Las persianas graduables y automatizadas de
Griesser permiten gestionar eficazmente la entrada
de los rayos del sol, regulando la temperatura y la
luminosidad de los edificios. Su instalación asegura un ahorro
de un 10% en aire acondicionado y calefacción
y su diseño exclusivo se adapta a las arquitecturas
más modernas.
Políticas para la sostenibilidad
medioambiental
La Unión Europea ha subrayado en múltiples
ocasiones la innegable responsabilidad del ser humano
en los procesos de calentamiento global. A partir de
esta reflexión, Europa ha establecido el reto
de reducir un 20% el consumo de energía de sus
estados miembros dentro del año 2020.
Los estudios que se han llevado a cabo destacan que
el 40% de la energía en la Unión
Europea se destina a los edificios. A partir de este
hecho, es fácil comprender que la instalación
de sistemas de protección solar adecuados en
oficinas y viviendas evitaría tanto el recalentamiento
como el deslumbramiento y permitiría el ahorro
de cantidades relevantes de energía.
Además,
un informe emitido por la ES-SO (European Solar Shading
Organitzation), la Asociación
Europea de Protección Solar, explica de forma
detallada que los sistemas de
protección solar
automática pueden producir un ahorro de energía
del 10%, dividido entre un ahorro
de 2/3 de la carga frigorífica en verano y 1/3
del calor en invierno.
Las instalaciones automáticas de protección
solar evitan durante el verano el recalentamiento de
los locales y permiten ahorrar en aire acondicionado,
mientras en invierno aprovechan al máximo la
energía
solar durante el día y reducen la pérdida
de calor durante la noche. Por lo tanto es evidente
que un correcto aprovechamiento de la luz solar favorece
una minimización del consumo de luz artificial
y del utilizo de otras herramientas de climatización.
Griesser
España nuevo representante de ES-SO (European
Solar Shading Organization) en España
A partir del 18 de abril Griesser será el representante
de esta organización encargada de promover la
filosofía de la protección solar como una
técnica esencial de edificación. El objetivo
es hacer conocedores a arquitectos, gobierno, ingenierias
etc que la protección solar proporciona estas
tres ventajas: para un mayor confort de los usuarios
en los edificios, mayor ahorro energético tanto
a nivel de carga térmica como ahorro en iluminación
artificial.
Arquitectura y ahorro energético:
las persianas graduables de Griesser
Las tendencias actuales de la arquitectura y del diseño
de edificios están orientadas hacia la transparencia
y la creación de espacios abiertos. Se trata
de una elección estética que por un lado
logra un resultado formal muy elegante y sofisticado,
pero por otro lado necesita ir acompañada por
un sistema adecuado de protección solar.
El vidrio, con o sin capa de protección solar,
es un material que por sus características no
puede adaptarse permanentemente a las condiciones climáticas
exteriores. Una solución a este aspecto se encuentra
en instalaciones de protección solar
graduables, motorizadas y automatizadas para que los rayos del
sol entren por las ventanas de forma dinámica
y regulen así la temperatura y la luminosidad
de la habitación
independientemente del clima exterior.
Las persianas graduables de Griesser nacen en respuesta
a estas necesidades y están pensadas para regularizar
y gestionar la luz solar. Durante los días
de verano, los sistemas de Griesser consiguen detener
hasta un 90% de los rayos de sol antes de que lleguen
al vidrio,
permitiendo un consumo menor de aire acondicionado.
En cambio, durante las noches de
verano sus lamas graduables
dejan entrar aire y facilitan la ventilación y
la refrigeración de los ambientes. En invierno el
proceso se desarrolla de forma inversa: durante el día las persianas
facilitan la entrada de la radiación
solar con el fin de calentar los locales,
mientras de
noche su posición cerrada
reduce la pérdida
del calor acumulado durante el día.
Los estudios y las tecnologías que se ven aplicados
en las productos de Griesser constituyen un excelente
ejemplo tanto de ahorro energético, gracias
a una reducción del consumo de gases con efecto
invernadero, como de eficiencia energética,
gracias a un ahorro en el consumo de petroleo en los
edificios.
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