La industria lanza un nuevo ladrillo termoeficiente para la construcción sostenible

La industria ladrillera argentina acaba de lanzar un nuevo estándar para la construcción, el ladrillo termoeficiente DM20. Este nuevo desarrollo tecnológico acompaña las crecientes exigencias en materia de eficiencia energética en la construcción y permite lograr hasta un 40% de ahorro en energía. De esta forma el ladrillo cerámico hueco sigue afirmando su liderazgo como sistema constructivo sostenible, concepto que no sólo incluye variables ambientales, sino económicas y sociales.

La visión de las industrias nucleadas en la Cámara Industrial de Cerámica Roja -CICER- que agrupa a 17 empresas con 26 plantas industriales en todo el país, es el desarrollo de soluciones que impulsen la construcción sostenible. Este concepto abarca aspectos ecológicos, económicos y sociales.

Eugenia Ctibor, presidente de CICER, sostiene: «El compromiso de todos los socios de la Cámara es el desarrollo de una industria intrínsicamente sustentable y con productos que impulsen la eficiencia energética de los edificios. Por ello el más reciente hito industrial es el lanzamiento del ladrillo termoeficiente DM20, que representa un nuevo estándar de producto y cumple con las legislaciones más exigentes en materia energética del país, como la Ley 13.059 de Provincia de Buenos Aires. Este desarrollo es consecuencia de una tecnificación continua en la producción del ladrillo hueco, para lo cual nuestra industria viene invirtiendo sólo en los últimos cinco años más de 100 millones de dólares».

Los nuevos ladrillos huecos termoeficientes DM20 generan envolventes más eficientes que permiten ahorrar hasta el 40% en la tarifa de gas y electricidad, cumplimentando las normas constructivas que pregonan el ahorro energético a través de diferentes ensayos en laboratorios nacionales e internacionales. La eficiencia también se logra con un espesor de muro de solo 20 cm. que genera un mayor rendimiento de la superficie cubierta de los edificios.

«Esta integración de atributos ecológicos, económicos y sociales del sistema de ladrillo hueco, es una de las razones que le permite sostener en el tiempo una participación en el mercado del 90% y este liderazgo también se refleja en otros países de la región -amplía Eugenia Ctibor- desde una mirada comprometida con lo social y a largo plazo, cabe destacar que nuestro país debe buscar soluciones productivas para revertir el déficit habitacional, que se acentúa año a año y alcanza a más de tres millones de habitantes. El sector ladrillero produce 500.000 toneladas al mes, lo que permitiría construir en este periodo cerca de 50.000 casas Procrear. Además este sistema favorece la autoconstrucción o la ampliación en etapas, e impulsa la vivienda social. La Cámara Industrial de Cerámica Roja, al tener un alcance federal e incluir plantas industriales ubicadas estratégicamente en distintas partes del país, es el único grupo industrial que puede brindar la capacidad productiva suficiente para satisfacer un Plan Nacional de Viviendas. La sostenibilidad de este sistema basado en la cultura constructiva más arraigada de los argentinos, impulsa también la generación de empleo, ya que el sector incluye a más de 4.000 personas pero además cada ladrillo que sale de una planta industrial motoriza un sinnúmero de trabajos para las economías regionales, desarrollando toda la cadena de valor local».

«Desde lo económico -concluye Eugenia Ctibor- el sistema constructivo de ladrillo hueco es líder porque logra una óptima ecuación costo / beneficio con productos duraderos que generan un ciclo de vida garantizado de más de 100 años, durante cual el mantenimiento resulta ínfimo. Además, la propiedad en ladrillo es considerada por el mercado como una sólida inversión, porque no se desvaloriza con el paso del tiempo y logra el mejor valor de reventa a futuro. Por ello es el sistema más arraigado en nuestro país y el más elegido por desarrolladores, arquitectos y constructores».

Acerca de CICER
La Cámara Industrial de Cerámica Roja -CICER- reúne a 17 fabricantes de ladrillos huecos, todos ellos con empresas de capital nacional, que están distribuidas en 26 fábricas todo el país y emplean a cerca de 10.000 personas. Estas empresas han invertido más de 100 millones de dólares en los últimos cinco años para la adquisición de tecnología de punta incluyendo equipos robotizados y nuevos desarrollos de productos como los bloques termoeficientes.

Más información
http://www.evolucionladrillo.com




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