En su sexto año como expositora
en Casa Foa, la Arq. Diana Reisfeld realiza
el espacio
33, Living con toilette.
Se trata de una
composición dominada por el blanco, combinado
con tonos grises y metálicos, logrando un resultado
diáfano y escenográfico.
La propuesta del Estudio Diana Reisfeld para esta edición
de Casa Foa
2008 es una composición de blancos -una paleta que incluye grises y tonos
metálicos- y un juego escenográfico de velos que virtualmente desmaterializan
el espacio.
La Arq. Reisfeld explica: "Este año propongo un espacio
muy blanco y luminoso continuando la búsqueda cromática de mis últimos
trabajos en Casa Foa, y en donde equilibro lo clásico y lo contemporáneo.
La caja espacial y las paredes están dominadas por el blanco mientras
que los pisos son de madera natural muy clara. A ello se suma una altísima
chimenea de mármol gris que domina la composición del living junto
a un gran estante de laca blanca que se yuxtapone con el volumen del hogar”.
"El equipamiento -continúa- está protagonizado
por un gran sillón en L de género natural,
acompañado por dos pequeños sillones artesanales
con respaldo, tejidos con un género con entramado
de acero -que es última tendencia-, y unas mesas
con texturas y acabados en laca, metal y madera natural.
El conjunto está teñido con pinceladas
de gris, similar al tono del mármol del hogar,
y detalles en acero.
La calidez está dada por
los aportes en madera y el diseño lumínico.
Cerca de la ventana se creó un desnivel con una
zona de relax que incluye una chaise longe muy cómoda,
indicada para contemplar el pequeño jardín
moderno y el paisaje del puerto de Tigre que se trasluce
tras un juego de velos".
"En este espacio, la
circulación prevista
para el público delimitaba naturalmente un pequeño
sector que aproveché para ubicar un toilette lineal,
donde se dividieron tres ambientes, colocando una mesada
central de mármol panda gris que separa a un lado
una plaza seca y, al otro, un sanitario, ambos con paredes
de vidrio. Por último, la presencia del arte se
luce a través de una escultórica araña
-que domina el ambiente-, fotografías en blanco
y negro -de Matilde Marín- y adornos de cerámica
y cristal".
El resultado es una composición
musical en donde los tonos grises y metálicos
remiten a una melodía central marcada principalmente
por la armonía del blanco.
|