[Por arq.
Fernando Domínguez] Una
vez adquiridas las variables, debemos revisar que
tipo de expresión le es más conveniente
al dibujo que estamos realizando, con el solo fin
de potenciarlo hasta el extremo, en cuanto medio
comunicativo se refiere.
Al
igual que en las entregas anteriores usaremos esta
clase, para reveer distintas técnicas
de representación, pero en este
caso para los croquis urbanos,
los cuales poseen otro tipo de característica
expresiva.
En general podríamos analizar muchas convenciones formalistas
de dibujo de un espectro tan amplio que casi no permitiría una
certera comprobación, por lo que nos referiremos básicamente al signo
predominante que establece cada croquis, según su concepción,
su atmósfera o su estilo particular con que haya sido planteado.
Cuando hablamos de signo predominante se debe entender la naturaleza
o estructura con que se define a si mismo, ya que la categorización
de croquis es muy amplia: podemos definir croquis en situaciones netamente urbanas
(calles, aceras, etc.) hasta croquis en parajes solitarios, pasando por bocetos
en plazas y parques, los cuales ayudan en grado sumo, al análisis del
espacio, por la gran cantidad de elementos referenciales que aparecen en la escena
(monumentos, fuentes, vegetación, mobiliario, etc.
Pero antes de comenzar el análisis sobre que grafismo conviene más
según sea el croquis, quisiera ahondar en el concepto del signo
del croquis. Analicemos la definición que nos brinda el diccionario: "cosa
que, por su naturaleza o convencionalmente, evoca en el entendimiento la idea
de otra".
Si lo aplicamos al tema que nos ocupa, el croquis urbano, perfectamente podemos
realizar un paralelo: el croquis en si mismo evoca en el entendimiento
del que lo observa la idea de otra cosa, esa otra cosa para nosotros
es la realidad de donde fue tomado el mismo.
Por lo tanto podríamos decir que, según en donde haya sido
graficado
tendremos distintas percepciones del mismo (ver imagen).
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