Revisitamos la sede central de la compañía aseguradora PGGM en Zeist (Holanda) y su entorno, creado expresamente para contextualizar e interactuar con el edificio.
Cuando Josep Lluís Mateo recibió el encargo de la ampliación de la sede de la compañía holandesa era consciente de que se enfrentaba a dos importantes retos arquitectónicos:
– Expandir el edificio actual al doble de su tamaño.
– Trabajar conjuntamente edificio y paisaje para que ambos formaran un todo.
El proyecto debía comunicarse de forma armónica con el denso bosque que lo rodeaba. Así que el arquitecto decidió utilizar la naturaleza, el verde, como una capa continua sobre la que flotara la nueva construcción.
La conservación, el refuerzo y la intensificación de las cualidades intrínsecas de este paisaje formaban parte base del proyecto.
Para crear un contexto acorde con la nueva sede, liberó los terrenos adyacentes al edificio de zonas de parking y pabellones de servicio, que quedaron integrados en la volumetría de la nueva construcción. Esta actuación permitió la aparición de un gran parque privado.
Los nuevos espacios de comunicación y trabajo situados en la rambla elevada, creada para unir el nuevo edificio con el antiguo, se abren al paisaje creado a través de la ligereza y permeabilidad visual de los materiales utilizados, permitiendo que la relación visual interior-exterior sea directa y total. El trabajador está dentro, pero a la vez fuera.
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