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Ficha técnica
Obra: Casa en la Playa (vivienda de veraneo)
Ubicación:
Mar Azul, partido de Villa Gesell, provincia de Buenos
Aires, Argentina
Arquitectos: María Victoria Besonías,
Luciano Kruk
Colaboradores: Sebastián Indri, arq. Leandro
Pomies
Superficie del terreno: 950 m2
Superficie construida: 181 m2
Año de construcción: 2008/2009
Contacto
Web: http://www.bakarquitectos.com.ar
Acerca de los proyectistas
BAK arquitectos, es un estudio integrado por los arquitectos María Victoria
Besonias, Guillermo de Almeida y Luciano Kruk.
Los tres titulares cuentan con experiencia como docentes de arquitectura, de
forma que cada nuevo encargo resulta una oportunidad para poner en práctica
el enlace entre teoría y producción como una forma de trabajo
superadora del encasillamiento al que muchas veces somete el ejercicio de la
profesión.
De esta manera desde que el encargo se presenta se inicia una búsqueda
de soluciones con el acompañamiento de reflexiones encuadradas en unos
pocos principios básicos:
- Aplicar el sentido común en cada una de las etapas de creación
y concreción de una obra.
- Apelar a formas simples y a un repertorio acotado de materiales no solo como
elección estética sino como principio ético de valorización
de un uso consciente de los recursos disponibles.
- Que la condición física, tangible de la arquitectura es parte
de su esencia y por lo tanto está presente como concepto desde el origen.
- Que la producción de la arquitectura no puede confiar en la apariencia
de la imagen, sino que es su presencia física la encargada de otorgarle
sentido y carácter emocional a los espacios.
- Que la calidad estética debe encontrarse en lo esencial de la arquitectura
y en un paulatino y meticuloso despojarse de lo que no lo es.
- Que la realidad no se viva como una impureza que opaca nuestra creación
sino como la oportunidad y también el desafio donde se referencia la
producción arquitectónica.
- Descreer de la especialización y por el contrario promover, en la
medida de lo posible, nuevos temas de investigación y realización.
- Creer que no existen los temas de arquitectura menores. Una vivienda mínima
o un edificio complejo requieren del mismo entusiasmo para ser proyectados
y demandan parecida energía para ejecutarlos.
- Confirmar con cada encargo que la labor del arquitecto es resolver problemas
de diferente complejidad y que la respuesta debe integrar temas éticos,
estéticos, espaciales y constructivos.
La arquitecta María Victoria Besonías nació el
18 de octubre de 1947 en Madrid, España. Recibida en la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de la UBA en 1975. Es profesora adjunta de la FADU,
UBA. Ha dado conferencias y participado en congresos como expositora. Es miembro
del Cuerpo de Jurados del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos
Aires. Es integrante de la Comisión de Ordenamiento Urbano del Municipio
de Morón. Ha sido asesora en temas urbanísticos y en concursos
de arquitectura. Participó como invitada conferencista en la Bienal
de Brasilia 2006. Invitada al ciclo de conferencias 2007 organizado por CPAU
joven.
El arquitecto Guillermo de Almeida nació el 12 de noviembre
de 1945 en Buenos Aires. Recibido en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo
de la UBA en 1975. Ha sido docente de la Universidad de Buenos Aires y profesor
asociado de la Universidad de Morón en el área de Arquitectura.
Ha dado conferencias y participado en congresos como panelista y expositor.
Ha sido miembro del Consejo Superior del Colegio de Arquitectos de la Provincia
de Buenos Aires y es miembro del Cuerpo de Jurados de la misma institución.
Participó como invitado conferencista en la Bienal de Brasilia 2006.
Invitado al ciclo de conferencias 2007 organizado por CPAU joven.
Ambos ejercen la profesión en su estudio independiente desde el año
1975. Asociados con el arquitecto Julián Sirolli hasta 1995 y desde
el año 2000 con el arquitecto Luciano Kruk. Han realizado numerosas
obras de variados temas de arquitectura, algunas de importante impacto urbanístico.
Son autores de un edificio de Viviendas Multifamiliar premiado en su categoría
entre edificios de la Provincia de Buenos Aires por el Colegio de Arquitectos.
