Colaboradores de AkzoNobel llevan color al Comedor Sagrada Familia.

AkzoNobel, la compañía global más grande de pinturas y recubrimientos del mundo y el mayor productor de especialidades químicas, llevó color y compromiso al Comedor Sagrada Familia, a través de su marca premium Alba, líder de pinturas para el hogar y obra.

La acción se enmarca en el programa de voluntariado corporativo que implementa la empresa a nivel mundial, Community Program. El mismo tiene como objetivo principal contribuir con el desarrollo de las comunidades en las que está presente otorgando fondos para la realización de proyectos que la beneficien.

Desde hace siete años, la compañía invita a sus colaboradores a que participen del programa de voluntariado, desde el inicio del mismo. En este sentido quienes hacen AkzoNobel día a día, no sólo intervienen en el proyecto al momento de implementar la acción solidaria. Son ellos también quienes presentan a principio de cada año propuestas para transformar y renovar espacios que estén en zonas cercanas a donde la empresa opera. En esta oportunidad fue seleccionada la iniciativa presentada por Jorge Luis Ibarra, quien además de desempeñarse en AkzoNobel como operario del sector Resinas, es también voluntario del Comedor Sagrada Familia.

Sueños en blanco y negro se convirtieron en una realidad en la que el color fue protagonista, aportando sensaciones únicas, y sonrisas compartidas. Colaboradores de AkzoNobel e integrantes del Comedor Sagrada Familia, institución cuya misión es promover el desarrollo humano y mejorar la calidad de vida de personas de bajos ingresos, se unieron para pintar de felicidad el Centro Comunitario.

Educar, alimentar y entretener a pequeños y adultos no es una tarea sencilla. Sin embargo, desde hace 6 años en el Comedor Sagrada Familia, más de 300 personas por día reciben este cuidado y ayuda. Asistencia médica, ropa, capacitación en oficios, actividades que impulsan el desarrollo de habilidades laborales, medicamentos, son algunas de las contribuciones que realiza esta institución para mejorar la vida de quienes más lo necesitan.

La misión del comedor sumada al compromiso de AkzoNobel por contribuir con el desarrollo de las comunidades en las que está presente, se fusionan en un resultado en el que la alegría de los más chiquitos y de los más grandes es el mejor logro.

Fue así que 54 colaboradores de la compañía aunaron sus esfuerzos para generar una transformación que sólo el color puede lograr. Cada uno de ellos contribuyó con el pintado del interior de las instalaciones, así como también interviniendo el exterior con un mural colorido y alegre.

Asimismo el compromiso de AkzoNobel con la comunidad tuvo un efecto multiplicador, haciéndose extensivo a su cadena de valor. En este sentido, dos contratistas de AkzoNobel decidieron ser parte de este proyecto. Uno de ellos fue responsable del mejoramiento y construcción de baños, mientras que otro colaboró con servicio de transporte de todos los bienes necesarios para la implementación de la acción.

Rodolfo Seró, Gerente General de AkzoNobel Pinturas Decorativas manifestó: "El programa de ayuda a la comunidad es una maravillosa oportunidad para poner en práctica nuestros valores y nuestra misión, que es dar color a la vida de las personas. Poder contribuir con la comunidad nos genera orgullo y profundo sentido, mientras que los colaboradores de la compañía disfrutan de una experiencia inolvidable e enriquecedora, cuyo impacto se multiplica hacia dentro y hacia afuera".

Mientras que Ana Rama García D'Ambrosio, Responsable del comedor comunitario declaro: "La ayuda que hemos recibido fue maravillosa. A medida que veíamos como iba quedando todo, no podíamos creer que todo cambiara tanto con el color. Tener este espacio en condiciones es muy bueno para los que trabajamos acá y también para las personas que se acercan, porque les damos un lugar lindo y confortable donde estar".

El programa ya cuenta con 7 años de vida, 2.000 proyectos implementados en 50 países y más de 9.000 voluntarios activos repartidos por todo el mundo.