El arte y técnica de proyectar, diseñar viviendas, estructuras y espacios cuenta en la actualidad con una nueva e inestimable herramienta: la impresora 3D.
La adaptabilidad de tales impresoras tanto en tamaño como en los ingredientes de sus «cartuchos» les permite incursionar desde la producción de prototipos de diseño, alimentos, tejidos humanos y piezas para la construcción, hasta en la construcción de una vivienda completa.
Pasar del diseño 3D a la construcción 3D implica contar con personal capacitado para aprovechar al máximo los materiales en una producción con residuo cero.
Hasta el presente los modelos desarrollados en Holanda, optan por hacer bloques para encastrar de diferentes formas y/o con diferentes motivos. Otros desarrollados en China, optan por hacer paredes (con o sin ventanas) y luego ir armando la vivienda .Ambos modelos dejan de ser sustentables, a nuestro entender en el punto del consumo energético generado en el traslado de las piezas a su destino final para su posterior ensamble.
Lo que nos motivo pensar un modelo de impresora argentino que cuente con mayor tecnología y tratar de construir la vivienda completa con múltiples y variadas pasadas intercambiando los distintos materiales necesarios para el soporte estructural de la vivienda como su acabado final.
Ya que pensamos en utilizar las impresoras 3D tanto para construir el volumen completo de la casa, como para hacer motivos decorativos en las paredes e incluso detalles escultóricos en su interior y/o exterior.
Si avanzamos un poco más, a su vez las vivienda podrán contar con impresoras 3D para diseñar y construir sus propios accesorios, macetas, floreros, bachas, revestimientos, etc. Los juguetes-juegos de jardín y hasta el ama de casa podría contar con impresoras conteniendo cartuchos de liofilizados (en polvo) de carne, espinaca, zanahoria, pollo, cebolla, papa, zapallito, merluza, harina de trigo, harina de maíz, sal, azúcar, leche, etc para diagramar en la máquina por unidades de un almuerzo con forma de tortilla, por ejemplo de 25 por 3 cm conteniendo 40% de carne (siempre tierna), 20% zapallito, 10% de cebolla, 20% de papa, 5% de zanahoria, 0,5% de sal, etc. Luego prefijará la temperatura de cocción. Un desafío en el diseño de la cocina.
Una nueva forma de producir con la cual podremos hacer desde una unidad hasta series grandes. Una nueva forma de producir personalizada en la cuál emplearemos cartuchos de los materiales y tamaños más diversos con predominancia de componentes nano y biotecnológicos.
A la revolución del diseño 3D le sumamos su expresión mediante la impresión 3D. Hoy el vaso todavía lo podemos ver medio lleno o medio vacío, pero la irrupción de la impresora 3D en la arquitectura podra dar solucion rapida a problema que en otras generacones fueron eternos como la falta de vivienda, un problema que para muchos duraba toda su vida hoy podria estar resuelto en cuestión de horas. Y tambien nos permitira conquistar otros espacios en otros satelites o planetas.
La impresión 3D puede dar volumen a las estrategias necesarias para la solución de problemas con la sola limitación de la imaginación de los arquitectos y diseñadores. La dimensión que les faltaba para hacer mas efectivo su rol social en el desarrollo de nuestra Nación y del Espacio.
Texto por Arq. Adriana Piastrellini y Dr. Alberto D’Andrea (Biotecnologia)