Plant for export

El diseñador Ricardo Plant, autor de más de cincuenta restaurantes en Buenos Aires y en todo el país, inició hace unos años una etapa de exportación de servicios profesionales a la región. Entre ellos, funciona un exitoso restaurante llamado Tinto en Cancún, México, y también Sur en Quito, Ecuador. Este año, asesoró a la Cancillería de nuestro país para el diseño y ambientación de un espacio gastronómico en el stand argentino de la Expo Milán 2015. Además, en su faceta de artista exhibe hasta el 31 de agosto la muestra de arte digital «Universo Plant».


Los últimos trabajos de Ricardo Plant siguen siendo tan innovadores como los primeros y, además, mantienen una inusual vigencia y éxito como locales gastronómicos a lo largo de varias décadas en la Ciudad de Buenos Aires. En efecto, Clásica y Moderna -el mítico café literario de Callao y Paraguay- continua con la ambientación de Plant desde el año 1988 y el diseño de Tancat -en Paraguay y Florida- está celebrando 35 años de vigencia.

Mediante la combinación de colores, formas, texturas e imágenes, Plant logra convertir cada proyecto en un sitio único y recordable. Esto le ha permitido ser reconocido en otros países como México y Ecuador, donde desde hace algunos años funcionan restaurantes de su firma con éxito sostenido. Es el caso de Tinto en Cancún, un restaurante argentino porteño contemporáneo, donde la carne y el vino son tan protagonistas como su espacio abovedado materializado con botellas. Otro ejemplo es el restaurante Sur en Quito, un gran Steak House de 700 m2 con espacios coloridos y bien diferenciados, como la sala de degustación, la cava y la barra.

El diseñador Ricardo Plant, quien ha sido reconocido por la Sociedad Central de Arquitectos como socio honorario en el último año, tuvo también la distinción de ser convocado por la Cancillería Argentina para ambientar el sector gastronómico del stand de nuestro país en la Expo de Milán 2015, titulado «Argentina te Alimenta». Plant recreó los valores de la gastronomía argentina a través de un espacio que remite a la fuerte identidad de la cocina criolla, incluyendo parrilla, regionales y vinos, donde es protagonista una gran barra de chapa de hierro.

En Argentina, recientemente terminó el restaurante Nebbiolo en la ciudad de Bariloche, que genera un juego de armónicos contrastes entre colores -como el rojo y el verde- y materiales -como la piedra, la madera y el metal-. El cielorraso vuelve a ser una bóveda de cañón corrido, materializada con botellas que traslucen luz y ya forman parte de una marca registrada de Plant. Una de las virtudes de este diseñador es que logra captar la esencia de la cultura de cada ciudad argentina, y es por ello que Nebbiolo -si bien resalta la comida italiana- se convirtió en el más barilochense de los restaurantes de la ciudad. Lo mismo sucedió con Viento Sur en Neuquén y en sus tres locales gastronómicos en Salta, entre los que destaca el recientemente inaugurado el café restó Van Gogh.

La energía artística de Plant no se limita a las ambientaciones gastronómicas, y es por ello que presenta hasta el 31 de agosto de 2015 la muestra de de arte digital y pasteles «Universo Plant» en CE Hotel de Diseño, Marcelo T. de Alvear 1695.

 

Plant dixit

Sin prisa pero sin pausa, Plant -quien se define como un hacedor de climas y espacios- está escribiendo las bases de un libro sobre los restaurantes en donde estarán algunas de sus frases atesoradas desde su juventud:

«Quien quiere iniciarse en un negocio debe comprender que los restaurantes son espacios emocionales». Ante todo, es importante saber que los lugares a los que se va a comer -a excepción de los fast foods- implican emociones. Elegir un restaurante es la excusa para un encuentro, para un momento en el que se busca disfrutar de una buena comida en un espacio agradable. Por esto, es necesario averiguar e imaginar quiénes serán los potenciales clientes de un emprendimiento, qué necesitan, qué esperan encontrar, qué les gustaría comer, a dónde preferirían ir y hasta dónde están dispuestos a trasladarse.

«Cada argentino tiene un restaurante en su cabeza». Basta una sola charla sobre comidas entre dos amigos para que se conviertan en posibles inversores gastronómicos. Rápidamente se potencian entre sí y ya están saboreando sus primeros platos. Pero debe tenerse en consideración que para hacer negocios el «qué me conviene» está antes del «qué me gusta». Si conviene y me gusta se logra la combinación ideal.

«Se logra convocar al ángel del éxito cuando un restaurante es una verdadera fusión, no una combinación de ideas sueltas». Esta receta no está en los manuales ni puede comprarse en un bazar. Solamente el conocimiento garantiza la diferencia, para muchos inexplicable, que marcan los emprendimientos gastronómicos más exitosos.

«La elección del lugar en donde se ubicará el restaurante es un requisito fundamental». Consultar a un especialista luego de tener el local puede hacer que ese día se convierta en el más triste de la vida de un inversionista. Cuando se toma la decisión de abrir un restaurante, ha llegado la hora de contratar un estudio especializado en gastronomía, capaz de brindar su experiencia desde el comienzo hasta el final del emprendimiento.

Más información
http://www.plant.com.ar

Entrevista a Ricardo Plant (edición Andrés Negroni)
https://www.youtube.com/watch?v=VLmXgANF_JI



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