También han sido premiados por su labor como investigadores y como participantes
en concursos de arquitectura, regionales, nacionales y del exterior.
El arquitecto Luciano Kruk nació el 20 de julio de
1974, en Buenos Aires. Recibido en la FADU, UBA en el año 2000. Es docente
de Arquitectura de la UBA. Es miembro del Cuerpo de Jurados del Colegio de
Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires. Ejerce la profesión como
arquitecto integrante del estudio BAK arquitectos desde el año 2000.
Ha recibido premios por su labor como participante en concursos de arquitectura
nacionales y del exterior. Invitado al ciclo de conferencias 2007 organizado
por CPAU joven. Invitado conferencista en la Expo Diseño Patagonia 2007
organizada por TVD canal 7 de Neuquén. |
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Ver
planos de la obra
Esta obra es el resultado de un proceso que se inicia
con la construcción de una vivienda en
una zona de ese balneario dominada por un denso bosque
de coníferas.
De ahí la necesidad de contar con esos antecedentes
para comprender lo esta casa propone.
Construir en el bosque
Proponer alternativas que garanticen la supervivencia
de los entornos naturales
Mar Azul es un lugar que conocemos hace muchos años
por esa razón cuando en el 2004 construimos la
primer obra sabíamos que teníamos que intervenir
en un territorio que a pesar de su gran valor paisajístico
nunca contó con un sostén legal que resguardara
ese patrimonio de la voracidad de los que lotean con
un único objetivo: sacar la mayor renta de la
tierra. Que tampoco cuenta con un código que,
comprendiendo la lógica de ese entorno privilegiado,
reglamente resolviendo el desajuste entre ese loteo inapropiado
y las posibilidades de construir sin que se pierda la
calidad ambiental del sitio. A esta situación
descripta se le suma como agravante la proliferación
de una tipología "casa pintoresca en un
lugar de fantasía", que paulatinamente va "domesticando"
ese bosque, dueño aún, de una potente presencia
agreste. Operar en ese sitio significó entonces
asumir sus desajustes como un desafío y ver, hasta
dónde, los arquitectos podemos hacer un aporte
alternativo.
La respuesta fue la proposición de una arquitectura
de mínimos recursos tanto materiales como formales,
no sólo como elección estética sino
como principio ético de valorización de
un uso más racional de los variados recursos disponibles.
Esa arquitectura despojada debía incorporarse
al paisaje con voluntad de pertenencia, buscando integrarse
a esa realidad preexistente. Para que esto suceda es
necesario "saber escuchar" lo que el sitio
comunica de manera que los primeros acercamientos deben
estar libres de prejuicios respecto del mismo para poder
captar no sólo los datos tangibles y por lo tanto calificables
y mensurables, sino aquellas atmósferas que el
lugar brinda y que sólo podremos percibir si nuestra
mirada está libre de preconceptos sobre el mismo.
Esto quiere decir practicar el ejercicio de "ver
por primera vez". Considerar los datos, dejarse
invadir por esas sensaciones que el lugar suministra
e imaginar como el propio proyecto los capitaliza, es
fundamental para que arquitectura y paisaje puedan fundirse.
Habíamos practicado este ejercicio (casi como
un vicio profesional) veraneando en Mar Azul en reiteradas
oportunidades, de manera que valorábamos la potente
presencia paisajística de su bosque, las sensaciones
que suministran sus continuos cambios en el tiempo, pero
además habíamos experimentado el microclima
que provee: la atenuación de los fuertes vientos
marinos que se producen debajo de los árboles,
la sombra constante que estos suministran protegiendo
del calor en verano aunque produciendo un ambiente muy
húmedo en invierno, y algo que para nosotros fue
determinante en la toma de decisiones a la hora de proyectar,
el hecho de que bajo los pinos se ve reducida notablemente
la cantidad de luz durante todo el año. También
sabíamos que el bosque no requiere de mantenimiento,
salvo remover la vegetación seca, si no se introducen
nuevas especies que rompan esa armonía.
Aprovechar
lo que el ambiente ofrece
Reconocer este particular microclima fue determinante,
(junto con el bajo presupuesto disponible y la necesidad
de mantenimiento nulo de la casa) de las decisiones
estético/constructivas que definieron la obra.
