Casa Zenzy (Altozano, Cuauhtémoc, Colima, México) por Di Frenna Arquitectos. En el ser humano reside una necesidad inherente de encontrar armonía con el entorno que le rodea. En la constante búsqueda de un equilibrio entre la vida interior y exterior, nace este proyecto arquitectónico que no solo satisface las necesidades funcionales de sus habitantes, sino que también establece un diálogo profundo con la naturaleza y la filosofía del espacio.
Ubicada en la ciudad de Colima, la residencia se erige en un terreno privilegiado que ofrece vistas impresionantes del icónico Volcán de Colima al norte y de la ciudad al sur. Esta residencia unifamiliar, aprovecha al máximo su emplazamiento específico al pie de un campo de golf, permitiendo que las vistas principales se orienten hacia amplias áreas verdes y, en algunos puntos, hacia el majestuoso volcán.
El clima en esta área, notablemente más fresco que el resto de la ciudad gracias a su altitud y la abundancia de suelos verdes, proporciona un escenario ideal para una vivienda que busca conectar profundamente con su entorno. La ubicación de esta casa no solo ofrece una temperatura más agradable, sino también visuales de áreas abiertas y una vegetación exuberante que enmarca la vida cotidiana de sus habitantes.
El concepto general de la residencia combina una volumetría clara, logrando un equilibrio entre la simplicidad y la imponencia. La materialidad de la casa, con el uso de madera, concreto y piedra, refleja un carácter natural y acogedor, integrándose de manera armónica con el paisaje circundante. Esta elección de materiales no solo aporta calidez y naturalidad, sino que también refuerza la sostenibilidad del proyecto, aprovechando recursos locales tanto en mano de obra como en materiales.
La sostenibilidad en el diseño se manifiesta en una simbiosis perfecta con el entorno, donde la naturaleza se convierte en un aliado en lugar de un desafío. La ventilación natural y la altura de los espacios interiores permiten que la casa respire con el ritmo del día, reduciendo la dependencia de sistemas artificiales y abrazando la serenidad del clima local. Los amplios ventanales no solo amplían el horizonte visual, sino que también invitan a la luz natural a narrar su historia a través de cada rincón, creando una danza de sombras y brillos que evoluciona con el paso del tiempo.
El programa arquitectónico de la vivienda es una composición armoniosa de espacios diseñados para la contemplación y la convivencia. Cada habitación se convierte en un santuario de tranquilidad, donde los materiales naturales y la iluminación precisa crean una atmósfera que invita a la introspección. Las áreas comunes, que se extienden hacia el exterior, fomentan la conexión humana y el disfrute del entorno, mientras que los espacios privados ofrecen refugio y sosiego. En este hogar, cada detalle ha sido pensado para enriquecer la experiencia de habitar, transformando lo cotidiano en un acto de meditación y reconexión con la esencia de la vida.
La iluminación, tanto natural como artificial, se ha diseñado con intenciones específicas. Aperturas cenitales y entradas precisas de luz solar destacan zonas específicas del hogar, evitando el asoleamiento directo, pero acentuando superficies naturales como muros de piedra y concreto aparente. Este enfoque no solo cumple con una función práctica, sino que también añade un valor estético y emocional al espacio, creando atmósferas que cambian con el paso del día.
La casa fue pensada para satisfacer el deseo de los clientes de mantener una clara separación entre la vida interior y exterior de la casa, mientras se maximiza el contacto con el entorno natural. Por ello, se optó por una imponente doble altura en el área de convivencia diaria que ofrece una vista continua hacia el campo abierto y los árboles del jardín.
Este proyecto es un poema construido, un canto silente a la unión del ser humano con su entorno. Cada rincón, cada material, cada haz de luz está meticulosamente orquestado para suscitar una conexión profunda y contemplativa, donde el murmullo de la naturaleza y la quietud del hogar se entrelazan en una sinfonía de armonía y paz.
Ficha técnica
Nombre: Casa Zenzy
Ubicación: Altozano, Cuauhtémoc, Colima, México
Oficina de arquitectura: Di Frenna Arquitectos
Equipo de trabajo: Arq. Matia Di Frenna Müller, Arq. José Omar Anguiano de la Rosa, Ing. Juan Gerardo Guardado Ávila
Fecha de inicio: 7 agosto 2021
Fecha de término: 2 enero 2024
Área: 828 m2
Fotografía: Lorena Darquea
Contacto
https://difrennaarquitectos.com
Instagram: @difrenna.arquitectos
English version
Inherent in human beings is the need to find harmony with their surrounding environment. In the constant quest for a balance between interior and exterior life, this architectural project emerges, satisfying not only the functional needs of its inhabitants but also establishing a profound dialogue with nature and the philosophy of space.
Located in the city of Colima, the residence stands on a privileged plot that offers stunning views of the iconic Colima Volcano to the north and the city to the south. This single-family home maximizes its specific location near a golf course, allowing the main views to be oriented towards wide green areas and, at some points, towards the majestic volcano.
The climate in this area, noticeably cooler than the rest of the city due to its altitude and the abundance of landscape, provides an ideal setting for a home that seeks to deeply connect with its surroundings. The location of this house not only offers a more pleasant temperature but also visuals of open areas and lush vegetation that frame the daily life of its inhabitants.
The overall concept of the residence combines clear volumetry, achieving a balance between simplicity and grandeur. The materiality of the house, with the use of wood, concrete, and stone, reflects a natural and welcoming character, harmoniously integrating with the surrounding landscape. This choice of materials not only brings warmth and naturalness but also reinforces the sustainability of the project, utilizing local resources in both labor and materials.
Sustainability in the design manifests in a perfect symbiosis with the environment, where nature becomes an ally rather than a challenge. Natural ventilation and the height of the interior spaces allow the house to breathe with the rhythm of the day, reducing dependency on artificial systems and embracing the serenity of the local climate. Large windows not only expand the visual horizon but also invite natural light to tell its story through every corner, creating rhythm in shadows and highlights that evolves as time passes by.
The architectural program of the house is a harmonious composition of spaces designed for contemplation and conviviality. Each room becomes a sanctuary of tranquility, where natural materials and precise lighting create an atmosphere that invites introspection.
Common areas, extending outward, foster human connection and enjoyment of the environment, while private spaces offer refuge and quietude. In this home, every detail has been thought out to enrich the living experience, transforming the everyday into an act of meditation and reconnection with the essence of life.
Lighting, both natural and artificial, has been designed with specific intentions. Skylights and precise entries of sunlight highlight specific areas of the home, avoiding direct sun exposure while accentuating natural surfaces such as stone and exposed concrete walls.
This approach not only serves a practical function but also adds aesthetic and emotional value to the space, creating atmospheres that change throughout the day.
The house was conceived to meet the clients’ desire to maintain a clear separation between the interior and exterior life of the house while maximizing contact with the natural environment. Thus, an imposing double height in the daily living area was chosen, offering a continuous view towards the open field and the garden trees.
This project is a built poem, a silent ode to the union of human beings with their surroundings. Every corner, every material, every beam of light is meticulously orchestrated to evoke a deep and contemplative connection, where the murmur of nature and the stillness of the home intertwine in a symphony of harmony and peace.
