Living «Esperando al Principito» (Espacio 13 Casa FOA 2014 La Abadia) por Grace Devecyan. La clave del espacio está en la espacialidad de un ambiente pequeño, pero cómodo y versátil, la armonía en la diferencia a través del uso de estilos diversos y el arte aplicado para crear un mundo único y propio.
«Esta vez me atreví a jugar. A jugar con mi infancia, a jugar con el tiempo» (Grace Devecyan).
«Esperando al Principito» transcurre en una casa donde habita una mujer que espera a su príncipe y sueña que él la rescata.
El living es escenario y refugio, donde la dimensión del tiempo es otra: puede dilatarse o detenerse por amor («…si me dices, por ejemplo, que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres» *), o en función a aquellas acciones o personas a quienes se lo dedicamos («…el tiempo que dedicas a tu rosa es lo que hace que tu rosa sea tan importante» *).
Grace Devecyan sueña con un tiempo mágico y lo traslada con sutileza a la puesta en escena de su espacio, donde la clave está en tres puntos cardinales: la espacialidad de un ambiente pequeño, pero cómodo y versátil; la armonía en la diferencia a través del uso de estilos diversos y, en tercer lugar, el arte aplicado: géneros, luminarias y muebles intervenidos por artistas para crear un mundo único y propio.
«Motivada por la locación, intento respetar el espíritu de recogimiento y silencio que brotan de La Abadía, reflejado en paletas de colores que transmitan serenidad» (Grace Devecyan).
Desde lo formal, la interpretación en el espacio busca apelar a los sensorial, a lo emotivo: pisos y techos de madera, alfombras envejecidas, una gran biblioteca, paredes enteladas en lienzo pintado a mano.
Una araña antigua, una obra de arte en gran tamaño, una escultura en alambre y el espejo intervenido con una frase del libro de Saint-Exupéry completan la escena y la transforman en un refugio fuera de este tiempo que, como la experiencia de la lectura, nos lleva a un mundo alegórico y feliz.
* El Principito, Saint-Exupéry.
Acerca de Grace Devecyan
Si hubiese que definir un estilo, la decoradora Grace Devecyan se acercaría a la decoración emocional, a través de una intensa búsqueda hacia la armonía y la evocación de sensaciones.
Autodidacta y con una marcada vocación estética, Grace Devecyan (Buenos Aires, 1970) dio sus primeros pasos creativos estudiando cocina y luego escuchando la voz de amigos y conocidos que le insistían en reformar, decorar e intervenir decorativamente sus viviendas y variados espacios.
«Proyecto con la intención de que mis espacios reflejen de manera armónica y equilibrada aquello que los dueños de casa quieran transmitir, respetando su estilo de vida y sus preferencias» (Grace Devecyan).
Como sucede cuando alguien posee tanto talento, la voz se corrió y años más tarde llegó la propuesta de trabajar en Estilo Pilar. Su primer participación fue tan elogiada, que al año siguiente fue convocada de nuevo y durante varios años sus espacios se volvieron un clásico en aquella muestra.
«Busco evocar sensaciones a través de los cinco sentidos. La armonía de los colores, la suavidad de los textiles, el aroma de las flores frescas, los sonidos de cada casa, el placer por la buena mesa. Me inspiro en la naturaleza, el arte, los viajes, el ritmo de las ciudades, la moda» (Grace Devecyan).
Hoy con gran entusiasmo y emoción, desembarca con su primera participación en Casa FOA 2014 La Abadia, y sorprende con un fascinante mundo alegórico inspirado en su libro más querido, El Principito de Saint-Exupéry.
Contacto
http://www.gracedevecyan.com
Fotos cortesia de Grace Devecyan