La necesidad de captar la luz dio lugar a concebir
esa primer obra como un "semicubierto" y
resolverla entonces con grandes paños de vidrio
que desde adentro posibilitaran vistas en todas direcciones
y desde afuera reflejaran el paisaje haciendo que
la casa se mimetizara con el mismo. La necesidad
de acelerar los plazos de ejecución de la
obra y evitar su mantenimiento posterior nos decidió a
construir con hormigón a la vista. La sombra
reinante por otro lado nos permitía utilizar
este material ya que la misma suministra suficiente
protección térmica desde la primavera
hasta entrado el otoño. Su acondicionamiento
para el invierno no era demasiado relevante (aunque
por supuesto estuvo previsto) ya que su uso es muy
limitado dada su condición de casa de veraneo.
La aislación hidrófuga se resolvió con
un hormigón de gran compacidad y con un estudio
de la forma de la envolvente para que la evacuación
del agua de lluvia se realizara muy velozmente.
Usar de
manera sensata los recursos disponibles
La calidad expresiva del hormigón visto y sus
propiedades de resistencia e impermeabilidad ya mencionadas,
hicieron innecesario cualquier tipo de acabado superficial,
lográndose un bajo costo de ejecución
en las terminaciones sin necesidad de mantenimiento
futuro. Por otro lado el color y la textura del hormigón
realizado con encofrado de tablas de madera resultó de
una presencia contundente y mimética a la vez,
permitiendo que la obra se exprese en armonía
con el paisaje. Es síntesis, una envolvente
de dos únicos materiales -hormigón y
vidrio- resuelve la integración con el
paisaje y da respuesta a los temas formales, estructurales,
funcionales, de terminaciones y de mantenimiento.
Con idéntico criterio, la resolución
de las actividades al aire libre fue el resultado de
realizar
la menor operación sobre ese ambiente. Se evitó todo
tipo de ajardinamiento no sólo por la comodidad
de no mantenerlo sino para evitar dejar expresado límites
innecesarios en un paisaje por ahora poco construido,
ni sectores contrastantes con las características
paisajísticas del este ambiente privilegiado.
Nos gusta esa marcada homogeneidad del bosque de coníferas
sólo interrumpida de tanto en tanto por alguna acacia
y pastizales de nuestra pampa que son por otra parte
la vegetación dominante en los médanos
próximos al mar.
Construir en la playa
Nuestra primer obra de hormigón en Mar Azul
tuvo buena aceptación y luego de varios encargos
de casas con la misma materialidad ubicadas siempre
en el bosque, nos llega este pedido de una nueva vivienda
también de hormigón pero a pocos metros
de la playa. Dudamos, en un comienzo, de la validez
de utilizar el mismo sistema estético constructivo,
ya que había surgido tan conectado al ambiente
que le dio origen, pero finalmente convenimos que podíamos
estudiar las adecuaciones necesarias que hicieran factible
su utilización en otro muy diferente: los médanos
que ponen fin a la playa. Era fundamental optimizar
la aislación térmica en un lugar sometido
a la intensidad de los rayos solares en verano y en
invierno, a un frío húmedo y a fuertes
ráfagas de viento y lluvia.
El recurso para
posibilitar la adaptación fue proponer una vivienda
en donde los techos fueran expansiones de diferentes
ambientes, realizadas con decks de madera apoyados
sobre las losas, de manera que a la vez que permiten
el desarrollo de diferentes actividades al aire libre,
cumplen el rol de "sombrilla" que protege
de los rayos solares (como lo hace el bosque en las
otras casas). También debíamos controlar
desde la propuesta, el efecto de encandilamiento que
dichos rayos producen al reflejarse en la arena.
Decidimos
que no era conveniente hacer aberturas de piso a techo
y que debían estar protegidas por aleros además
de tener control sobre su tamaño y posición
en relación con el barrido del sol y los vientos
dominantes. Con estas premisas fundamentales encaramos
el proyecto de la Casa en la Playa.
El lugar
El terreno de 20m x 47m sobre el que debíamos
intervenir se encuentra a escasos metros del médano
que pone límite a la playa aunque con una casa
lindera de gran tamaño que obstruye en parte
las visuales al mar. El resto de las vistas, libres
de edificaciones cercanas, permiten el disfrute de
una vegetación baja, de acacias y tamarindos,
por la que se asoma el mar por un lado y se insinúa
el bosque por el otro El terreno posee la particularidad
de presentar en el centro y en toda su longitud a manera
de cresta una elevación de casi 3 metros respecto
de sus laterales. Esta singularidad y la necesidad
de elevar la edificación por encima de la cota
natural del lote para tener vistas al mar fueron determinantes
de la propuesta.
