A fines del año pasado se reglamentó en Argentina una nueva reforma previsional y, como consecuencia, las empresas ya no pueden intimar a jubilarse a sus empleados menores de 70 años y quedan sin efecto los trámites que hayan comenzado previamente a la sanción de la ley 27.426, a partir de la cual se establece este cambio. Esta resolución, pone en evidencia la combinación de generaciones cada vez más variada y productiva interactuando en el mismo espacio laboral, compartiendo conocimientos y experiencias para crear estrategias y resolver problemas a partir de diferentes perspectivas.
En este sentido, el desafío de las compañías es relacionar a las diferentes generaciones y lo que pueden aportar en su lugar de trabajo de una manera eficaz apuntando a maximizar la innovación mediante la sinergia generada por el empuje de las nuevas generaciones en conjunto con la experiencia de los trabajadores mayores. Debido a las características particulares que existen dentro de cada grupo etario (diferentes valores, experiencias, estilos, actividades, expectativas, relación con la tecnología, nuevas formas de comunicación) tanto el espacio de trabajo como la forma de trabajar se están redefiniendo de forma acelerada.
Cada generación considera al lugar de trabajo de manera distinta. Los pertenecientes a la generación tradicional (antes de 1945), fieles a sus características -conservadores, disciplinados y con un gran sentido de la obligación y la responsabilidad- buscarán un espacio que marque las jerarquías y establezca las diferencias en los puestos de trabajo. Por su parte, los baby boomers (1946-1964) son optimistas, orientados al trabajo en equipo y a su desarrollo profesional, por lo que priorizarán aquel lugar que cuente tanto con espacios individuales como con espacios para el trabajo grupal. En cuanto a la Generación X (1965-1980), individualistas, autónomos y emprendedores, necesitan una oficina flexible y personalizable, con espacios abiertos y acceso directo a la tecnología. Por último, los nuevos trabajadores que están desembarcando en las empresas, los Millenials o Generación Y (1982-2000) junto con los Centennials o Generación Z (2000-2010), se caracterizan por sus habilidades tecnológicas y por ser multitasking: pueden estar en una reunión a la vez que envían un e-mail o chequean las noticias a través de su smartphone. Son usuarios activos de las redes sociales y de los mensajes instantáneos, están bien preparados para un entorno empresarial global, siempre y cuando este sea capaz de brindarles entusiasmo y sentido de propósito. Es por eso que requieren un espacio divertido, flexible, personalizable y abierto, que los mantenga entretenidos y ocupados, y que tenga, por supuesto, acceso directo a la tecnología.
«Parte de las necesidades de las compañías a la hora de diseñar sus oficinas, es justamente acompañar esta combinación de edades y tipos de trabajo, por lo que las decisiones sobre este tópico resultan claves para la productividad y el entendimiento del staff, lo que se ve directamente reflejado en los resultados. Por eso buscamos que los diseños arquitectónicos de los espacios corporativos puedan conjugar la sumatoria generacional a través de espacios flexibles», afirma Alejandro Mariani, Gerente General de Contract Workplaces Argentina.
Además de abordar el tema desde el diseño del espacio, Contract ofrece un servicio de Change Management mediante el que se acompaña a las empresas en estos procesos, que se suelen poner de manifiesto en el caso de una mudanza o del rediseño integral del espacio de trabajo. «Nuestra responsabilidad en estos casos es comunicar los cambios, explicando claramente en qué consiste lo nuevo, cómo le impacta a cada población, y qué herramientas de soporte van a tener disponibles. En casos de oficinas donde conviven diferentes edades el desafío está en gestionar la diversidad y ver como complementar las diferencias generacionales», explica Verónica Botto, Gerente de esta área.
Para gestionar el conflicto generacional se deberá establecer una comunicación efectiva y reglas de convivencia claras y consensuadas. Los miembros de los diferentes grupos tienen enfoques diferentes sobre los mismos temas. Por ejemplo, difieren en el grado en que aprecian la supervisión y la retroalimentación: mientras que los trabajadores más jóvenes prefieren una retroalimentación regular, los de edad avanzada pueden sentirse molestos y vivirlo como una intrusión. También se diferencian en la forma de comunicar o de recibir la información: mientras que el joven chequea la infografía de Instagram, el mayor valora una reunión informativa o un memo del CEO.
«Cuando se plantean cambios en la dinámica de los espacios, alineados con las nuevas tendencias de trabajo -como es la implementación del open space y de los espacios alternativos-, las generaciones mayores suelen tener una creencia de que la concentración y el trabajo sólo se logran en silencio; los jóvenes muchas veces prefieren trabajar con música o con algo de conversación de fondo. A su vez, los espacios de colaboración y de socialización, aún tiene cierta resistencia de las generaciones más adultas: ellos pueden tomar café mientras están trabajando en su puesto, pero no confían que se trabaje en el sector donde se toma café», comenta Botto.
Otra práctica actual que pone de manifiesto algunas diferencias es la cultura paperless. Mientras que a los mayores el papel les da seguridad y sienten que si lo guardan con llave garantizan la confidencialidad, las nuevas generaciones están más acostumbradas a lo digital y a compartir documentos en la nube o a través de otros elementos, además de tener incorporadas mayor cantidad de conductas sustentables.
Por otro lado, Botto sostiene que «en algunas organizaciones hemos encontrado que la renuencia al cambio no está vinculada a la edad del usuario, sino a la cultura de la organización: si la cultura es fuerte en innovación, las resistencias son mínimas». No obstante, estas diferencias pueden ser tomadas positivamente. «En varios proyectos nosotros hemos aprovechado la diversidad etaria a nuestro favor: la vieja generación comparte mejores prácticas del negocio a los jóvenes y estos les enseñan las nuevas tecnologías», agrega la experta. «Por eso creemos que es fundamental sensibilizar e informar a todos los integrantes de la compañía respecto a la evolución del trabajo, el sentido del cambio, sus beneficios y ventajas», finaliza.
Acerca de Contract Workplaces
Contract Workplaces es la empresa regional líder en conceptualización, diseño y construcción de espacios de trabajo. Sus servicios integrales incluyen la consultoría en workplace strategy, diseño, proyecto arquitectónico, construcción, tecnología, logística de mudanza, change management y servicios de post ocupación. Desde hace más de veinte años, la compañía desarrolla oficinas de alta performance adaptadas a las necesidades de cada organización y alineadas con las últimas tendencias mundiales en arquitectura corporativa. Cuenta con actividades en Argentina, Chile, Uruguay, Perú, México, Ecuador, Colombia, Paraguay, Brasil y Bolivia, un equipo de más de 300 profesionales altamente especializados y supera el millón de metros cuadrados construidos en la región.
Más información
http://www.contractworkplaces.com