en forma pareja, ambiental, que es la que marca zonas y crea
cierto grado de sensaciones distintas al resto de los ambientes y la puntual,
la que resalta distintos elementos o espacios que queremos darle mayor importancia,
sea un cuadro, un ornamento, una pared, etc.
3. Cuál es la lámpara que conviene
La tecnología actual permite tener una variedad de lámparas con
las que se pueden lograr distintas sensaciones. Las incandescentes (lámparas
comunes), son las que generan una coloración cálida, pero tiene
como crítica su escasa duración. Las de bajo consumo, duran aproximadamente
5 años, y las hay blancas, que enfrían mucho los ambientes como
los tubos fluorescentes, pero hoy han aparecido en el mercado, las denominadas
cálidas que mejoran mucho respecto de las otras. Están las halógenas,
que emiten una luz blanca y muy brillante, las dicroicas que también al
igual que las de bajo consumo, hay con tonalidades distintas, para sensaciones
distintas. A su vez, todas estas lámparas dependen también del
tipo de artefacto en que son instaladas, pues los elementos reflectantes de cada
uno, hacen que los haces se concentren o se dividan según las superficies
de ellos.
4. Las paredes y sus colores
Es importante tener en cuenta los colores de los paramentos donde vamos a iluminar,
puesto que cada uno se comporta de manera distinta. Las paredes oscuras absorben
gran parte de la iluminación y reflejan casi nada de lo que reciben, mientras
que las paredes claras, son altamente reflectivas y por ende encienden aun más
el ambiente. A riesgo de no equivocarse, un ambiente oscuro conviene iluminar
con luces brillantes, e intercalando con luces cálidas. Mientras que un
ambiente claro, merece luz cálida y suave.
5. Iluminar un gran ambiente
Para ello es necesaria una luz general de techo, potente pero difusa o indirecta,
que proponga que la iluminación viene generada desde todo el cielorraso.
Para aplacar esta gran iluminación general, es necesario recurrir a luces
puntuales incandescentes, en muebles, en lámparas de pie, en cuadros,
y/o objetos que permitan equilibrar la general.
6. Iluminar los rincones
Para lograr un buen efecto en determinados espacios, es necesario iluminar con
luces puntuales que generen un lugar de recogimiento o de tranquilidad, por medio
de lámparas incandescentes de no más de 60w o bien con bajo consumo
con tonalidad cálida, siempre en la misma potencia. Si el mismo espacio
pretendiéramos lograrlo con una lámpara de pie, la misma debiera
dotársela de una lámpara de 100w incandescente o una en bajo consumo
equivalente. En espacios, donde existe necesidad de mirar TV, allí debemos
poner luces suaves y calidas para evitar grandes reflejos en la pantalla.
7. Luz del comedor
Es casi tradicional que la luz provenga del cielorraso y baja, de manera que
ilumine la mesa, pero es importante que no se convierta en un obstáculo
visual entre comensales. Tampoco que por su altura produzca deslumbramiento entre
los mismos. Existen para ello, artefactos de luz indirecta, o lámpara
incandescentes que su bombilla se halla recubierta de material reflectante con
lo cual hace los rayos luminosos se dirijan hacia arriba y por medio del reflectante
de la pantalla iluminen el espacio. También es factible iluminar con luz
directa, del tipo spot, pero ello implica colocar más de un artefacto,
que pueden estar vinculados por un riel eléctrico.
8. El recibidor o hall de entrada
Este espacio requiere para ingreso una buena iluminación que puede ser
resuelta con una lámpara halógena indirecta de 60w y combinada
con una lámpara de mesa 60w incandescente o de pie en 100w.
9. Los pasillos
Deben ser bien iluminados, para lo que se recomienda artefactos embutidos o de
aplique, con valores de 60w en halógenos e incandescentes. Es importante
tener en cuenta que en pasillos debe haber llaves de encendido conmutables que
enciendan desde una punta y se apague de la otra y viceversa.
10. La cocina
Este es un espacio que requiere de una buena iluminación, como todo lugar
de trabajo. Aquí conviene una luz general potente y bien diseminada. En
cuanto al espacio de trabajo en mesada, es bueno contar con un tubo bajo el mueble,
que permite una luz clara que no desvirtúa los colores de los alimentos
y permite ver claramente cada cosa.
