Galería (Espacio 47 Casa FOA 2014) / Belén Anaya y Delfina Irigoin

Galería «Tiempo de reflejos» (Espacio 47 Casa FOA 2014 La Abadia) por Belén Anaya y Delfina Irigoin. Un espacio ligado al pasado que invita a una experiencia sensorial en el presente.

Nos situamos en un espacio de paso, que propone retomar una antigua dimensión del tiempo, aquella que sabe frenar, permanecer, y contemplar lo que hay a nuestro alrededor.

Buscamos que el espectador viva una experiencia sensorial, visual y auditiva. Y la vivencia de dos tiempos: un tiempo dinámico e interactivo que se genera a través de los reflejos, y un tiempo de permanencia, donde detenerse y observar.

El lugar nos generó el respeto por lo desconocido: por un tiempo y una arquitectura fuera de nuestro contexto diario. Nos vimos inmersas en un espacio atemporal, y en una arquitectura donde reina el orden y el equilibrio. Apuntamos a potenciar lo existente, a través de una intervención interactiva, pero no invasiva.

Con un mismo recurso morfológico y una misma lógica de ritmo y repeticion resolvimos la situacion de interaccion a traves de unos volumenes espejados, sumados a la situacion de permanencia mediante poufs que invitan a quedarse y contemplar.

Mediante repetición también incorporamos unas lámparas colgantes cuyos cables se entrelazan en un juego visual. Las mismas imitan la morfología de las campanas y se integran en el clima monaical que reina en la Abadía, manifestando el ritmo del recorrido longitudinal, y dando escala a la propuesta.

El lugar mismo nos dio las pautas de los tonos y materiales a trabajar. Nos volcamos en el uso del color a una paleta de neutros que se adaptase a la paleta existente, con un tono gris como protagonista.

Las texturas propias del sitio, el revoque descascarado y el piso de cemento resquebrajado, testimonios fieles del paso del tiempo y en composición perfecta con el juego de luces y sombras de la vegetación lindera, nos condujeron a experimentar con una pintura texturada rústica y con el efecto de manchado en los espejos. Y mediante el mobiliario trabajamos la contraposición de lo frío y lo cálido, lo duro y lo blando.

Nos inspiramos en una frase que resume una búsqueda interior, una reflexión a partir del tiempo, que surge de la experiencia de estar en La Abadía. Plasmamos el mensaje en el espacio e invitamos a los usuarios a un espacio de contemplación y permanencia, donde frenar y conectar con la magia propia del lugar.

Contacto
arq.aiia@gmail.com



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