Imaginario del Riachuelo
Estudio Diana
Estevez
Espacio Nº 43
Casa FOA 2011
"Luego de haber estado en el mágico
barrio de Barracas, viviendo la transformación
del mercado del pescado con sus "barcos interiores"
y presenciando la ebullición de los diseñadores
deambulando por allí, volví para mis
pagos atravesando el puente Bosch a escasos doscientos
metros del lugar y pude sentir el espíritu del
Riachuelo intacto con sus alucinaciones de ser mejor
de lo que fue, porque ahora además tiene historia
y es paisaje necesario para todos nosotros".
(Nota de la autora)
El concepto del espacio es netamente
poético y surge por inspiración primera en la Arquitectura
del lugar que a su vez fue inspirada en el ex mercado
del pescado, con sus divisiones internas como barcos
y quizás las columnas como bases de puentes
imaginarios.
Muy cerquita el Riachuelo, y todo el entorno
con aire de puerto, de ferrocarril, de borde de ciudad.
Y ese río muerto pero más vivo que nunca,
está, estuvo y estará, permanente, infaltable
paisaje.
Impensable Barracas sin Riachuelo. El Riachuelo no
se sabe sin Barracas. Dice presente y lejos de sentirse
abandonado, degradado y sucio, apela al arte y
la tecnología para identificarse a partir de lo que todos desprecian,
la basura.
Los desechos de sus márgenes son peces, y los colores de
la madera de los barcos y construcciones que lo rodean son su cauce, y así continúa
incesante su camino hacia el Rio de La Plata, porque las luces de la ciudad
le hicieron olvidar su naciente, allá en el campo río arriba.
En cuanto a la funcionalidad, el espacio fue pensado como un paseo
de esculturas,
donde tres artistas (Edgardo Rodríguez, Tito Ingenieri y María
Elisa Grisolía) expondrán sus distintas versiones de
peces hechos con materiales reciclados. El primero con botellas de PET, el segundo con chapas
y hierros y la tercera con botellas de vidrio y vidrios en general.
Un deck
multicolor y zigzagueante como el cauce de un río es la pasarela
para recorrerlo en toda su longitud y también se puede hacer una pausa
en los asientos realizados con cubiertas de automóvil y
contemplar mejor las obras y el sutil movimiento del
"agua" y la luz que se cuela entre los "Cabellos
de ángel" (Tillandsia
usneoides) que cuelgan de las columnas.
Se extienden a lo largo del mismo los
distintos cardúmenes
que imagina el Riachuelo. En las orillas del cauce, la falsa grava está realizada
con pellets de plástico triturado, otro material reciclado a
partir de desechos.
En cuanto a los colores la gama es muy amplia con una lectura multicolor, también
se incluyen el blanco y el negro. Justamente en oposición a la ausencia
de color del Riachuelo, por su negrura profunda, se toman todos los colores
que lo rodean y de una forma armónica se combinan en una paleta variada.
La luz y las texturas se confabulan para
dar teatralidad al conjunto. La suavidad del vidrio, el brillo de los pellets,
la rusticidad del caucho, la cadencia
del deck, la transparencia de las Tillandsias (Cabello de ángel), la
contundencia del arte. Todo el conjunto forma el Imaginario del Riachuelo.
Más
información sobre el/los autor/es del espacio,
Casa FOA y plano de la muestra
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