Sustentabilidad en la construcción, una tendencia que crece

Por Julio Quel, ingeniero Industrial y cofundador de Capp. A tono con lo que ocurre en otras actividades, esta industria también se enfoca cada vez más en adoptar prácticas para el cuidado del medioambiente, respaldadas por leyes y certificaciones que lo facilitan.

El concepto de sustentabilidad está cada vez más presente en nuestras vidas, de una manera mucho más abarcativa y consciente respecto de décadas anteriores. La temática está puesta en la agenda social, dada la preocupación por la degradación del medio ambiente, y el agotamiento o «lenta» renovación de nuestros recursos naturales, analizando las condiciones del espacio que habitamos.

En este marco, la industria de la construcción es la tercera con mayor impacto nocivo en el medio ambiente, siendo una de las principales generadoras de emisiones de CO2. Su implicancia no debe aplicarse solo a los procesos de extracción, fabricación, transporte, puesta en obra, y las energías necesarias y consumidas. Sino que, también, debe tenerse en cuenta que la obra estará implantada en un lugar, en un entorno natural, y que las personas convivirán interactuando en él.

Por el lado de las empresas, muchas de ellas ya están tomando nota de esta necesidad de modificar la manera de producir y pensar en una estructura de triple impacto: social, económico y ambiental.

Desde los profesionales y las desarrolladoras, se busca comprender las respuestas que debe brindar nuestra intervención, de manera más eficiente en el espacio natural. Cuanto más podamos aplicar y ampliar en nuestras actividades el término «sustentable», mejores serán los resultados.

En cuanto a las herramientas con las que contamos para asegurarnos la sustentabilidad en la construcción, vale destacar que existen leyes y ordenanzas; desde el nivel municipal hasta el nacional, para incentivarlo. Por ejemplo, en el territorio bonaerense, aplica la Ley 13.059, la cual exige el cumplimiento obligatorio de las normas IRAM, que regulan las pérdidas energéticas y la contaminación ambiental.

De la mano con esta herramienta, se está apuntando a un proyecto de ley nacional para que cada construcción tenga un etiquetado de eficiencia energética. Este documento nos permite conocer la eficiencia y requerimientos, para poder abastecer a nuestro hogar de calefacción en invierno, refrigeración en verano, calentamiento de agua sanitaria e iluminación.

Eficiencia energética

Este etiquetado energético de viviendas, similar al de los electrodomésticos, tiene como una de sus finalidades el informar al usuario y al Estado sobre las prestaciones energéticas de las viviendas, y poder compararlas con un criterio unificado. Y así poder construir una línea de base que sirva para desarrollar políticas públicas y mecanismos de incentivos, que apuntan a la sustentabilidad. Hoy, cada jurisdicción puede decidir, mediante normas provinciales o municipales, si desea exigir el etiquetado energético en determinadas circunstancias.

Mejorar el impacto ambiental

Existen además distintas certificaciones con validez internacional, que tienen como objetivo el empleo de estrategias que permitan una mejora en el impacto medioambiental a nivel global por parte de esta industria, desarrollando construcciones centradas en la alta eficiencia energética y el bienestar de las personas.

Entre las más reconocidas y validadas a nivel mundial, están las Certificaciones LEED, cuyo término significa Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental. Dicha certificación, en términos generales, es un sistema de puntuación basado en estándares científicos, que premian el empleo de estrategias sustentables.

Dentro de las líneas que son consideradas, podemos mencionar la ubicación y transporte, sitios sostenibles, el uso eficiente del agua, energía y atmósfera, materiales y recursos, calidad ambiental interior, innovación en el diseño y prioridad regional.

Al contar con estas certificaciones, no solo nos aseguramos construir de manera sustentable, sino que además permiten reducir costos operativos y de logística, disminuir consumos energéticos y de agua, y generar espacios más sanos y seguros para sus ocupantes, entre muchos otros beneficios.

El proceso de certificación se realiza por medio de consultoras especializadas en la temática, que asesoran en los proyectos y acompañan en todas las etapas. Aunque no son certificadores, ya que el único organismo habilitado para otorgarlas es el Consejo de la Construcción Verde (USGBC), de los Estados Unidos.

Por último, cabe mencionar que las estrategias de diseño y construcción sustentables deben ser consideradas desde la etapa inicial del proyecto, en participación conjunta con todas las personas involucradas, incluyendo propietarios, arquitectos, ingenieros, paisajistas, constructores, y vecinos inmediatos.



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