La rehabilitación térmica de una vivienda se vuelve necesaria cuando el consumo de la energía para mantener su confort térmico interior se vuelve excesivo. Y esto se da porque estas viviendas o edificios no cuentan con aislamiento térmico eficiente que permita reducir la demanda de energía.
Si se tiene en cuenta que alrededor del 40% de la energía que se consume en Argentina corresponde a los espacios habitables, como lo son las viviendas y que el 50% del consumo de energía en un hogar es para climatización, adoptar medidas de rehabilitación térmica es la manera de tomar conciencia de la necesidad de ahorro energético.
«Encarar obras de rehabilitación en general, es la oportunidad ideal para integrar la dimensión energética; techos, paredes y pisos pueden ser rehabilitados incorporando aislación térmica eficiente», comenta Federico García Zuñiga, consultor técnico de Andima, Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes.
Una de las maneras de abordar la rehabilitación térmica es a través de la aislación térmica eficiente, en techos, muros y pisos con materiales como Lana de vidrio, Poliestireno Expandido y Poliuretano.
Lo cierto es que la primera actuación para mejorar la eficiencia energética es actuar sobre la envolvente (techos, muros, pisos) de la vivienda para que cuente con un aislamiento térmico eficiente y así evitar la pérdida de energía, minimizar la entrada de calor en verano o la pérdida del mismo en invierno, conseguir confort y lograr un ahorro de hasta un 70% en las facturas de gas y luz consumido para la climatización, y un ahorro energético de hasta un 35% sobre el consumo total de un hogar.
Oportunidades que brinda la rehabilitación energética
Implementar rehabilitación energética, conocido como retrofitting, reduce los consumos energéticos y sus emisiones de GEI asociadas. Los beneficios por implementar un programa de retrofit son múltiples y no solo permite mejorar la eficiencia energética, sino que también permite crear empleos activando la economía, clave para la recuperación del sector de la construcción.
Gracias al retrofitting los edificios se vuelven más eficientes, ayuda a aumentar el acceso a la energía y reducir la pobreza energética de los ciudadanos, sobre todo los de bajos ingresos, lo que impacta en una mejora de la salud, la productividad y el confort. Los habitantes de viviendas con eficiencia energética gastan menos dinero en iluminación, calefacción o refrigeración, lo que se traduce en un mayor poder adquisitivo para el consumo y compra de otros productos y servicios; y esto a su vez, son mayores recursos que se vuelcan a las economías locales.
Por otro lado, las mejoras en salud que se logran, producto de una menor exposición a condiciones de bajas temperaturas y humedad extremas, reducen la ausencia laboral y la deserción escolar. Por esto se puede decir que el retrofitting tiene un impacto directo en todos los aspectos, ambientales, sociales, y económicos, contribuyendo positivamente en la sociedad en su conjunto.
Ventajas del aislamiento térmico eficiente
Aquello que convierte a los materiales aislantes térmicos eficientes en un recurso y solución de fácil implementación en la rehabilitación es su bajo peso y densidad y su composición, que en conjunto actúan como aislantes de la temperatura en invierno y en verano.
Estos materiales de aislación térmica eficiente utilizados en bajos espesores cumplen con la función aislante en forma muy eficaz por su bajo coeficiente de conductividad térmica (o alta resistencia térmica), propiedad que impide el paso de la temperatura.
Su utilización en cualquier tipo de construcción, son sin duda los que realmente cuidan la salud de las personas que viven en los hogares, ya que previenen de manera más eficiente la condensación del aire y la aparición de humedad. «Las viviendas argentinas pierden energía por todas partes. Son coladores con formas de casas, que limitan el confort para sus habitantes y generan gastos innecesarios», enfatiza García Zúñiga.
Es importante también tener en cuenta la capacidad que tiene la rehabilitación térmica a través de la aislación térmica eficiente de aportar valor a la vivienda. Un edificio con cierta antigüedad puede mantener intactas sus condiciones de confort y capacidad de ahorro energético equiparable al de un edificio nuevo.
Esto se traduce en una revalorización con consecuencias económicas importantes; por lo tanto, apostar por rehabilitación térmica siempre será una buena decisión y una garantía para muchas mejoras en los ambientes de una vivienda.
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