[Por arq.
Fernando Domínguez] Hoy
agregamos la quinta parte del tratamiento correcto
de texturas, y la implementación de distintos
efectos para una mejor comprensión de nuestro
croquis.
El
proceso de diseño de espacios, es muy particular:
obliga al proyectista a mantener presente la idea,
con sus variables particulares, durante los distintos
estados de avance que vaya registrando el proyecto;
luego el croquis trabajado con tonos y texturas
puede llevar mucha más información
para despejar dudas de diseño durante dicho
proceso.
Refiriéndonos al fenómeno perceptivo, estos efectos gráficos
para el croquis, se vinculan indisolublemente en su relación con los objetos
y el estudio del espacio, ligados al concepto significativo que relaciona al
hombre y su cultura, con el hábitat en donde se desarrolla.
Es decir que de una u otra manera, estos resaltos gráficos aparecen en
cualquier situación espacial, por lo cual el arquitecto, el decorador,
o el diseñador debe estar preparado: cómo representar un muro ondulado,
cómo indicar el grado de luminosidad que tendrá una determinada
superficie, cómo mostrará una superficie pulida donde los objetos
se reflejen uniformemente, cómo otorgarle escala a un espacio a fin de
hacer más significativa la comprensión del mismo, son algunas de
las finalidades más elementales que debemos conocer y aplicar como recurso
válido para potenciar nuestro croquis.
|