Los ascensores porteños tienen un promedio de 50 años de antigüedad, siendo el segundo medio de transporte en el país, luego del auto, que traslada a 9.500.000 de personas por día. Actualmente, muchos equipos no se adecúan a las normativas vigentes.
¿Su ascensor está en condiciones? La adecuación del parque de ascensores debe responder en primer lugar, a razones técnicas, que sólo personal calificado puede evaluar, y que responden a maximizar la seguridad de las instalaciones, más que a cuestiones estéticas.
A pesar que los ascensores no tienen una fecha precisa de caducidad, las piezas se van desgastando con el uso y el paso del tiempo, tal como ocurre con un automóvil, por ejemplo. En ocasiones, se dificulta seguir dilatando para más adelante, y la modernización del ascensor se hace necesaria porque las averías son más frecuentes y costosas.
Si no se hace una renovación de los componentes a tiempo, o no se cuenta con un buen mantenimiento, a la larga el ascensor puede tener problemas importantes, e incluso llegar a generar accidentes graves. Por eso, es clave tener en cuenta la opinión del técnico de mantenimiento cuando recomienda cambiar los componentes comprometidos por desgaste.
¿Cuáles son los indicativos para renovar el ascensor?
Cuando un ascensor requiere reparaciones y por eso, queda fuera de servicio por averías a repetición, generalmente perjudica a los usuarios de edad avanzada, con alguna discapacidad, movilidad reducida, personas que usan carritos de compras o cochecitos para bebé, es un indicador de que el equipo requiere ser renovado. En ocasiones, los consorcios van posponiendo la inversión en la adecuación del ascensor porque se lo ve más como un gasto, sin llegar a dimensionar que se trata de la seguridad de las personas que lo usan.
Además, hoy en día se puede modernizar cualquier tipo de ascensor, ya sean públicos, privados, oficinas o residenciales. Es decir, se puede adaptar cualquier equipo a las nuevas necesidades de tráfico si un edificio cambia de requerimientos.
Control de la energía, control del viaje
Desde FACARA se viene trabajando para generar conciencia sobre la necesidad de adecuación del parque de ascensores, con la finalidad de que incluya la aplicación de una política de eficiencia energética a tiempo con la que se ahorre energía eléctrica.
Si partimos de que la electricidad es cada vez más cara, hay que optar por electrodomésticos que consuman menos y los ascensores no son la excepción, es más, ocurre algo similar.
A través de la técnica de modulación, el sistema regula tanto la frecuencia como el voltaje del motor, lo que permite controlar totalmente el viaje. La posibilidad de ajustar la velocidad de arranque, desplazamiento y frenado del ascensor, permite anular los cambios bruscos de velocidad haciendo más confortable el viaje, así como una nivelación precisa.
Al suprimir los picos de corriente que suelen producirse en los equipos convencionales, se mejora notablemente el consumo de energía eléctrica debido al mejor rendimiento del ascensor, cuyo ahorro puede alcanzar el 30% con respecto a un ascensor no adecuado.
Además, la energía regeneradora ocasionada por el frenado eléctrico otorga una mayor vida útil al motor de la máquina y reduce el calentamiento hasta de un 40%.
Además, adecuar un ascensor presenta una serie de ventajas como:
– Mayor confort
– Ahorro de energía
– Agilidad en la maniobra
– Nivelación precisa
– Funcionamiento silencioso
– Mayor vida útil del motor
Normativas a cumplir
Cada provincia, jurisdicción o municipio cuenta con sus propias normativas técnicas y legales, pero si algún municipio no cuenta con reglamentación o normas relativas a ascensores propias, debe cumplir lo dispuesto por el Código de Edificación Porteño. Además, actualmente está vigente a nivel nacional de forma obligatoria la normativa 897/99 la cual reglamenta los componentes y ascensor completo, que deben contar con una certificación obligatoria.
Acerca de la FACARA
La FACARA es una entidad sin fines de lucro que reúne a cámaras y asociaciones de empresas dedicadas a la fabricación, instalación y conservación de elementos utilizados en el transporte vertical de personas y objetos. El 85% de la venta e instalaciones de ascensores en todo el territorio argentino la realizan Pymes nacionales, que junto a las empresas encargadas de su mantenimiento, poseen más del 90% del mercado.
Más información
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