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Siempre atenta a las señales que la ciudad emite, la casa urbana se hace de su eco y de los continuos cambios que tienen lugar a su alrededor. Escucha latidos de su historia para anclarlas a sus formas en el tiempo; percibe las contradicciones de la sociedad para disolverlas en su seno; ausculta al ciudadano del nuevo siglo para prever sus futuras necesidades.

Es así como aparece este proyecto en directa complicidad de un cliente bastante particular, donde el encargo principal radica en crear un contenedor de elementos, como muebles y objetos de diseño con los cuales el cliente convive constante y diariamente.

Parte de la estrategia inicial se basó en crear un juego controlado de espacios llenos y vacíos, que se construyan con una geometría simple, clara apoyándose por el uso de materiales limpios y homogéneos.

Tres muros que se ordenan paralelamente orientados hacia el fondo del sitio para conquistarlo, son articulados por un vacío de luz que arremete contra ellos y se instala a manera de patio interior en el centro de la casa articulando los espacios de acceso y foyer con los más privados de la casa.

Hacia los bordes la casa se desmaterializa permitiendo así que los muros sean unos verdaderos filtros que mediante la luz y las vistas controladas articulen el exterior de los jardines y el interior. Se trata entonces de pieles traslúcidas que duplican las imágenes y constituyen entre la naturaleza y el hombre. De opaco a traslúcido, de ahí a transparente. Transparencia y multiplicidad una idea cinematográfica.

La planta de la casa en su primer nivel lo constituye un sólo espacio que es capaz de integrar sala-comedor, quedando estos espacios atrapados por dos elementos que transitan hacia el exterior mediante una gran terraza que se corona en el patio de la casa.

En un segundo nivel la casa se articula por una escalera simple y eficiente que acompaña a la luz en el patio interior, articulando los dos niveles de la casa, la planta en este segundo nivel recoge los conceptos de flexibilidad del espacio, donde lo absoluto de los recintos es sólo una ilusión momentánea, ya que estos recogen la transformabilidad y crecimiento mediante paneles móviles a manera de biombos.

Es, curiosamente, en los proyectos de pequeña escala en los que los materiales resultan aún más fundamentales para conseguir cierta idea de conexión. Si bien, no hay nada más emocionante que imaginar algo para alguien que -en conexión- lo aprecie y lo disfrute, es en ocasiones como esta, que la mutua participación en la selección de cada uno de los materiales del hogar obliga a dar créditos compartidos entre cliente y arquitecto.

Hay quien entiende el minimalismo como un estilo arquitectónico, nosotros preferimos entenderlo como una actitud, como un proceso de asepsia y depuración en la forma de hacer arquitectura.

Si se trata de poner etiquetas preferimos que sean los usuarios o los críticos quienes encuentren la manera correcta de referirse a lo que construimos, pero si se trata de proponer espacios diáfanos con el menor número de elementos necesarios, de aprovechar al máximo las posibilidades espaciales y de limpiar de elementos ajenos la arquitectura entonces cabemos en lo que ha dado por llamarse arquitectura minimalista.

Planos
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[1] Planta baja
[2] Planta 1º piso
[3] Planta de techos
[4] Corte A
[5] Corte B
[6] Vista frente
[7] Vista contrafrente
[8] Vista lateral

Imágenes
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Acerca de los proyectistas
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