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planos de la obra
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Caja Vital Kutxa, en la entrada principal de su edificio
de la calle Independencia de Vitoria-Gasteiz, tiene
dos estatuas del escultor Joaquín Lucarini con
los nombres de Fortitudo y Temperantia, que son dos de
las cuatro virtudes cardinales.
La Fortaleza supone la
fuerza de ánimo frente a las adversidades de la
vida, la valoración justa de las cosas, tanto
de las que se arriesga, como de las que se espera proteger
o ganar. La Templanza tiene el sentido y la finalidad
de canalizar las tendencias humanas, de conseguir la
sobriedad, la continencia y la moderación.
El lema de la nueva sede corporativa de Caja Vital Kutxa
no está escrito con palabras. Plantea una referencia
conceptual, que resume en una forma
construida, el orden y el caos que confluyen en las creaciones
de la naturaleza y reproduce, con su escala, el paisaje y las masas vegetales
del entorno en el que se sitúa.
En este caso,
el pensamiento que sirve de guía al edificio tiene
que ver con la forma misma del volumen construido y consiste
en transplantar a la imagen exterior, a su planta y a
su fachada, el código genético de un organismo
vivo.
Criterios urbanísticos y paisajísticos
La
geometría celular se ha llevado al extremo
y por eso, el edificio, respetando a la biología
como ciencia generadora de la forma, reproduce
con su planta, uno de los elementos más importantes del
núcleo de una célula: el cromosoma.
La sede
de Caja Vital Kutxa está situada en un
entorno medioambientalmente privilegiado, los humedales
de Salburúa, con zonas de nidificación
de aves y un parque urbano importante, primer eslabón
del Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz.
Las ideas inspiradoras
de la ordenación de la
zona en la que se asienta el edificio no son propias
de la disciplina urbanística. Las parcelas edificables
toman su silueta de la biología. Tienen por tanto,
la consideración de organismos celulares, de gotas
de agua sobre el plano.
No habría sido razonable
producir un desarrollo cartesiano del sector, de acuerdo
con principios estrictamente racionales. Una ocupación
del entorno, según el modelo del Ensanche tradicional,
habría entrado en conflicto con la armonía
natural del conjunto.
De la misma manera que algunas células forman
parte de un tejido, el interior del núcleo celular
contiene un cierto número de cromosomas, variable
según el tipo de organismo de que se trate.
En
este caso, la planta del edificio representa
un cromosoma con los brazos unidos por su parte central, con una disposición
longitudinal que sigue la orientación este-oeste.
El dibujo del cromosoma, con su clásica silueta
en H, ha servido perfectamente como modelo para la planta
de un edificio de oficinas contemporáneo.
La nueva
sede de Caja Vital Kutxa aparece como un volumen
bajo,
de menos de 15 metros de altura, alargado,
con cuatro brazos y con un espacio
central en el que se sitúa
el vestíbulo de acceso, como órgano vital
o corazón del edificio.
Cada uno de los módulos
tiene la máxima luz razonable sin soportes intermedios,
que permiten los sistemas constructivos actuales a base
de placas aligeradas.
Uno de los brazos se eleva sobre
el terreno con un vuelo de 26 metros y consigue que el
edificio despegue del suelo, simulando un organismo en
movimiento.
Criterios estéticos y compositivos
La
fachada del edificio se inspira también en
las formas orgánicas que configuran el entorno
y recupera dos ideas generadoras: la directriz
vertical
y la sensación de movimiento.
La directriz vertical
se refiere a los troncos de los árboles
que delimitan los humedales de Salburúa y que
forman un telón, una verdadera barrera visual
frente a la ciudad que crece a lo lejos.
En la zona oeste
del parque de Salburúa existe una chopera, creada
por la voluntad del hombre, que se impone al paisaje
con un fuerte ritmo vertical. Los juegos de luces y sombras
entre los troncos ayudan a reforzar la verticalidad.
El nuevo edificio de Caja Vital Kutxa tiene la misma
escala y proporción que estas masas de chopos
del entorno.
Los juncos de las balsas, movidos por el
viento, caracterizan al humedal. La fachada del edificio
de Caja Vital Kutxa
trata de reproducir también esta sensación
de movimiento.
Lo difícil, para representar el
movimiento, es hacerlo mediante una imagen única.
El mecanismo, que se ha empleado habitualmente en el
mundo del arte para dar sensación de movilidad
a un lienzo, sin la intervención de la dimensión
temporal, es el quiebro de la imagen y la superposición
en varios planos de una misma figura repetida. Con esta
idea trabajó Marcel Duchamp en su obra "Desnudo
bajando una escalera".
Los soportes de fachada son verticales,
quebrados y están asociados por parejas, para recuperar igualmente
en el alzado, la figura del par de cromosomas, y redondear
así el pensamiento de que la planta del edificio
y su fachada tienen un mismo elemento generador.
Criterios
conceptuales
La fachada del edificio se desdobla
en dos capas situadas en distintos planos.
