Actualmente, el baño se está convirtiendo
en un lugar de descanso y relajación personal.
Como refugio íntimo de la ajetreada vida cotidiana,
para sentirse acogido y encontrar el equilibrio interno,
la naturalidad y la sensación de protección
gozan de gran prestigio, lo que también modifica
las exigencias en cuanto a confort y ambiente.
¿Qué otro
material sino la madera podría
satisfacer mejor esta exigencia?
Este material natural posee ventajas
que no presenta ningún otro.
Se le puede dar forma
sin problemas y, por consiguiente, se puede adaptar a
cualquier tipo de distribución de baño.
La madera desprende una agradable calidez, aunque también
puede transmitir elegancia y lujo.
Además de crear
un ambiente cálido es extremadamente higiénica y de fácil
mantenimiento.
Como consecuencia, estos
muebles con atractivos tonos madera cada vez tienen una
mayor cabida en lo que siempre ha sido la estancia húmeda
del hogar para aportar su calidez natural.
El elemento de unión en el baño
A
su vez, las superficies de madera funcionan como elemento
de unión confiriendo identidad al espacio: los
lavabos presentan frontales iguales a los de los muebles,
la ducha se reviste a juego y las bañeras se convierten
en una pieza del mobiliario que incluye cajones, estanterías
o repisas forradas de madera.
Adicionalmente, existen
armarios de pared con valioso espacio de almacenaje,
cómodas estanterías de pared y contenedores
con ruedas para facilitar su movilidad en el baño.
De este modo se logra un concepto global armónico
que abarca todos los ámbitos imaginables del baño,
con lo que el diseño del equipamiento del baño
ya no tiene nada que envidiar al resto de la vivienda. ¡El
cuarto de baño está decorado!
La nota de color del baño
No
todas las superficies de madera son iguales.
Totalmente
acorde con el confort, el fabricante de muebles de baño
Duravit apuesta, por ejemplo, por una amplia gama de
los más diversos acabados de madera auténtica,
que abarcan desde el roble claro blanqueado hasta el ébano
casi negro, pasando por el cerezo americano y el palisandro.
Y la opción más actual: el roble
color antracita.
A esto hay que añadirle una gran variedad
de símiles de madera, que van desde el arce
claro hasta el wengé oscuro, pasando por la teca.
Gracias
a esta amplia oferta, los muebles no sólo se integran
a la perfección en los más diversos estilos
de vida, sino que incluso se convierten en la nota de
color del baño.
Tanto si son claros como oscuros,
uniformes o muy veteados, con el color natural de la
madera, el usuario disfrutará durante mucho tiempo
de una completa vida en el baño.
El componente
robusto
Muchas personas siguen pensando que
la madera y la humedad del cuarto de baño se contradicen.
Sin embargo,
en este aspecto, los muebles de baño no son comparables
a los del resto de la vivienda.
Se fabrican exclusivamente
para este ámbito de aplicación y son resistentes
a las salpicaduras de agua y la elevada humedad.
Para que cumplan esta finalidad, el tratamiento y la
elaboración son esenciales.
En los muebles de
Duravit, por ejemplo, los bordes no tienen PVC y son
resistentes al agua gracias a su encolado de poliuretano.
El cuidadoso tratamiento sella las superficies y las
hace repelentes al agua.
Evidentemente, para que la madera
conserve su belleza en el baño durante mucho tiempo,
debe evitarse el contacto directo con el agua durante
un período prolongado.
No obstante, la influencia
ocasional del agua no representa problema alguno.
Es
importante llevar a cabo un mantenimiento adecuado: lo
más sencillo es limpiar los muebles con un paño
húmedo de microfibra y airearlos periódicamente.
De este modo, incluso tras muchos años, continuará disfrutando
de su acogedor cuarto de baño.
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