[Por arq.
Fernando Domínguez] Hoy
agregamos la cuarta parte del tratamiento correcto
de texturas, y la implementación de distintos
efectos para una mejor comprensión de nuestro
croquis.
Las percepciones visuales son las integraciones de 3 variables: forma, color,
y luz; luego, la textura, es la combinación
de ellas.
Es de saber que podemos dar significados más fuertes a un determinado
croquis si dentro del mismo incluimos la caracterización del espacio,
el contexto conformante, la expresión formal de las características
del ambiente y del lugar.
Lo que intento decir es que un dibujo basado exclusivamente en la línea,
posee en sí mismo un gran riqueza, inobjetable en cuanto capacidad representativa
se refiere, pero le falta la cualidad por la cual llega a distinguirse: el valor
y carácter de la cercanía con la realidad misma.
El poder de la comunicación de un croquis pasa por mostrar lo que puede
llegar a ser un espacio o lugar, es decir que tipo de valor creativo intrínseco
anida en él. El texturizado de superficies es básico para lo que
estamos hablando.
Un
grafismo de textura puede modificar a los materiales resultantes del espacio,
otorgando diferentes percepciones visuales:
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Rugosos / Lisos
- Duros / Blandos
- Ligeros / Pesados
- Satinados / Mate
- Transparentes / Opacos
- Homogéneos / Heterogéneos
- Toscos / Sutiles
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