La primera
capa está formada
por la estructura metálica de acero inoxidable
pulido mate, que recuerda a la directriz vertical de
los árboles del entorno. Constituye el esqueleto
del edificio.
La segunda capa es la que lleva consigo
la verdadera esencia del cerramiento, que se disuelve
en el espacio
por los reflejos ocasionados por los distintos planos
de vidrio negro.
Es un paño terso de vidrio oscuro,
que deja en el centro las ranura continuas y menos opacas
por donde el edificio mira al exterior. De día,
través de unas bandas en el muro, se puede apreciar
el interior y por la noche, esas aperturas se convierten
en los ojos iluminados del organismo.
El patio ocupa un
lugar central. Los elementos de acero inoxidable le aportan
una verticalidad importante, pero
contrastada también por la superficie
horizontal del pavimento de grava negra, que se refleja en ellos.
La
visión desde el interior quiere parecerse
a la imagen que se tiene desde dentro de un parque. Una
vista tamizada por las luces y sombras de
los troncos,
abrigada por la protección natural de los árboles.
En este caso, los árboles son artificiales y están
representados por los soportes quebrados de acero inoxidable.
El
núcleo central, el vestíbulo del edificio
es el corazón del organismo, que late
en un color rojo intenso, a través de las vidrieras del artista
Javier Pérez.
Se ha conseguido así una
cuidadosa integración entre arte y arquitectura,
evitando añadidos decorativos al edificio.
Criterios
constructivos
El sistema constructivo del edificio
tiene dos planteamientos diferentes según cada módulo.
En los tres
brazos donde el edificio se asienta sobre el terreno,
la estructura de fachada es portante y los elementos
metálicos quebrados son unos soportes
pareados de estructura de acero, revestidos
con chapa de acero inoxidable que sustentan el edificio.
Por medio de unos
conectores se unen a una viga cajón que recorre
el perímetro del edificio. Esta viga metálica
de borde recoge los apoyos de las placas alveolares de
17 metros de longitud que forman el suelo de cada planta.
El
vuelo, en el brazo suroeste, se resuelve de otra manera.
En este caso, los elementos de fachada no son
portantes, sino un añadido a la fachada, son decorativos.
Existe una estructura metálica triangulada interior
que es la que soporta realmente el voladizo. Los elementos
de fachada van anclados a esta estructura interior y
sólo aguantan su propio peso.
La carpintería de los huecos es doble. Por el
interior, una carpintería de aluminio con aperturas
y vidrio transparente.
Por el exterior, el vidrio es
templado, sin perfiles, de color negro y deja una separación
entre lunas para poder ventilar.
Esta piel exterior de
vidrio negro proporciona uniformidad y abstracción
al edificio, ya que hace desaparecer las líneas
horizontales de los pisos y consigue que se pierda la
escala.
Los elementos inoxidables de fachada van separados
del muro de cerramiento, dejando espacio para una galería
de mantenimiento con una pasarela de rejilla. En el caso
de las escaleras de evacuación de las plantas
superiores la separación entre estructura y fachada
aumenta hasta dejar anchura libre para una vía
de evacuación.
Las cubiertas son planas y están ejecutadas
como cubiertas invertidas sobre las que se asienta toda la
maquinaria que hace funcionar al edificio, todos sus órganos
vitales. Por encima de la cubierta se ha construido un
entramado de estructura de acero y mallas, que protege
de las vistas a la maquinaria y a las instalaciones.
La
forma natural es una mezcla
de norma y accidente, de
modelo repetitivo y de diferente excepción,
que surje en el universo como una construcción
de espacio y materia.
Con este edificio, con esta arquitectura
hemos intentado reproducir de manera artificial
la sencilla complejidad de las leyes de composición que siguen
las formas naturales.
Planos
Realice click en los links para ver los planos.
[1] Planta
implantación
[2] Planta
primera
[3] Sección
1
[4] Sección
2
[5] Alzado
norte
[6] Alzado
sur
[7] Axonométrica
estructura
Imágenes
Realice click sobre las imágenes para ampliarlas.
Ver ficha técnica
y datos de contacto al pie de página.
Acerca de los proyectistas
Para más información sobre Mozas Aguirre Arquitectos visite
el sitio web mozasaguirre.com
English
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Vital Building (Vitoria-Gasteiz,
Spain) by Mozas Aguirre Arquitectos
This is the headquarters
for the local savings bank.
The building reproduces
the scale of the surrounding small woods, a park of
the Natura 2000 networking programme.
The floor plan has a chromosome shape with four arms.
The structural concept is based on pairs of exterior
metal supports, clad in stainless steel composite panels.
One of the arms has been conceived as a 26 metre cantilever.
In this case the concept changes and the pairs do not
have any structural function.
A double height
hall located in the heart of the building has its two
façades enclosed by a work of art.
They have been constructed with bright red polyurethane
panels with a manually painted biological pattern.
The idea is to identify the building as a live organism
in motion.
A black skin made of glass protects the
inhabited spaces behind the stainless steel pairs.
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