El ladrillo siempre resiste a la tormenta. A largo plazo, recupera valor. Es una inversión que acompaña. Y en este sentido, los fideicomisos al costo constituyen una herramienta muy solicitada para invertir hoy en día en desarrollos inmobiliarios. En el mercado hay varias opciones, y cada una tiene sus ventajas.
Para aquella persona que busca tener mayor certeza de su valor final, es recomendable ingresar como beneficiario a los fideicomisos a costo cerrado, en los que el valor se ajusta únicamente por el índice CAC (Cámara Argentina de la Construcción). De tal manera que si la obra termina teniendo un costo mas alto que el incremento de este índice, el inversor no se hace cargo del aumento. Aunque hay mayor certeza de la inversión, la rentabilidad suele ser menor.
En el contexto actual, donde existe una escalada de la inflación incierta a mediano y largo plazo, es muy importante tener esto en cuenta. Cuando los valores están limitados por el índice CAC brindan una cierta tranquilidad al inversor. De esta manera puede tener algo más de certeza sobre el valor final que estará abonando por su unidad. Si bien el índice va variando, se puede calcular un promedio anual de los últimos años.
Para aquellos que buscan una posibilidad de mayor rentabilidad, otra opción es ingresar como fiduciantes en el fideicomiso al costo, al que se puede acceder con un ticket más bajo. En este caso el inversor se hace cargo de los costos tomando como referencia el índice CAC para ajustar. Pero deberá tener en cuenta que, cuando el proyecto concluya, deberá abonar los costos totales incurridos en la obra.
Cualquiera sea la opción, a la hora de ingresar a un fideicomiso hay algunos detalles a tener en cuenta, como por ejemplo: la forma de pago, el contrato de fideicomiso y sus anexos, el chequeo de qué sucedería en caso de que un fiduciante se atrasara o no en el pago de las cuotas: quién se responsabilizaría, quién será el responsable del pago de los impuestos y si existe la posibilidad de que el fiduciante pueda deducirlos.
Otros aspectos que hay que analizar son la base de la lista de precios -para saber si hay o no desfasaje del precio de venta actual-, la trayectoria del desarrollador, constructor y administrador, si se requiere un mínimo de pre-venta para comenzar con la obra, la ubicación del emprendimiento (ya que algunas locaciones mantienen e incluso recuperan mejor el valor que otras zonas menos consolidadas) y la demanda futura de posibles inquilinos.
Autora de la nota
Vanesa Jaimovich
Gerente de Marketing de Newland
Acerca de Newland
Newland es una desarrolladora inmobiliaria enfocada en el segmento residencial de zonas urbanas con alta demanda efectiva en la Ciudad de Buenos Aires. Ofrece alternativas de inversión por la venta, renta y el uso y la tenencia de los inmuebles de su cartera de productos, que se destacan por sus diseños especiales y de vanguardia y los altos estándares de calidad en cada uno de sus procesos.
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