El encargo
Los comitentes, un matrimonio joven con tres hijos
pequeños, acostumbrados a recibir huéspedes
llegaron al estudio requiriendo una vivienda de hormigón,
"ya que parece necesitar muy poco mantenimiento,
y nos gusta el estilo de las que hemos visto construidas
por ustedes", dijeron. "Necesitamos
una vivienda grande con cinco o seis dormitorios
y generosos
espacios
de reunión pero para realizarla en etapas", agregaron.
Les sugerimos que, ya que la reglamentación
vigente lo permite, evaluaran la posibilidad de construir
dos unidades habitacionales independientes: la casa
principal de un tamaño que hiciera posible
realizarla en una sola etapa y más adelante otra
para huéspedes. Conformes con esta propuesta
y con la solución estético constructiva
que viene realizando el estudio para las demás
casas de veraneo en el bosque de ese balneario, los
clientes sólo condicionaron el proyecto requiriéndonos
que sacáramos el mayor provecho de la ubicación
tan próxima a la playa para que los ambientes
principales de la casa así como sus expansiones
disfrutaran de vistas al mar.
El programa
El pedido para la primera etapa fue de una casa con
un dormitorio principal con baño privado,
dos dormitorios para los hijos con un baño
para compartir y una habitación de servicio
o huéspedes también con su baño.
Estar comedor y cocina integrados, parrilla y terrazas
de expansión, una cochera semi-cubierta y
un lugar cerrado como depósito general y guardado
de un cuatriciclo.
La propuesta
Concentramos nuestra búsqueda de soluciones
tratando de conseguir acomodar este programa a esa
topografía y ambiente particular, buscando las
vistas al mar sin que esto implicara realizar importantes
modificaciones al perfil del médano. En relación
con el barrido del sol y los vientos dominantes, la
vivienda debería abrirse hacia el frente orientado
al NE y controlar sus aberturas hacia el fondo, orientado
al SO y expuesto a fuertes vientos. La fachada lateral,
hacia el SE, a pesar de estar sometida a la lluvia
y también al viento, debía contar con
importantes paños de vidrio para poder ver el
mar.
Con estas premisas y trabajando sobre el corte
transversal del terreno, observamos que si colocábamos
la planta principal de la casa como un prisma montado
perpendicularmente en la cresta del médano,
desde uno de sus extremos conseguíamos vistas
al mar, mientras que en el contrario y por debajo,
se podía crear una planta de acceso casi a nivel
de la calle y en la misma ubicación y por encima
de este prisma principal contar con otra planta que
bien podía ser el dormitorio del matrimonio
y su baño privado con una gran terraza con vistas
generosas a todo el entorno. La escalera que por lógica
organiza los tres niveles decidimos que se transformara
en un lugar protagónico, de ahí su ubicación
estratégica y su estudiado tratamiento espacial
con un énfasis puesto en la entrada de luz y
las vistas que van generándose en su recorrido.
La propuesta de forestación, siguiendo el criterio
de mínima intervención en el paisaje,
consistió en proyectar unos muros de contención
de durmientes de quebracho que ayuden a contener el
médano para permitir que vuelvan a crecer los
pastizales del lugar.
La organización funcional
Después de salvar la diferencia de altura entre
la calle y el nivel de acceso con la ayuda de unos
durmientes de quebracho que permiten fijar el médano,
se accede a la vivienda a través de un semicubierto
(que puede usarse como cochera) donde se destaca un
muro de tablas de quebracho formado por los portones
que cierran el deposito y guardado de cuatriciclo,
y también la puerta de entrada.
