[Por Carlos
Laszlo]
Uno
de los valores agregados del alumbrado exterior
es que logra "expandir" visualmente el
interior de una vivienda. Cuando no hay iluminación
exterior o de jardín, las ventanas se tornan
sumamente reflectivas durante la noche. Esto se
ha dado en llamar el efecto espejo negro ("black
mirror"). En esta condición, los vidrios
de las ventanas reflejan las luces del interior,
y los ocupantes de la casa lo único que
ven es su propia imagen reflejada en el vidrio
en lugar de ver a través de ellos al exterior.
Las
personas a menudo se sienten aprisionadas de noche
cuando se encuentran en el interior rodeadas de estos
agujeros negros. Incluso las habitaciones aparecen
como más pequeñas de lo que en realidad son. Una regla de oro en
luminotecnia es tratar de balancear la iluminación interior con la exterior;
esto permitirá que las ventanas aparezcan más transparentes, tal
como aparecen durante el día.
Sicológicamente, además, la gente se siente más segura cuando
puede ver el exterior de la casa; aparecen como más visibles, y de hecho
lo son, cuando en el exterior no hay luz. Obviamente no es necesario iluminar
el parque como si fuera un estadio de fútbol; este tipo de iluminación
ya entraría en la categoría de "iluminación de seguridad".
Iluminación de seguridad e iluminación de jardines son dos cosas
diferentes. No obstante, es común ver residencias en las que se pretende
utilizar las mismas fuentes para ambas funciones.
La iluminación
de seguridad consiste a menudo un simple
proyector o dos generalmente equipados con lámparas
incandescentes halógenas de apreciable potencia
que instantáneamente iluminan un área
con un considerable nivel de iluminación.
Esto es lo que la gente hace habitualmente cuando
escuchan algún ruido en el exterior. Estas
luminarias de seguridad no deben formar parte de
la iluminación "decorativa" del
jardín. No hay cosa tan desagradable como
llegar de noche a la casa de un amigo y encontrarse
encandilado por un proyector como si fuera una
cárcel.
La iluminación
de jardín debe ser sutil. La
atención
debe ser acaparada por plantas, follaje, esculturas,
pero no por las luminarias. Existen muchas técnicas
para la iluminación decorativa de un jardín;
he aquí algunas de ellas:
Uplighting
o iluminación ascendente. Es
una de las técnicas más dramáticas
de iluminación y consiste en iluminar
de abajo hacia arriba generalmente en forma rasante.
Suele producir efectos realmente espectaculares
especialmente cuando se aplica sobre grandes
arboles de importante follaje, palmeras, etc.
Las luminarias más adecuadas para realizar
esta técnica son las embutidas de piso,
las que se suministran para lámparas a
descarga, incandescentes halógenas con
reflector metálico y hasta para dicroicas.
Existen en versión fija u orientable,
como así también de espejo asimétrico,
ideal para cubrir grandes superficies sin deslumbrar
al observador.
Actualmente pueden obtenerse efectos realmente
escenográficos con
el advenimiento de las lámparas a vapor de mercurio halogenado de
doble contacto de color, como así también las dicroicas de
color.
También puede aplicarse esta técnica utilizando luminarias
tipo spot, las que pueden ser hincadas en el piso por medio de una punta
de lanza provista a tal efecto. Este tipo de artefacto es más versátil
y pequeño que el anterior y es fácilmente ocultable detrás
de algún arbusto. Está más indicado para iluminar pequeños
arboles o arbustos.
Contraluz. Una
simple e interesante técnica que consiste en iluminar alguna
superficie clara, por ejemplo una pared, sobre la cual se recortará la
silueta de algún árbol o arbusto preferentemente
ralos. La superficie de fondo podrá ser eficientemente iluminada
con luminarias tipo "wall-washer" o bañadores
de pared para intemperie, las cuales podrán ser equipadas
incluso con lámparas fluorescentes, las que permitirán
cubrir una mayor superficie con menor cantidad de luminarias.
Downlighting o iluminación descendente. (Iluminación
hacia abajo) Este recurso está más bien indicado para sitios
donde se desarrollen actividades nocturnas o para mitigar suavemente
sombras duras producidas por fuentes puntuales. Pueden utilizarse diversos
tipos de luminarias de emisión luminosa directa de regular concentración,
montadas sobre aleros, enrejados o grandes árboles.
Spotlighting
o iluminación puntual. Esta técnica es el
equivalente a la iluminación de destaque de interiores.
Debe ser utilizada con sutileza y precaución, ya que su
efecto tiende a acaparar la atención del observador. Está indicada
en la iluminación de pequeñas esculturas o curiosos
especímenes de plantas que merezcan ser destacadas.
Iluminación
de senderos. Esta
es una técnica de iluminación que debe ser utilizada juiciosamente.
A menudo se pueden observar senderos o entradas de vehículos flanqueados
por farolas como única iluminación exterior. Esta forma
de iluminar tiene toda la apariencia de una pista de aterrizaje.
Al iluminar senderos, será conveniente pensar en algún tipo
de "bolardo" o luminaria tipo hongo de altura no mayor a los 0.60
m con vidrio opalino, y que no llame la atención en si misma sino
el efecto de su iluminación. Esto, en combinación con alguna
tenue iluminación adicional producirá un confortable entorno
exterior.
Quedaría
por último una técnica realmente exquisita que en inglés
llaman moonlighting o iluminación de
luna en castellano. Esta modalidad constituye sin duda la más
natural de todas las formas de iluminar un parque o jardín, ya
que simula la iluminación de una noche de luna llena. No es fácil
de lograr, ya que se corre el riesgo de que el predio termine pareciendo
una "playa de estacionamiento".
Consiste en montar proyectores en los árboles más altos. La
gran mayoría iluminará en forma descendente el piso en forma
irregular, (debido a las sombras producidas por el follaje) mientras que
algunos pocos lo harán hacia arriba alumbrando el follaje. La luz
debe ser muy blanda y suave; blanda porque la luz de luna es difusa por excelencia
y suave porque hay que recordar que la iluminancia producida por la luna
llena no supera los 0,2 lux.
|