La vivienda proyectada
por Juan Pablo y Juan Sebastián Meneghetti se
encuentra ubicada en el San Eliseo & Golf Country
Club (San Vicente, Buenos Aires) sobre un terreno de
930 m2 (22 por 40 metros). Consta de 360 m2 cubiertos
y otros 42 semicubiertos, y fue pensada como vivienda
permanente de una familia con seis hijos pequeños
y adolescentes.
El proyecto utiliza un lenguaje contemporáneo, que sin recurrir
a un estilo típicamente moderno, escapa a los habituales modelos
de vivienda de country, con un lenguaje formal simple, de planos lisos
y volúmenes limpios que configuran un sosegado juego de luces
y sombras. Desde un principio, los proyectistas acordaron con el cliente
que la casa tendría un lenguaje contemporáneo y sobrio,
que no pasara de moda.
La vivienda ocupa uno de los bordes del country, disponiendo así,
de amplias vistas hacia el campo circundante. Muy vinculada con el exterior,
conforma una distribución clara y fluida del espacio interior,
a la vez que aprovecha el entorno y la luz natural sin comprometer la
intimidad de la vivienda en cuanto a su relación con el espacio
exterior.
Se logra un contrapunto permanente interior-exterior, que permite ganar
vistas al campo desde los diferentes espacios de la vivienda. De esta
forma se logra un concepto de dualidad: la casa es privada pero, a la
vez, muy relacionada con el exterior. Recibe mucha luz natural sin por
ello exponer el interior.
Para los proyectistas, uno de los desafíos fue lograr luminosidad
sin perder privacidad. Para lograr esto, se ubicaron claraboyas y ventanas
a gran altura. Por esta razón se estudió cuidadosamente
la ubicación y la forma de los aventanamientos, evitando las grandes
superficies vidriadas que comprometieran dicha intimidad.
La distribución de las distintas funciones sigue un esquema tradicional,
sin embargo los ambientes no se concretan como sectores estancos sino
que a menudo interactúan entre sí, y en directa correspondencia
con los hábitos y actividades de la familia a quien está destinada
la vivienda.
En la planta baja se ubican los espacios públicos y las áreas
de servicio: hall, living, comedor principal, toilette, estudio de los
hijos pequeños, cocina comedor diario, expansión, garage,
sala de maquinas, despensa, lavadero, cuarto y baño de servicio.
En cambio, en la planta baja se disponen el estudio principal, los cinco
dormitorios (uno principal en suite con vestidor, otros cuatro para los
hijos), dos baños, patio y terraza.
En el tratamiento del espacio interior los proyectistas buscaron que
tuviera mucha fluidez y que los ambientes no fueran cerrados en sí mismos.
Aplicando este concepto, el living y el comedor no configuran dos ambientes
separados ni tampoco conforman un solo living comedor. El comedor principal
se conecta con una expansión hacia el campo a través de
una puerta corrediza vidriada.
El estudio de los hijos mayores se asoma sobre el living de doble altura
y socializa con el mismo, conservando indirectamente las vistas al exterior,
a la vez que se conecta con un patio interior. Por el contrario, el estudio
de los hijos pequeños se ubica adyacente a la cocina -uno de los
lugares más usados de la casa-, separados por una puerta vidriada
corrediza, que al abrirse permite disfrutar del paisaje exterior.
La vivienda se concretó con el uso austero de materiales y el
riguroso cuidado del detalle. Los muros exteriores exhiben una terminación
color blanco arenoso que se torna algo celeste o anaranjado, de acuerdo
a la luz del día.
Según señala el arquitecto Juan Pablo Meneghetti, el proyecto
se inspira en ciertos criterios arquitectónicos y formales de
Horacio Baliero, quien fuera titular de la cátedra de la FADU/UBA
en la que –por caso- se formó su hermano Juan Sebastián
Meneghetti.
La obra recibió la Primera Mención Honorífica del Premio
Instancia Distrital. CAPBA Distrito II.
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