Para
el arquitecto argentino, las nuevas deberían tener
80 pisos y no 100. Es uno de los arquitectos que
ayudó a crear el perfil de Manhattan. Diseñó algunos
de los
rascacielos más importantes del mundo. Sintió el mismo horror que todo el mundo,
cuando por televisión vio el ataque al World Trade Center. Ahora, el arquitecto
tucumano César Pelli -que tanto contribuyó a enriquecer la vista de Manhattan
con el diseño del World Financial Center- dice que otras dos nuevas torres deben
volver a ocupar el espacio de las Gemelas. Y aunque sabe que se las extrañará,
piensa que los nuevos edificios deberían tener una escala más pequeña. En vez
de 100 pisos, 80.
"Nueva
York no volverá a ser lo mismo", dijo a Clarín, en una charla telefónica
desde su estudio en Connecticut, frente a la Universidad de Yale.
-¿Qué sintió frente a este desastre?
-Es curioso, pero la preocupación por los edificios se
va muy atrás, con esta tragedia humana y la gente asesinada de una manera tan
cruel, tan estúpida. Si sólo hubieran dañado edificios estaría saltando; lo importante
es la vida.
-¿Cuándo hizo rascacielos, pensó que podrían ser trampas mortales?
-Eso puede ser en cualquier cosa. En su propio departamento,
en su propia casa. Un fuego, un asesino. Los seres humanos somos muy vulnerables,
es parte de la vida. No hay manera de que
nosotros dejemos de ser vulnerables.
-¿Le parece que de ahora en
más la gente no va a querer estar rodeada de rascacielos o trabajar en ellos?
-La
gente que está planeando rascacielos va a tener dudas, y lo va a pensar, y muchos
decidirán no seguir adelante. Pero estoy seguro que una vez que la vida vuelva
a lo normal, uno se reajuste. Si no volvemos a la normalidad es como decirle
a los terroristas 'ustedes ganaron'. Cuando todo sea normal, el deseo ancestral,
atávico, que tenemos de estar erguidos, tratando de llegar al cielo, se restablecerá.
Como seres humanos somos un elemento vertical y, por lo tanto, más vulnerable
que un animal en cuatro patas. Por eso seguimos erguidos, aunque más expuestos.
Lo mismo pasará con los edificios.
-¿Se
animó a ir al sitio?
-No, sería un error. Porque lo que menos les hace falta
allí es que uno sólo vaya a ver. Tengo muchas ganas de ir, no a ver los escombros
de las Torres Gemelas, pero sí para saber cómo están mis edificios, el World
Financial Center. Estoy ansioso por verlos.
-¿Qué pudo
ver hasta ahora?
-Sólo fotos e imágenes de tevé. Por lo que vi, el
Winter Garden está intacto. Dicen que la estructura está intacta, y que
casi todo el vidrio está allí. Vi una foto con las palmeras cubiertas
de polvo. Me temo que, si no las están regando, se puedan morir. Ojalá las
estén regando. Impresiona verlo con escombros.
-Le debe haber causado una satisfacción que sus edificios hayan resistido.
-Así es. Pero me preocupa no saber cuán afectado está el
de American Express.
-Usted
que tanto contribuyó al perfil de Manhattan, ¿cómo
lo ve hoy?
-Cambió muchísimo. Pero a
mí nunca me parecieron
bien las torres del World Trade Center. Siempre me parecieron fuera de
escala. Pero por estar fuera de escala, se robaron toda la imagen de
Manhattan. Cuando diseñamos el World Financial Center, mi preocupación
era hacer edificios que pudieran andar con esas dos inmensas torres y,
al mismo tiempo, con el downtown más tradicional de Manhattan. Por las
fotos que vi -y ya vi varias del nuevo paisaje- sin duda uno siente
la pérdida de las Torres Gemelas, porque uno estaba muy acostumbrado. Confieso
que, si uno hace un esfuerzo de verlo ahí de una manera más calma, la nueva
silueta de Manhattan no es una mala. Es agradable, aunque con menos fuerza.
-¿Sus
edificios no estarán huérfanos?
-Quiero verlo. Nosotros
diseñamos el World Financial también como un
conjunto. Hay una maqueta sin las torres en el
museo del rascacielos en Manhattan. Lo que queda
huérfana es la memoria.
-¿Le
sorprendió la forma en que se demolieron las torres?
-No lo podía creer, parecía el efecto especial de
una película. No parecía real que se fueran así, desmoronando hacia abajo.
