Edificio de viviendas AER Córdoba (Ciudad de Buenos Aires, Argentina) por Cubero Rubio. El sitio sobre el cual se emplaza el edificio de viviendas AER CORDOBA se ubica en el barrio de Chacarita, Buenos Aires, Argentina. Se trata de un entorno marcado por los contrastes: en él conviven de manera armoniosa la cotidianidad, escala y tranquilidad propias de un barrio, y el movimiento, la velocidad y el ruido característicos de los grandes centros urbanos.
El conjunto se compone de 11 plantas que se destinan para los diferentes usos, situados al frente y al contrafrente del edificio y que están vinculados por un núcleo circulatorio central. El volumen se articula mediante un vacío generado por un patio de aire y luz que dota a las unidades funcionales de los niveles de iluminación y ventilación necesarias. El conjunto dispone de 34 unidades, una planta baja con local comercial y un sector de amenities en las últimas dos plantas.
Rodeado de dos vecinos de una y dos plantas, la obra incorpora sus medianeras como un elemento que aporta valor al espacio urbano. Un juego de volúmenes salientes acompañan la superficie del muro medianero que al recibir la luz solar va generando un recorrido lúdico de sombras, incorporando a los transeúntes en esta especie de diálogo que la obra propone.
Las tipologías que componen el conjunto se organizan entendiendo el modo de habitar contemporáneo, permitiendo la flexibilidad de usos y trasladando los rituales domésticos al ámbito urbano. La maleabilidad que estos espacios proponen, permiten usos como vivienda, estudios profesionales y otros usos combinados. La generación espacial se concibe a partir de nociones conceptuales como el movimiento, las conexiones interespaciales, la privacidad y la jerarquía espacial.
La idea principal de este proyecto se ha basado en la simplicidad, la estandarización y la legibilidad del espacio para aumentar la comodidad de los usuarios.
La arquitectura no pretende ser ostentosa, por lo que toma al entorno y genera con él, un intercambio. El uso de materiales nobles como el hormigón, el vidrio y el acero le otorgan al conjunto un diseño moderno, descontracturado sin ser disruptivo con lo que lo rodea. El uso de estos materiales conocidos por todos hacen que el conjunto sea altamente aprehensible.
La fachada se compone de un conjunto de parasoles que se ubican de manera rítmica y alternada según los distintos pisos. Estos elementos funcionan como un tamiz y, otorgan simultáneamente variaciones en iluminación natural y privacidad hacia el interior de cada departamento.
A través de los retiros que se van generando en los últimos pisos, los usos comunes alojados en estos espacios pudieron ser dotados de grandes expansiones, generando así que el remate se desmaterialice mimetizándose con el perfil de la ciudad.
La pileta de uso común ubicada en la décima primera planta, y el modo en que integra las visuales de la ciudad como un elemento propio permiten hacer de éste un espacio donde se pueda detener la vertiginosidad de la vida actual. Un respiro, una pausa, un oasis urbano.
El núcleo circulatorio principal inicia en la planta baja como una escalera lineal de gran impronta que acompaña la estética y proporciones concebidas en este espacio. Se dota de expresión y simbolismo a este elemento que baja hasta el acceso de manera desarticulada con el resto del núcleo para invitarnos a recorrer el resto del edificio.
Las unidades del conjunto se definen mediante una imagen sintética, de líneas simples y de características depuradas. Los balcones están concebidos como un interludio necesario del movimiento y el bullicio propios de una avenida. La trama de filtros metálicos determina no sólo una característica formal y visual, sino también una herramienta eficaz para el control de la relación del interior con el complejo espacio urbano. Estos elementos constituyen un recurso expresivo que permitió potenciar las cualidades espaciales de la obra, transformando los balcones en espacios contenidos y serenos.
Ficha técnica
Nombre: AER CORDOBA
Ubicación: Av. Córdoba 6072, Chacarita, Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Proyecto y Dirección: Arq. Juan Pedro Rubio, Ing. Agustín Cubero
Colaborador en Dirección de Obra: Arq. Brian Gorban, Arq María Pellegrini, Santiago Gerfauo
Colaboradores en Proyecto: Arq. Juan Pablo Castellano, Arq. Maia Lax, Arq. Romina Garino, Arq. Roxana Chapoñan, Romina Paula Violante
Otros colaboradores: Lic. Leonardo Trabattoni, Lic. María Rosa Di Munno, Lic. Melanie Doherty
Interiorismo: Estudio Feller-Herc
Arte: Gonzalo Arbutti
Comitente: Inversores Privados
Superficie construida: 2541.65 m2
Año: 2020
Fotografías: Javier Agustín Rojas
Contacto
https://www.cuberorubio.com.ar
Instagram: @cuberorubuioestudio
English version
The site on which the AER CORDOBA residential building lies is in the neighborhood of Chacarita, Buenos Aires, Argentina. It is an environment marked by contrasts: the daily life, scale and tranquility typical of a neighborhood coexist harmoniously with the movement, speed and noise of large urban centers.
This complex consists of 11 stories intended for different uses, located at the front and rear of the building and linked by a central circulation core. The volume is articulated through a void generated by an inner courtyard that provides the functional units with the necessary lighting and ventilation levels. The complex has 34 units, including a ground floor with a retail space and amenity areas on the top two floors.
Surrounded by two single and double-story buildings, the project incorporates it’s party walls as an element that adds value to the urban space. A set of protruding volumes accompany the surface of the party wall that, when receiving sunlight, creates a playful path of shadows, integrating passersby into this kind of dialogue that the project proposes.
The typologies that make up the complex have been organized with a clear understanding of the contemporary way of living to allow flexibility of use, transferring domestic rituals to the urban environment. The malleability of these spaces allows for housing, professional studios and other combined uses. The spatial generation is conceived from conceptual notions such as movement, interspatial connections, privacy and spatial hierarchy.
The main idea behind this project is based on the simplicity, standardization and readability of space to increase users’ comfort.
The architecture does not pretend to be ostentatious, so it embraces the environment and blends into it. The use of noble materials such as concrete, glass and steel give the complex a modern, relaxed design without being disruptive to its surroundings. The use of widely known materials makes the complex highly apprehensible.
The façade is made up of a set of parasols that are rhythmically and alternately arranged according to the different floors. These elements function as a screen that simultaneously provide variations in natural lighting as well as in privacy to the interior of each apartment.
Through the retreats generated on the top floor, the common use areas housed in these spaces could be endowed with large expansions, thus creating a dematerialization of the crest while blending in with the city profile.
The communal pool located on the eleventh floor, along with the way in which it integrates the visuals of the city as an element of its own, creates a space where the frenzied pace of today’s life can be stopped. A break, a pause, an urban oasis.
The main circulation core begins on the ground floor as a linear staircase of great imprint that accompanies the aesthetics and proportions conceived in this space. This element, endowed with expression and symbolism, descends to the access disjointedly from the rest of the core, inviting us to walk through other parts of the building.
The units that make up this complex are defined by a synthetic image, with simple lines and refined characteristics. The balconies are conceived as a necessary interlude to the movement and bustle of the avenue. There is a grid of metallic filters that provides not only a formal and visual feature, but also an effective tool for controlling the relationship between the interior and the complex urban space. These elements are an expressive resource that allowed for the enhancement of the project’s spatial qualities, transforming the balconies into contained and serene spaces.