Los productos tradicionalmente utilizados para calentar el agua de uso sanitario suelen ser a gas o electricidad: calderas, calefones, termotanques, generadores instantáneos, entre otros. Sin embargo, una tendencia que crece día a día es la instalación de equipos solares en los techos de las viviendas, que transmiten la radiación solar contenida en el panel o tubo solar directamente como calor al agua. Este tipo de soluciones ofrecen mayor eficiencia y confort.
El uso de este tipo de energía renovable es una práctica aconsejada para diversificar la matriz energética y para hacer un consumo más eficiente en los hogares. Sin embargo, es insuficiente. La energía generada únicamente por equipos solares no alcanza para calentar el agua que una casa necesita durante todo el año.
Dependiendo de la calidad de los equipos solares y su correcta instalación (orientación, pendiente, sin sombras proyectadas, etc.), se podrá calentar hasta un 70% del agua necesaria para el consumo de un año. El otro 30% lo deberá aportar un equipo tradicional. Una buena formula sería, por ejemplo, un equipo solar de 70% de rendimiento, que genere agua caliente por acumulación, y una caldera a gas de más del 93% de rendimiento, que genere instantáneamente agua caliente solo cuando es necesario.
Las calderas preparadas para trabajar en conjunto con sistemas de energía solar incorporan tecnología que le permite al técnico o instalador setear el equipo para que cuando se necesite agua caliente sanitaria (cuando se abre el grifo), se retrase el aviso de encendido a la caldera, posibilitando que llegue el agua precalentada por el sistema solar.
En ese momento, la caldera puede detectar la temperatura del agua y decidir si es necesario: a) encenderse si la temperatura no es suficiente, b) usar solo el agua precalentada por el sol (si está de acuerdo con la temperatura deseada), o c) mezclar el agua proveniente del sistema solar con agua corriente a temperatura ambiente, para enfriarla. Este procedimiento, que no requiere más de 5 segundos, además reduce los arranques del quemador y del forzador de la salida de humos de la caldera.
Toda esta tecnología aplicada a esta solución mixta, representa un ahorro anual del 75% en energía y 70% en el consumo de gas utilizado para agua caliente.
Nota por Sebastián Zimmermann, Director de BGH Eco Smart
Imagen vía Shutterstock por Franck Boston