Y a tal rapidez. Nadie se imaginaba esto. Los edificios estuvieron bien
diseñados, bien calculados. Eran buenos edificios en ese sentido, pero
no para aguantarse el calor y la cantidad de combustible de jet, que quema
a una temperatura tan alta. Es imposible prepararse para eso. Lo interesante
no es sólo lo que les pasó a las Torres, sino lo del Pentágono. Ese es
un edificio bajo, con paredes de hormigón de un metro de grueso, y las
cortó como manteca.
-¿Qué pondría
en lugar de esas Torres?
-Hay que construir otras
dos grandes torres. No las mismas. No deberían
ser tan altas, porque las Gemelas siempre le
quitaron escala al resto de los edificios de
Manhattan, que son inmensos. A su lado parecían
de juguete, cuando son enormes. Eran 110 pisos;
quizás deberían ser 80. Esa sería mi decisión.
Pero, la decisión final será política e inmobiliaria.
-¿Nueva
York volverá a ser la misma?
- No. Pero podría ser tan pujante y tan fuerte como
lo era. Sin embargo, aun cuando se reconstruyeran las Torres de manera
idéntica, no será lo mismo. No se harían de manera idéntica: fueron diseñadas
hace casi 40 años. No sería igual.
-¿Se
tendrá en cuenta este ataque cuando se construyan
rascacielos?
-Sin dudas.
-¿Cambiará el
uso de los ascensores o lo que rodea a las escaleras?
-Lo crítico va a ser cómo protegemos las escaleras.
Eso ya pasa. Las escaleras en las Petronas están mucho más protegidas,
porque están dentro de un núcleo de hormigón. La estructura de Petronas
es de hormigón, no de acero, así que el fuego no tendría un efecto tan
instantáneo como tuvo en las Gemelas. La gente se va a preocupar, no de
que no se la pueda atacar; eso es imposible. Lo que sí puede hacerse es
darle mucha más chance a que pueda escapar. Eso sí es factible.
Perfil. Nacido hace 74 años en Tucumán, el arquitecto César Pelli se
instaló a mediados de los años 70 en los Estados Unidos donde desarrolló la
etapa más exitosa de su carrera. En 1977 fue nombrado decano de la Escuela
de Arquitectura de la Universidad de Yale y ese mismo año formó César Pelli & Associates,
con sede en New Haven, Connecticut. De este estudio surgieron los diseños que
hicieron de Pelli uno de los arquitectos más reconocidos mundialmente.
Sus edificios hablan por él: la torre Miglin Beitler, de Chicago; el Canary
Wharf, en Londres; el aeropuerto de Washington o el World Financial Center
en Manhattan (pegado a las desaparecidas Torres Gemelas), que tiene grandes
torres, entre ellas las de American Express y un gran jardín de invierno, de
37 metros de altura, con palmeras gigantes. Pero acaso sean las torres gemelas
de Kuala Lumpur, Malasia, su obra cumbre. Se trata de las torres más altas
del mundo: 4.552 metros y 88 pisos. El edificio corporativo de YPF Repsol,
que demandará entre 50 y 60 millones, y estará emplazado en el dique 3, detrás
del hotel Hilton será el tercer edificio que llevará en Buenos Aires el sello
de Pelli. La sede de Telefónica y el Bank Boston fueron diseñadas por él.
El
sentido común. No sólo el World Financial
Center se vio amenazado en esta crisis. Otra
muy importante obra de César Pelli -el Reagan
National Airport, de Washington DC- también corre
peligro. No porque haya sido dañado en un ataque
terrorista, sino porque ahora hay políticos, "a
los que siempre le molestó el ruido por los aviones",
que les gustaría cerrarlo por "razones de seguridad".
"Me
daría mucho dolor", dijo el arquitecto. "Hacer
cosas como éstas es hacer que los terroristas
ganen, porque ellos estarían decidiendo cómo
vivimos nosotros. Para que esta nación pueda
sentir que triunfa sobre los terroristas, se
debe volver a nuestras vidas normales, con nuestras
libertades civiles lo más intactas posibles".
"Sin
duda, va a haber que tomar mil precauciones que no
tomamos antes, como subir a un avión. Ahí está el
elemento de seguridad, no que el avión sobrevuele
sobre Washington. Todos los aviones que le dieron
al World Trade Center no venían de Nueva York. Washington
está rodeado de aeropuertos. Que se vengan de Dulles
o de Baltimore, que está a media hora de auto, a
cinco minutos de avión, no cambia. Espero que prevalezca
el sentido común".
Fuente: ciudad.com.ar
Reportaje realizado por: Marina Aizen
Fecha: 20/09/01
Reportaje concedido a raíz del atentado a las Torres
Gemelas ocurrido el día 11/09/01