Hospedaje de San Sebastián (Un Juego entre Memoria y Programa) (Braga, Portugal) por Tiago do Vale Architects. La Calle de San Sebastián es una arteria singular en la Historia urbana de Braga. Su recorrido coincide con el Decumanus Maximus de la ciudad romana, ascendiendo de Oeste a Este hacia el Foro, y constituyendo el tramo final tanto de la Vía XX (que unía parcialmente Astorga con Braga por vía marítima) como de la Vía XVI (que unía Lisboa con Braga por tierra). Se trata, por tanto, de una zona de gran sensibilidad arqueológica.
A medida que la ciudad medieval avanzaba hacia el norte, abrazando la Catedral, el territorio alrededor de la calle de San Sebastián se fue ruralizando, abasteciendo a la ciudad de cultivos y ganado.
Finalmente, la expansión de la ciudad del siglo XX impuso una fuerte transformación, forzando una incómoda convivencia entre, por un lado, la gran sensibilidad arqueológica de la calle y la matriz rural de la construcción existente y, por otro, las fuertes presiones urbanas, los programas, la imagen y las técnicas constructivas de la ciudad contemporánea.
La construcción que alberga al Hospedaje de San Sebastián es una síntesis de estas circunstancias históricas y de los rápidos cambios que ha sufrido esta calle.
En ruinas, conservando con cierta integridad solo la fachada de la planta baja y el primer piso, podemos identificar un edificio de gran modestia constructiva, que presenta rasgos que apuntan a una fundación de finales del siglo XVIII y presentando pequeñas áreas.
De restos supervivientes en la fachada y muro de aparcería se identifica una segunda planta posterior, con fachada tabicada y escayola de yeso y una volumetría más ambiciosa, que dejaba entrever una voluntad de ampliar la capacidad del edificio en una construcción que acabó por no perdurar.
El programa de la comisión (un establecimiento de hospedaje) requería una fuerte eficiencia en el uso de la limitada área disponible y volumetría posible, en un ejercicio de muy bajo costo, mientras que el gran interés arqueológico del área también implicaba la adopción de técnicas constructivas mínimamente invasivas.
La solución se presentó bajo la forma de un diseño altamente sistematizado, que permitía economías de escala a través de la repetición de elementos estandarizados y de una gran eficiencia en el uso del área disponible a través de la integración de todas las necesidades de cada unidad en el diseño modular de su mobiliario.
Un gran lavabo de cerámica sirve simultáneamente el baño, la cocineta y el lavado de ropa (aunque se proporcionan lavadoras y secadoras compartidas en la planta baja). Este lavabo forma parte de un aparador que también soporta la entrada de las unidades con un gran espejo y espacios para calzado y llaves, por ejemplo.
Esta pieza forma parte de un conjunto lineal de mobiliario modular que resuelve también la cocineta, la cama abatible, el almacenaje y el armario. En el lado opuesto de la unidad, el baño compacto diseña el vestíbulo de entrada.
Para lograr la más eficiente organización de las unidades y sus interconexiones en el volumen, el nivel de losa de piso se alterna entre ambos frentes, lo que permite un núcleo de circulación vertical con el mínimo gasto de área.
Esta solución está coronada por un lucernario piramidal, reproduciendo una tipología recurrente en la construcción urbana portuguesa.
La fachada principal recupera los elementos sobrevivientes del alzado original mientras que, en las plantas superiores, cita la memoria de la presencia urbana del volumen perdido, buscando simultáneamente su integración con la calle actual, en escala, lenguaje y alturas dominantes.
El alzado posterior se posiciona en la alineación de la construcción perdida y, aunque es una edificación totalmente nueva, también cita tipologías de elevación recurrentes de este contexto urbano.
Al final, el Hospedaje de San Sebastián se configura entre, por un lado, la necesidad de la máxima eficacia y, por el otro, el debido respeto tanto a los restos supervivientes de la construcción existente como a la larga y compleja historia de la calle San Sebastián.
Ficha técnica
Nombre: Hospedaje de San Sebastián
Ubicación: Braga, Portugal
Oficina de arquitectura: Tiago do Vale Architects Equipo de proyecto: Tiago do Vale, con Maria João Araújo, Camille Martin, Priscilla Moreira, Florisa Novo Rodrigues, Teresa Vilar, Clementina Silva, Hugo Quintela, Adriana Gomes
Cliente: Vale Escuro Investimentos Imobiliários L.da
Ingenieria: SIPC L.da
Constructor: Edinfantas Construções L.da
Año de proyecto: 2018-2020
Año de construcción : 2020-2022
Area de implantación: 560 ft2 (52 m2)
Area de construcción: 2336 ft2 (217 m2)
Mobiliario: Vintage Alternative Store
Fotos: João Morgado
Contacto
https://tiagodovale.com/
English version
Saint Sebastian Lodging
(A play between Memory and Program)
Saint Sebastian Street is a singular artery in the urban History of Braga.
Its layout coincides with the Decumanus Maximus of the roman Braga, rising from west to east towards the Forum, and it’s the final leg of both the Via XX (connecting Astorga to Braga partially by sea) and the Via XVI (connecting Lisbon to Braga by land). In consequence, this is an area of high archeological sensitivity.
As the medieval city moved towards the north, embracing the cathedral, the territory around Saint Sebastian Street became more ruralized, supplying the city with crops and livestock.
Finally, the 20th-century city expansion imposed a strong transformation, forcing an uncomfortable relationship between, on one hand, the street’s great archeological sensitivity and the rural matrix of the existing construction and, on the other, the strong urban pressures, programs, image and building techniques of the contemporary city.
The construction that gives Saint Sebastian Lodging its starting point is a synthesis of these historical circumstances and of the rapid changes that this street went through.
