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Fotos
[1] Oficinas de Google
[2] Oficinas de Campari
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El cambio de las tendencias
en espacios de oficinas se ha acelerado por las nuevas
modalidades
de trabajo, motorizadas principalmente por el avance
de las tecnologías de la información. "Actualmente
las razones de peso para que una organización
tome la decisión de cambiar son el ahorro de espacio,
la reducción de los costos de operación,
el aumento de la productividad y los beneficios ambientales",
explica el Arq. Víctor Feingold, Presidente ejecutivo
de Contract, empresa líder en servicios de arquitectura
corporativa y comercial. Además, destaca una
nueva modalidad de negocios -la oficina flexible- que
reduce en un 30% los costos de operación y cerca
de un 40% las superficies.
Cada vez son más las empresas que a la hora de relocalizar
sus sedes, tienen en cuenta cuestiones tales como los altos
costos de la propiedad, operación, el ahorro energético
y los problemas generados por el tránsito. Además,
los cambios tecnológicos permiten a las personas
trabajar en cualquier momento y lugar, residiendo menos
tiempo en sus puestos de trabajo, por lo que la ocupación
real de las oficinas es cada vez menor.
Contract, empresa
especializada en servicios de arquitectura corporativa
y comercial, ofrece una respuesta espacial a esta nueva
modalidad en los negocios, la oficina flexible. Se trata
una tendencia que apunta a la sectorización del
espacio y su adecuación a usos específicos,
adaptándose a las nuevas formas de trabajo condicionadas
por la tecnología y la movilidad de los empleados.
Asimismo, promueve la adaptación del espacio a las
necesidades reales de utilización reduciendo los
costos de operación de las compañías
asociados a los alquileres, el mantenimiento, los servicios
de limpieza y los consumos energéticos.
El Arq. Víctor Feingold, Presidente
ejecutivo de Contract, explica que en la actualidad, la
flexibilidad
y el trabajo flexible son términos utilizados para
describir una amplia gama de estilos de trabajo y prácticas
de empleo. "El término se utiliza para describir
todo tipo de labor que difiera de la tradicional jornada
de tiempo completo en un mismo espacio físico. Pero
por sobre todas las cosas, el concepto de trabajo
flexible descansa en la idea de que el trabajo es lo que
las personas
hacen, no el lugar donde lo hacen. Es decir, que el esfuerzo
está orientado a alcanzar determinados objetivos
y es el trabajador quien decide cuál es el lugar
más adecuado para desarrollar su actividad en cada
momento. Sin embargo, la implementación de esta
nueva modalidad laboral requiere de un cambio importante
en la cultura de la compañía".
"Para la mayoría de las organizaciones -continúa
Feingold- el mayor obstáculo reside en el hecho
de que los espacios operativos ya no son asignados individualmente
sino que son compartidos. Por ello, los espacios cerrados
se convierten en salas multifuncionales que pueden ser
usadas tanto como despachos, salas de reunión o
de conferencias. Con la ayuda de la tecnología -que
ha hecho menos necesaria la presencia física- la
oficina está deviniendo paulatinamente en un lugar
de encuentro y reunión. El concepto de flexibilidad
implica que el espacio se adaptará siempre
a las necesidades cambiantes de la empresa y de sus empleados,
proporcionándoles una variedad de ámbitos
donde desarrollar su actividad, con múltiples recursos
y en consecuencia, una mejor calidad en los servicios y
en la productividad", concluye.
Los cambios en la manera de trabajar se reflejarán
no sólo en el diseño del espacio, sino también
en el diseño del equipamiento. El objetivo del diseño
estará orientado a estimular la creatividad de sus
ocupantes, generando espacios que favorezcan los encuentros
ocasionales, las reuniones informales, el trabajo en equipo.
Los límites físicos de las oficinas pueden
cambiar, pero la infraestructura para el trabajo colectivo
y la colaboración, tanto física como virtual,
seguirá siendo necesaria. Además, los indicadores
económicos también representan una variable
a tener en cuenta, ya que se estima que los costos de operación
de las empresas que adoptan el modelo de oficina
flexible se ven reducidos en un 30% en relación con el modelo
de oficina tradicional. Al mismo tiempo, la superficie
necesaria para su operación se reduce en un 40%
y los costos de equipamiento, en un 30%. Pero el dato más
interesante es que en este nuevo entorno se logra un alto
grado de satisfacción, productividad y retención
del personal, aspectos tan importantes como lograr costos
competitivos.
El papel de la tecnología y el medio
ambiente
El concepto de oficina flexible implica
contar con tecnologías
para la independencia entre el trabajo y el
lugar donde este se realiza. Para ello, es necesario
contar con recursos
como el acceso a Internet y a las aplicaciones de forma
remota, ofreciendo el acceso inalámbrico en un
entorno móvil. Las tecnologías
de comunicación
en las que se apoyan estos entornos permiten ahorrar
espacio de archivo físico con dispositivos de
escritorios llamados clientes ligeros -thin client- en
lugar de PCs o notebooks. Se trata de un módulo
sin disco rígido, que se conecta al servidor de
la empresa a través de la red. La ventaja de estos
clientes radica en su bajo consumo de energía
eléctrica, su bajo costo de mantenimiento y la
centralización de la información.
Desde el punto de vista ecológico, usar
menos espacio reduce al mínimo el impacto ambiental
de una organización. Un edificio que ocupa menos
espacio significa menos uso de energía, menos
emisiones de carbono, menos residuos y menos consumo
de recursos naturales. Además, con una parte de
la fuerza laboral que realiza sus tareas de manera remota,
se podrían evitar los desplazamientos diarios
hacia el lugar de trabajo con el consiguiente ahorro
de energía en transporte y disminución
de la polución, logrando a la vez optimizar el
tiempo y mejorando la productividad. Se estima que el
50% de las emisiones de CO2 de una empresa es generado
por los traslados del personal a su puesto de trabajo
y el 50% restante por el consumo energético de
la sede corporativa. De esta manera, se contribuye con
los criterios de sustentabilidad.
El Arq. Víctor Feingold concluye: "El cambio
en la cultura empresarial es el tema más importante
que debe abordar una organización a la hora de
crear un entorno de trabajo basado en la movilidad
y la flexibilidad. El principal beneficio de adoptar un
espacio de trabajo más flexible y móvil,
es el aumento de la eficacia y la productividad de los
empleados. Pero es fundamental no perder de vista el
ahorro económico asociado a la reducción
de superficie de la oficina -ligada a las nuevas formas
de trabajo que fomentan la mayor movilidad y flexibilidad-,
la reducción en los costos de operación
y las ventajas ambientales".
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