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El encargo de este Hotel Boutique al
estudio comenzó desde la búsqueda del lote
sobre el cual se elaboró el proyecto de arquitectura
y decoración.
El edificio se sitúa sobre
un terreno algo inusual en la ciudad, teniendo un frente
típico de 8,66 metros pero ensanchándose
hasta 15 metros en el fondo, lo que resultó muy
provechoso para el proyecto, permitiendo tener mayor
perímetro
de fachadas.
Más allá de sus dimensiones, nos
encontramos con un lote con una imagen muy "palermitana" en su interior.
Medianeras de viejos ladrillos sin revocar
totalmente cubiertos de enredaderas, las cuales se conservaron
y, sobre éstas, la vista de los fondos de los
jardines y patios vecinos con esa misma configuración.
Las líneas del proyecto se basan en dos
bloques de habitaciones, uno hacia el frente y
el otro, de manera apaisada, sobre el jardín de
fondo, unidos funcionalmente por las circulaciones verticales
y horizontales a modo
de puente, con vistas a un patio central.
En la planta
baja, una sucesión de espacios interiores
y exteriores separados por grandes paños vidriados
van resolviendo las distintas funciones públicas
desde el acceso, transitando por el lobby, el patio central,
luego la sala
de estar y el bar/restaurant y, como remate, la galería,
el deck y el jardín posterior con la piscina.
Esto
permite visualizar todos estos espacios en su conjunto
desde la calle hasta el fondo del lote, provocando en el
huésped la sensación de no saber si se está dentro
o fuera.
Desde la calle dos cosas llaman la atención: la
sensación de profundidad lograda
a través
de una visión total del largo del edificio y la
tensión vertical generada por las
salientes de los balcones y una raja de iluminación
que recorre verticalmente toda la fachada.
El frente del
edificio reinterpreta dos
cuestiones: la barrial, por un lado, en donde se inserta
a su contexto mediante sus tonos tierra y un revestimiento
texturado y la comercial por el otro, con líneas
muy atractivas a los transeúntes y materiales que
distinguen a este edificio del resto de las viviendas,
como los omnipresentes balcones de hormigón a la
vista y la raja vidriada, que se convierte en un claro
foco visual durante la noche.
Los espacios exteriores son el alma del
proyecto.
El patio central con su juego
de agua, que vincula los dos bloques
de habitaciones y que se percibe en todo el recorrido horizontal
y vertical del hotel, mediante una carpintería despegada
de las losas de las circulaciones que comienza en la planta
baja y sube sin interrupciones hasta el ultimo piso.
El jardín con su pileta, acompañados por
una galería y un deck de madera, que es punto de
reunión en las tardes, le otorgan esa característica
tan buscada del paisaje de Palermo y la sensación
de sentir este lugar como propio.
El hotel se desarrolla en cuatro plantas, de las cuales
las tres superiores son ocupadas mayoritariamente por las
veinte habitaciones, dando cuatro de ellas a la calle,
dos al patio central y el resto al jardín.
Los balcones se concibieron como cajas
de hormigón que, al mismo
tiempo que vinculan a las habitaciones con el exterior,
otorgan una sensación de privacidad al huésped.
La idea sobre la cual trabajamos fue la de generar un edificio
que reuniera, por un lado, el leit motiv de este tipo de
emprendimientos, es decir, una arquitectura novedosa con
mucho énfasis en el diseño y en la elaboración
de los detalles.
Líneas con un fuerte impacto visual, espacios
netos, circulaciones muy fluidas y
la utilización
de materiales con un fuerte carácter y, por el otro,
la idea que da base al nombre Mine (mío en castellano),
es decir, la sensación de sentirse confortable,
de poder apropiarse de todos los espacios, de dimensiones
hogareñas y lugares reconocibles en el imaginario
del huésped.
Es así como se gestó esta obra, con una serie
de dualidades, de sensaciones encontradas que le otorgan
riqueza a cada uno de los espacios.
Una decoración con rasgos orgánicos de tendencia
Thai mezclado con elementos contemporáneos otorgan
calidez a los espacios comunes de la planta baja quedando
envuelta por una arquitectura de líneas modernas
y puras.
Una de las premisas planteadas por los propietarios era
la de resolver un edificio que sintetizara las
sensaciones de estar "de vacaciones", convirtiéndose
en un lugar para el descanso dentro de una ciudad tan cosmopolita
y convulsionada como Buenos Aires.
Es así que Mine se caracteriza por la utilización
de una serie de materiales que reunen
tanto lo natural como lo artificial en un diálogo permanente.
El
uso del cuero, la piedra y texturas naturales como la madera,
el rattan o el bambú dialogan con el hormigón,
los pisos de cemento alisado y el vidrio.
A su vez, tonos
brillantes contrastan con la armonía de los colores
insaturados y una iluminación de destaque se combina
con artefactos artesanales reforzando esta dualidad.
Este
hotel reúne dos mundos tan distintos y los integra
a través de los espacios.
El concepto Mine es llevado también a las
habitaciones por medio de un diseño que nos remite más
a un cuarto de una casa particular que a una habitación
de hoteles de cadena donde el diseño es seriado,
buscándose que el huésped sienta que esa
habitación ha sido diseñada especialmente
para él.
Existen cuatro categorías de habitaciones en
donde la utilización de la madera y el rattan
en el mobiliario, pisos de cemento alisado y los blancos,
con destellos de colores que remiten a lo oriental son
predominantes.
Sin embargo, a medida que ascendemos
de clase no sólo hay un cambio de tamaño
y servicios sino que se van incorporando más elementos
de diseño.
Planos
Realice click en los links para ver los planos.
[1] Planta
baja
[2] Planta
1º piso
[3] Planta
2º piso
[3] Planta
3º piso
[3] Fachada
[4] Corte
1
[5] Corte
2
Imágenes
Realice click sobre las imágenes para ampliarlas.
Ver ficha técnica y datos de contacto al pie de página.
Acerca de los proyectistas
Para más información
sobre los proyectistas visite el sitio web sternbergkohen.com.ar
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