In ruins, with only the ground-floor and first-floor façade surviving with some integrity, we can identify a building of great constructive modesty, displaying features that point towards a late 18th-century foundation, with a minute footprint and envelope.
From surviving remains on the façade and the sharecropping wall, a later second floor is identifiable, with a façade made of a plaster cast thin wall and a more ambitious volume, noting in a short-lasting construction a willingness to expand the capacity of the building.
The commission’s program (a lodging) required strong efficiency in the use of the limited available footprint and possible volume, in a very low-cost exercise, while the great archeological interest of the area required minimally invasive constructive techniques.
The solution presented itself with a highly systematized design, allowing for economies of scale through the repetition of standardized elements, and a great area usage efficiency by integrating all of the units’ functions and needs in their modular furniture design.
A big ceramic basin simultaneously serves the bathroom, the kitchenette and clothes washing (though shared washing and drying machines are provided on the ground floor). This basin is part of a cabinet that also supports the unit’s entrance with a large mirror and spaces for footwear and keys, for instance.
This piece is part of a linear set of modular furniture that equally solves a kitchenette, folding bed, storage and closet.
On the opposite side of the unit, the compact bathroom shapes its entrance hall.
Aiming to achieve the most efficient unit distribution and interconnections, the floor slab level alternates between both fronts, allowing for a vertical circulation core with the smallest footprint.
This solution is crowned by a pyramidal skylight, reproducing a recurrent typology in Portuguese city dwellings.
The main façade restores the surviving elements from the original elevation while, on the top floors, citing the memory of the lost volume’s urban presence, simultaneously looking for its integration with today’s street, its scale, languages and dominant heights.
The back façade positions itself at the alignment of the lost construction and though it’s a totally new edification it also quotes recurring elevation typologies of this urban context.
In the end, the Saint Sebastian Lodging is shaped between the need for maximum efficacy and the due respect for both the surviving remains of the existing construction and the long and complex history of Saint Sebastian Street.
Versão em português
Alojamento de São Sebastião
(Entre Memória e Programa)
A Rua de São Sebastião é uma artéria singular na história urbana de Braga.
O seu traçado coincide com o Decumano Máximo da cidade romana, subindo de Poente para Nascente em direção ao Fórum e constituindo o tramo final da Via XX (que ligava Astorga a Braga parcialmente por via marítima), sendo também uma chegada alternativa da Via XVI (que ligava Lisboa a Braga por terra). É portanto, uma zona de grande sensibilidade arqueológica.
À medida que a urbe medieval se moveu em direção a norte, abraçando a Sé, este território ruralizou-se, ocupado com produção agropecuária que alimentava a cidade.
Finalmente, a expansão da cidade no século XX impôs uma forte transformação à rua, forçando um convívio desconfortável entre, por um lado, a sua grande sensibilidade arqueológica e a matriz eminentemente rural das construções existentes e, pelo outro, as pressões urbanísticas, os programas, a imagem e as formas de construir da cidade contemporânea.
A construção que acolhe o Alojamento de São Sebastião é uma síntese destas circunstâncias históricas e das rápidas mudanças que a rua sofreu.
Encontrando-se em ruína, sobrevivendo com alguma integridade apenas um pano de fachada com rés-do-chão e primeiro piso voltados para a rua, identifica-se uma edificação de grande modéstia construtiva, com características que apontam para uma fundação de finais do século XVIII e apresentando áreas diminutas.
Reconhece-se também, através de vestígios sobreviventes no alçado e na empena meeira, um segundo piso mais tardio, com fachada em tabique e uma volumetria mais ambiciosa, que anotou uma vontade de ampliar a capacidade do edifício numa construção que acabou por não perdurar.
O programa da encomenda (um estabelecimento de hospedagem) pedia uma forte eficácia no uso da exígua área disponível e volumetria possível, num exercício de muito baixo custo, enquanto que o grande interesse arqueológico da zona implicava igualmente a adoção de técnicas construtivas minimamente invasivas.
A solução apresentou-se por forma de um desenho altamente sistematizado, permitindo economias de escala através da repetição de elementos padronizados e uma maior eficiência no uso das áreas por meio da integração de todas as necessidades de cada unidade no desenho modular do seu mobiliário.
Uma grande cuba cerâmica serve simultaneamente a instalação sanitária, a kitchenette e a lavagem de roupa (embora sejam disponibilizadas máquinas comunitárias de lavagem e secagem de roupa no piso térreo). Esta cuba é parte de um aparador que apoia também a entrada das unidades, com espaços para sapatos e chaves.
Esta peça integra-se num conjunto linear de mobiliário modular que resolve igualmente a kitchenette, a cama escamoteável, os arrumos e o roupeiro.
No lado oposto, a compacta instalação sanitária desenha o hall de entrada da unidade.
Para alcançar a mais eficiente organização das unidades e das suas interconexões no volume propuseram-se pisos alternados entre as frentes, garantindo uma solução de circulação vertical central com o mínimo dispêndio de área.
Esta solução é encimada por uma claraboia piramidal, reproduzindo uma tipologia recorrente na construção urbana portuguesa.
A fachada principal recupera os elementos sobreviventes do alçado original, propondo a reconstrução dos pisos superiores citando a memória da presença urbana da volumetria desaparecida mas procurando, também, a sua integração na rua de hoje, em escala, linguagem e cérceas dominantes.
O alçado tardoz recupera o alinhamento original da construção preexistente e, embora constituindo uma edificação integralmente nova, cita também tipologias de alçado recorrentes neste contexto urbano.
Em suma, o Alojamento de São Sebastião conforma-se entre, por um lado, a máxima eficácia e, pelo outro, o respeito pela memória da presença do edifício existente e a longa e complexa história da Rua de São Sebastião.