11. El office
Si es pequeño con una lámpara colgante a unos 80cm del plano de
la mesa será suficiente, si es más bien rectangular podrá completar
el espacio con lámparas de pie o de mesa sobre algún mueble adyacente
a la mesa. En este espacio es bueno utilizar artefactos que estén compuestos
por metal o vidrio, incluyendo las pantallas de las lámparas de pie para
que su limpieza se vea facilitada.
12. El baño
El baño necesita una luz lo más parecida a la natural. Instalar
focos halógenos empotrados es lo más aconsejable (50w), uno por
m2. En la ducha puede instalarse un artefacto estanco (cerrado hermético).
Asimismo, es aconsejable un punto de luz a cada costado del espejo, que evite
las sombras que podemos proyectar.
13. El dormitorio
Este espacio requiere de una luz suave, acogedora, cálida, que invite
al descanso y al placer. Luces indirectas, que reflejen sobre el techo, o paredes
bañadas por pequeños puntos de luz. Las lámparas halógenas
pueden ser ideales para estos toques, inclusive si las acompañamos por
reguladores de intensidad (dimerizadores). En las mesas de luz es aconsejable
recurrir a luces incandescentes para lograr un luz cálida y no tan brillante,
entre 60w y 70w es lo ideal.
14. El dormitorio de los chicos
Debe tener una buena luz general, para una buena iluminación, sobre todo
en sectores donde desarrollen tareas. Si los niños son pequeños,
es bueno tener un dimerizador para bajar la intensidad a la hora de dormir, ello
permite bajar el nivel lumínico sin apagar la luz, situación que
muchas veces evita pequeñas discusiones y la penumbra invita al sueño.
Nada de lámparas de pie, ni sobre mesa, todo mejor adherido a pared o
cielorraso. Las lámparas incandescentes como las halógenas son
buenas para estos espacios que con el cálculo de entre 10/20w por metro
cuadrado darán la necesidad del cuarto.
15. Zonas de estudio
Las zonas de estudio o trabajo al igual que en la cocina deben gozar además
de una buena luz general, luces puntuales en el plano de estudio. Aquí es
bueno contar con alguna lámpara de mesa del tipo halógena que logre
flexibilizar la zona de iluminación, evitando deslumbramiento, y poniéndola
por debajo del plano de los ojos. Además permitirá, de acuerdo
a si se es derecho o zurdo para escribir, cambiar de posición y evitar
sombrar molestas. Existen lámparas halógenas de 20w que cumplen
perfectamente la función.
16. Luces exteriores
Las luces exteriores además de iluminar el espacio y dar seguridad, pueden
conformar un detalle especial sobre la vivienda y los espacios verdes. Priorizando
la buena iluminación, podemos elegir luces independientes de la vivienda,
en farolas o vinculadas a la vivienda por medio de brazos. Para lograr una buena
iluminación debemos recurrir a lámparas incandescentes de 100/150w,
de bajo consumo en valores similares, o en halógenas. Si quisiéramos
acompañar esta iluminación con pequeños toques de calidez,
iluminando plantas o árboles desde abajo hacia arriba, este haz resalta
la planta o el árbol y además sirve como reflectante de la iluminación.
Poner luces de colores sobre plantas o árboles, le distorsiona el tono
de las mismas. Lo más aconsejable es la luz blanca y brillante. Recuerde
que los claros y oscuros dan mayor movimiento al espacio. También es bueno,
bañar las paredes con toques de luz puntual, creando con esto luces y
sombras que también colaboran con el diseño de la vivienda.
17. La
seguridad
No realice ninguna instalación sin tener además de la llave termomagnética,
el disyuntor diferencial correspondiente, evitará situaciones riesgosas
en dormitorios de niños, donde suelen introducir objetos en los tomacorrientes,
y en las instalaciones exteriores de jardines o parques, utilice cable tipo taller
o bien cable subterráneo, pues se hallan más protegidos que los
demás, y en caso de tener un accidente, el disyuntor accionará e
interrumpirá el suministro energético. No se deje convencer por
quienes sostienen que el disyuntor es sólo para problemas, el disyuntor
salva vidas. |