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Paulo Mendes da Rocha
fue escogido ganador del Premio Pritzker de Arquitectura
2006. El arquitecto, de 78 años, se convierte
así en el segundo galardonado de Brasil. Oscar
Niemeyer fue el primero en recibir el lauro
en 1988.
Al anunciar la decisión del jurado, Thomas J. Pritzker, presidente
de la Fundación Hyatt, afirmó:
"Mendes da Rocha ha demostrado un profundo conocimiento en materia
de espacio y escala que se refleja en la gran variedad de edificios que ha diseñado y
que abarcan desde residencias privadas, complejos de viviendas, una iglesia,
museos, estadios deportivos hasta proyectos urbanos destinados a espacios públicos.
Si bien son pocos los edificios de su autoría que se construyeron fuera
de Brasil, las lecciones que se pueden aprender de su obra, tanto en
su calidad de arquitecto en ejercicio como de docente, son universales".
La ceremonia formal de lo que se conoce en todo el mundo como la máxima
distinción en materia de arquitectura tendrá lugar el 30
de mayo de 2006 en Estambul, Turquía.
En ese momento se hará entrega de una suma de 100.000 dólares
y una medalla de bronce.
Mendes da Rocha comenzó su carrera en la década de 1950
y fue parte de lo que entonces se consideraba la vanguardia de San Paulo,
conocidos generalmente como los creadores de la arquitectura brutalista
paulistano, profesionales cuyo trabajo enfatizaba una dimensión ética
de la arquitectura, a menudo a través del uso de materiales y
formas simples. Es ampliamente considerado el arquitecto más
sobresaliente de Brasil. Ha consagrado totalmente su carrera a la creación
de edificios y espacios guiándose por un sentido de responsabilidad
hacia los residentes de sus edificios y hacia la sociedad en general.
Durante una carrera que abarca casi seis décadas mantuvo su propio
estudio de arquitectos, dio clases durante muchos años en la Universidad
de San Paulo, y contribuyó con la comunidad profesional a través
de su trabajo como presidente del Instituto Brasileño de Arquitectos.
Ha dado numerosas conferencias a lo largo de América del Sur y
Europa.
Ha recibido muchos galardones, pero fue el Premio Mies van der
Rohe a la Arquitectura Latinoamericana en el año 2000
el que le aportó reconocimiento internacional, especialmente en
Europa.
El presidente del jurado del Premio Pritzker, Lord Palumbo, comentó: "Mendes
da Rocha le aporta a su obra la impronta alegre del Brasil. Jamás
le teme a la innovación ni a asumir riesgos. Indudablemente un
digno ganador del premio".
Entre las obras más afamadas que construyó se encuentra
el Museo de Escultura de Brasil, un concepto no tradicional
de un museo, parcialmente enclavado bajo tierra en un jardín de
San Paulo. Allí hizo un uso audaz de una gigante viga
de concreto en el exterior que atraviesa todo el lugar.
La tienda y exposición de muebles Forma, en la
misma ciudad es considerada un ícono de su enfoque de la arquitectura.
El frente posee un gran escaparate que abarca todo el largo del edificio,
abriéndolo y en diálogo con el paisaje urbano, un tema
recurrente en su obra.
La restauración efectuada por Mendes da Rocha
al más antiguo Museo de Artes de San Paulo, la
Pinacoteca do Estado, reafirmó su comprensión y su respeto
por el legado de Brasil. La estructura básica del edificio del
siglo XIX fue simplemente restaurada con algunos nuevos aditamentos muy
sorprendentes y funcionales.
Mendes da Rocha revitalizó una plaza ubicada en el corazón
de San Paulo, llamada Plaza del Patriarca, agregándole
una nueva cubierta, un enorme dosel de acero, que parece flotar sobre
la plaza.
A nivel internacional fue finalista en el concurso internacional para
el Centro Pompidou de París en 1972, y fue el
arquitecto-autor del Pabellón de Brasil en la
Expo '70 de Osaka, Japón, en 1970.
Actualmente está desarrollando un plan general en Galicia, noroeste
de España, para la Ciudad Tecnológica de la Universidad
de Vigo. Su tarea es integrar las nuevas construcciones (biblioteca,
departamentos de ingeniería, residencias estudiantiles, oficinas
de administración) diseñadas por varios arquitectos españoles
diferentes, y fusionarlas en un esquema paisajístico general que
también promueva la conexión entre los edificios.
Martha Thorne, directora ejecutiva del Premio Pritzker, cita la declaración
del jurado, al comentar: "Inspirado por los principios y el lenguaje
del modernismo, él aporta renovados bríos a cada
uno de sus proyectos a través del uso audaz de materiales simples
y de un profundo conocimiento de la poética del espacio".
El integrante del jurado Carlos Jiménez, de Houston, profesor
de arquitectura en la Universidad Rice, expresó: "Realiza
sus construcciones con una economía excepcional para lograr
una arquitectura de profundo compromiso social, una arquitectura
que trasciende los límites de la construcción para deslumbrar
con imaginación y rigor poético".
Balkrishna Doshi, miembro del jurado de Pritzker y proveniente de India,
comentó la obra de Mendes da Rocha: "No es imposible crear una
arquitectura generosa, incluso en situaciones donde se cuenta con recursos
mínimos y hay numerosas limitantes. Lo que se necesita
es una amplitud de visión y el deseo de crear algo que las personas
puedan tocar, sentir y donde puedan participar".
