El proyecto del hotel
se desarrolló sobre una superficie de 14 hectáreas,
las cuales forman parte de un bosque de Encinos.
En la parte baja de la cañada se ubica un estanque, cuya alimentación
proviene de manantiales aledaños. Al alcanzar el nivel máximo
del dique, el flujo acuífero continua su camino hasta llegar a
lago de Valle de Bravo.
La conservación de la riqueza natural y el reacondicionamiento
del estanque fueron los factores más importantes a considerar
para el diseño arquitectónico.
Intentar establecer un diálogo entre arquitectura y el entorno
natural. El propósito fue no imponer las construcciones, sino
sobreponer las mismas, evocando una sensación de ligereza y de
temporalidad que fuera armónica con el sitio.
Módulos individuales fueron proyectados para cada uso y fueron
situados de acuerdo a como lo permitiera el terreno evitando afectarlo.
El edificio principal donde se ubican las áreas de recepción,
restaurante, comercios, centro de actividades, alberca y terrazas fue
dispuesto en el corazón del predio, a la orilla del estanque.
Las habitaciones se ubicaron rodeando al edificio principal, en las faldas
de la cañada. Las cinco salas de masaje y el temascal se encuentran
en el área de mayor privacía, a un lado del río
proveniente de los manantiales.
Todas las construcciones con un mismo lenguaje arquitectónico:
estructuras de acero y madera sobrepuestas en el terreno, techumbres
ligeras a base de lona tensada, cristal y materiales naturales que armonizan
con las distintas tonalidades del entorno.
Una red de caminos peatonales une a los distintos edificios y permite
disfrutar los recorridos hacia cada uno de ellos.
La obra obtuvo una Mención de Honor en la Octava
Bienal de Arquitectura Mexicana 2004.
Acerca de los proyectistas
El taller de Gómez Crespo Arquitectos cuenta
con una experiencia exitosa de más de cuarenta años, y
la incorporación de Federico Gómez Crespo, hace unos años,
le ha permitido tener una destacada presencia dentro de las tendencias
contemporáneas. El grupo ha extendido su labor hasta Sudamérica,
donde ha realizado proyectos innovadores, representativos de la arquitectura
mexicana actual.
Su propuesta consiste en generar conceptos de mucha simplicidad, sin
abandonar la intensidad creativa característica de su estilo.
Las constantes son el equilibrio entre función y forma, el diseño
minucioso del detalle y la utilización de columnas, vigas o morillos
aparentes. El elemento que sintetiza sus obras es la composición
de interiores confortables y cálidos logrados con materiales naturales
como maderas y piedra, una notable presencia del agua y el uso de distintas
texturas y juegos de luz y sombra.
Reconocimientos
2004: Mención Honorífica en la Octava Bienal de
Arquitectura Mexicana con el Proyecto del Hotel Rodavento, ubicado en
Valle de Bravo, México DF. Elaborado en colaboración con
el Arq. Waldemar Franco Sol.
2005: Primer lugar con el proyecto de CASA SP. Concurso Iconos
del Diseño, de Architectural Digest, categoría Arquitectura
Residencial.
Trabajos más destacados
Hotel Rodavento (Valle de Bravo, Estado de
México), Casa SP (México DF), Casa Coyoacan
(México DF), Casa Los Encinos 1 (Estado de México),
Casa Los Encinos 2 (Estado de México), Casa
Brisas 1 (Acapulco, Guerrero, México), Casa
GM (México DF), Casa MB (Santiago de Chile,
Chile), Casa YR (Santiago de Chile, Chile)
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