En este nivel
se encuentra un pequeño hall, la habitación
de huéspedes con su baño y la entrada
interna al depósito y lavadero. Ascendiendo
por la escalera entre muros de hormigón se llega
a la planta principal de la casa. Esta cuenta
con un estar comedor cocina integrado con expansiones
hacia el frente y el fondo del lote y dos dormitorios
para los hijos con un baño para ese nivel. En
paralelo con la primera escalera se desarrolla la que
conduce al último nivel de la vivienda. Por
esta se llega a un pequeño hall desde el cual
se puede acceder a una gran terraza al frente y otra
hacia
el fondo y también al dormitorio principal con
su baño integrado. Este ambiente tiene vistas
destacadas hacia la playa y a través de una
generosa abertura se puede salir a la terraza principal
desde la cual puede disfrutarse de vistas hacia todo
el entorno.
La solución estructural
Toda la vivienda está resuelta con tabiques
y losas de Hº Aº. La versatilidad de este
sistema constructivo nos permitió resolver el
importante voladizo del semicubierto de acceso al dejar
sin apoyo uno de sus vértices, ya que juzgamos
importante para el proyecto que no quedaran expresados
hacia el frente los tres niveles que la casa posee.
También recurrimos a un importante voladizo
en el extremo opuesto, donde el médano baja
abruptamente, para que la casa se apoye sin modificar
su perfil natural.
La construcción
Se utilizó el mismo tipo de hormigón
de las obras en el bosque de Mar Azul (H21 con el agregado
de un fluidificante), una mezcla con escasa cantidad
de agua que al fraguar resulta de mucha compacidad.
Gracias a este procedimiento la calidad expresiva del
hormigón visto resultante y sus propiedades
de resistencia e impermeabilidad, hacen innecesario
cualquier tipo de acabado superficial, lográndose
también, un bajo costo de ejecución en
las terminaciones y un mantenimiento futuro innecesario.
La adecuación del sistema constructivo utilizado
en el bosque, a los efectos de optimizar la aislación
térmica en este nuevo ambiente, sometido en
verano a la intensidad de los rayos solares y en invierno
a un frío muy húmedo y a fuertes ráfagas
de viento y lluvia, fue utilizar como cubierta final,
como ya dijimos, los "deck-sombrilla".
Estos están armados con tirantes de madera fijados
a la losa sobre los que se apoyan las tablas, de manera
que entre estas y el techo de hormigón
queda un espacio por el que corre el aire. Por otro
lado, para mejorar la aislación térmica
de los tabiques exteriores se construyó, en
la parte interior, un muro de ladrillos huecos revocado
y pintado y además se previó en todos
los ambientes ventilación cruzada para que la
brisa marina los refresque en los días de alta
temperatura y no sea necesario recurrir a sistema de
acondicionamiento de aire. Las aberturas, de aluminio
anodizado color bronce oscuro, se realizaron de abrir
en lugar de corredizas para evitar la acumulación
de arena en las guías y se utilizó doble
vidrio con cámara de aire para optimizar la
aislación térmica. La calefacción
de esta vivienda, dado que no existe gas natural en
la zona, se resolvió con un sistema que combina
salamandra, estufa a gas envasado y placas calóricas
eléctricas.
Los escasos tabiques interiores son de ladrillos huecos
revocados y pintados con látex blanco. Los baños
tienen revestimiento de cerámica esmaltada en
los muros que no son de hormigón. El piso es
de paños de cemento alisado divididos por planchuelas
de aluminio. El encuentro entre muros y suelo se resolvió con
un perfil rehundido de aluminio a manera de zócalo.
Mobiliario
Diseñado por el estudio, es una combinación
de equipamiento fijo realizado en hormigón y
muebles trasladables de madera recuperada de pino canadiense
proveniente de cajones de embalaje de motores. Son
de hormigón: la mesa (resuelta como una losa
unida al tabique que separa el comedor y la cocina),
los planos de apoyo del estar, la leñera, y
todos los placares de los dormitorios.
Planos
Realice click en los links para ver los planos.
[1] Planta
acceso (-2,56)
[2] Planta
principal (0,00)
[3] Planta
dormitorio (+2,78)
[4] Corte
1-1
[5] Corte
2-2
[6] Corte
3-3
[7] Vista
NE
[8] Vista
NO
[9] Vista
SO
Imágenes
Realice click sobre las imágenes para ampliarlas.
Ver ficha técnica y datos de contacto al pie de página.
Acerca de los proyectistas
Para más
información
sobre BAK arquitectos visite el sitio web bakarquitectos.com.ar
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