|
Ver
planos de la obra
English
version
El proyecto de la Sala de Conciertos Jordanek en
Torún
en Polonia, diseñado por el arquitecto español,
Fernando Menis, ha sido ganador del
Premio para Futuro Proyecto Cultural, en el World
Architecture Festival,
en noviembre 2010.
Torun es conocida en Polonia por ser
una ciudad pequeña y cuidada. Su bien conservado
centro histórico, protegido por la UNESCO, invita
a pasear por la tradición cultural que le da fama
e imaginar la época en que Copérnico habitaba
sus calles.
La parcela de Jordanek se encuentra en
el borde de este bucólico casco urbano, limitando con el nuevo
desarrollo de la ciudad. Al lado de la antigua muralla
que fue reconvertida en parque y que ahora bordea el
centro como un arco verde gigante, alberga un centro
de arte contemporáneo y edificios representativos
de la ciudad con cierto valor arquitectónico.
El ayuntamiento exigía la ordenación de
dicha parcela con un programa que incluye el auditorio,
un hotel y un centro de congresos. Se trataba pues de
conjugar los requisitos del programa con cierta
sensibilidad frente al delicado entorno paisajístico y cultural en que se inserta dicha ordenación.
La
mitad de la superficie de la parcela se destina a parque,
ya que la proximidad del arco verde impone la
percepción de la actuación como la de un
gran espacio libre. Por otro lado, la vista panorámica
desde el río, considerada como el segundo
"milagro" de arquitectura y naturaleza en Polonia, debe
mantenerse
intacta, por lo que resulta indispensable que la altura
del auditorio sea la menor posible. Además de
ajustarse a la restrictiva normativa, el proyecto ha
de ser capaz de desarrollar la sensibilidad suficiente
para enfatizar los valores históricos circundantes
y responder al nuevo desarrollo que articula.
El auditorio resolverá la fusión entre
lo nuevo y lo viejo a través del empleo de materiales.
El interior es de ladrillo, material muy presente en
las fachadas del centro. El exterior se resuelve con
hormigón blanco, que deja aparecer el revestimiento
interior en sus huecos, a modo de rasgaduras.
La fachada
reinterpreta así la tradición artesanal
del ladrillo al tiempo que establece un paralelismo entre
la tectónica de la ciudad y la situación
estratégica de la parcela. El juego de
colores,
rojo y blanco, enfatiza esta dicotomía entre la
herencia sugerida por el empleo del ladrillo y la tecnología
y modernidad de los nuevos desarrollos urbanos.
La piel
exterior permanece rígida mientras responde,
en el interior, al fluido que aglutina las diferentes
funciones. En los orificios practicados a esta carcasa
es donde resulta posible percibir la naturaleza orgánica
y continua del interior.
En cuanto al programa, la particularidad
de la solución
incluye la posibilidad de unir las dos salas requeridas,
de 1000 y 300 plazas, para espectáculos conjuntos.
El edificio es capaz así de albergar multitud
de eventos diferenciados y se adapta, como una esponja,
a un amplio espectro de situaciones.
Además se
ha previsto la posibilidad de abrir la sala de
conciertos al exterior a través del escenario. Como una puerta,
esta medida complementa el carácter abierto y
permeable del edificio, que permite al usuario pasar
a través de él hacia la plaza, estableciendo
una total continuidad con el espacio público que
lo rodea.
Planos
Realice click en los links para ver los planos.
[1] Implantación
[2] Planta
1
[3] Planta
2
[4] Corte
[5] Esquemas
[6] Croquis
Imágenes
Realice click sobre las imágenes para ampliarlas.
Ver ficha técnica
y datos de contacto al pie de la nota.
Acerca del proyectista
Para más información sobre Menis Arquitectos visite
el sitio web menis.es
English
version
Concerts Hall Jordanek
(Torun,
Poland)
The project for a Concerts Hall in Torun, Poland,
designed by the Spanish architect Fernando Menis, was
a winner
of the the Award for Future Cultural Project at the World
Festival Festival 2010. Torun is known in Poland for
being a small town and cared for. Its well-preserved
historic center, protected by UNESCO, invites strolling
by the cultural tradition that gives fame to it and imagine
the time Copernicus lived there.
Jordanek the plot is on the edge of this bucolic town,
bordering the redevelopment of the city. Next to the
old wall that was converted into a park and now runs
along the middle like a giant green bow, houses a contemporary
art center and buildings representing the city with some
architectural value. The city required the management
of that parcel with a program that includes an auditorium,
a hotel and conference center. It was thus combining
the requirements of the program with some sensitivity
to the delicate environment and cultural landscape in
which the organization is inserted.
Half of the
parcel area is intended to be a park because the proximity
of the green arc imposes the perception
of the intervention as that of a large open space.
In addition, the panoramic view from the river, regarded
as the second "miracle" of architecture and
nature in Poland, must be kept intact so it is essential
that the height of the Auditorium must be the smallest
possible. In addition to meeting the restrictive regulations,
the project should be able to develop enough sensitivity
in order to emphasize surrounding historic values and
respond to new development that articulates.
The Auditorium
will decide the fusion of old and new through the use
of materials. The interior is of made
of brick, a material often found in the façades
of the historic center. The exterior made of concrete
is solved with white concrete, and lets appear the
lining in their holes, like a tear, breaks. The façade
reinterprets the tradition of handmade brick while
establishing a parallel between the tectonics of the
city and the strategic location of the plot. The play
of colors, red and white, emphasizes this dichotomy
between heritage suggested by the use of brick and
modern technology and new urban developments. The outer
skin remains rigid while responding, inside with a
fluid that brings together the different functions.
The holes in this case is where it is possible to perceive
the organic and continuous nature of the interior.
For
the program, the peculiarity of the solution includes
the possibility of joining together the two rooms required,
in 1000 and 300 seats, for big sets for shows. The
building is capable of accommodating to so many different
events and fits, like a sponge, a broad spectrum of
situations. It also provides the possibility of opening
the concert hall to the outside through the stage.
Like a door, this measure complements the openness
and permeability of the building, which allows the
user to pass through it toward the square, making a
total continuity with the surrounding public space.
|