"Para Mendes da Rocha, el significado de la arquitectura no es crear edificios
aislados, sino responder a la eterna pregunta de la morada humana.
Sus respuestas son al mismo tiempo clásicas y audaces: una nueva fuerza
geográfica para una nueva sociedad", opina el integrante del jurado
Rolf Fehlbaum.
Otra integrante del jurado, Victoria Newhouse, agrega: "El jurado
quedó sumamente impresionado por la capacidad de este profesional
para crear estructuras poderosas, trabajando, a veces, dentro de unas
limitaciones técnicas de su cultura".
Por su parte, la integrante del jurado Karen Stein, comentó: "Tal
como implica la traducción de su apellido -"de la roca"- él
ha adherido incondicionalmente al enfoque experimental sobre el cual
fundó su ejercicio de la arquitectura hace más de medio
siglo, continuamente yendo más allá de los límites
escultóricos de la forma estructural y logrando un efecto sorprendente
y a menudo poético".
Cita del jurado. Paulo Mendes da
Rocha de São Paulo, Brasil, inspirado en los
principios y el lenguaje del modernismo, así como
a través del uso audaz de materiales simples,
ha construido en las últimas seis décadas edificios
que denotan una profunda comprensión de la poética
del espacio. Él modifica el paisaje
y el espacio con su arquitectura, en un esfuerzo por
satisfacer las necesidades humanas tanto estéticas
como sociales.
Ya sea en casas individuales o en apartamentos, yendo desde una iglesia,
estadio deportivo, museo de arte, kindergarten, a una exhibición
de muebles o plaza pública, Mendes da Rocha ha dedicado su carrera
a la creación de una arquitectura guiada por un sentido
de responsabilidad hacia los habitantes de sus proyectos, así como
hacia la sociedad en general.
En adhesión a una visión social acorde con el nuevo mundo
nos recuerda que la arquitectura es antes que nada un desafío
humano inspirado por la omnipresencia de la naturaleza. El vasto
territorio de su país le ha dado a este arquitecto un rico linaje
para vincular y reconciliar a la naturaleza y la arquitectura como fuerzas
congruentes.
Sus característicos materiales de concreto y sus métodos
de construcción inteligentes y al mismo tiempo sorprendentemente
simples crean edificios poderosos y expresivos, internacionalmente reconocidos.
No hay duda de que las materias primas que utiliza para lograr resultados
monumentales han ejercido una influencia en el mundo entero.
También ha demostrado poseer un dominio de la restauración
y la renovación, reafirmando su comprensión y respeto por
el legado de su país y su propia convicción en la importancia
de la arquitectura de nuestro tiempo. Mendes da Rocha contempla la historia
en tanto se vincula con el futuro. Se ha dedicado a la búsqueda
de una síntesis de forma y diseño que es tan hermosa como
técnicamente perfecta.
En sus propias palabras, su definición de la arquitectura
es: "La transformación de la naturaleza, una fusión
total de la ciencia, el arte y la tecnología en una sublime afirmación
de la dignidad e inteligencia humanas a través de los espacios
que nos construimos para nosotros mismos...".
Todas estas cualidades y logros le han hecho merecedor del Premio Pritzker
de Arquitectura 2006.
Comentarios de los miembros del jurado del
Premio Pritzker
Paulo Mendes da Rocha aporta a su
obra la impronta alegre del Brasil, y al hacerlo
levanta el ánimo de todos aquellos que se cruzan
en su vida y de muchos más, del mundo entero
sobre el cual ejerce su influencia a través
de la monumentalidad de sus edificios y las materias
primas que le caracterizan. Jamás le teme a
la innovación ni a correr riesgos, y su obra
ha logrado un constante nivel de calidad superior con
el correr de los años. Paulo Mendes da Rocha
es indudablemente un digno ganador del Premio Pritzker
de este año. (Lord Palumbo, Presidente del jurado
del Premio Pritzker)
Paulo Mendes da Rocha realiza sus construcciones con una excepcional
economía para lograr una arquitectura de profundo compromiso social,
una arquitectura que trasciende los límites de la construcción
para deslumbrar con imaginación y rigor poético. No
hay vacilación alguna en la obra de Mendes da Rocha. Uno siente
en ella la sólida determinación de un maestro moderno cuya
confianza surge de una aguda lectura del presente, así como del
respeto por el pasado. Se trata de un arquitecto para el cual el optimismo
es sinónimo del acto de construir. Porque es allí donde
la arquitectura lleva a cabo sus más urgentes aspiraciones materiales,
sociales y espirituales. (Carlos Jiménez, miembro del jurado del
Premio Pritzker)
Paulo Mendes da Rocha es el arquitecto de los arquitectos.
Tal como implica la traducción de su apellido -"de la roca"-
ha adherido incondicionalmente al enfoque experimental sobre el cual
fundó su propio ejercicio de la arquitectura hace más
de medio siglo, continuamente yendo más allá de los límites
escultóricos de la forma estructural, y logrando efectos sorprendentes
y a menudo poéticos. (Karen Stein, miembro del jurado del Premio
Pritzker)
El jurado quedó profundamente impresionado con la capacidad de
este profesional para crear poderosas estructuras en su obra,
a veces enfrentándose con las limitaciones técnicas de
su cultura. Sin la ayuda de tecnologías sofisticadas,
Mendes da Rocha ha logrado, no obstante, transmitir un mensaje audaz
que merece ser reconocido. (Victoria Newhouse, miembro del jurado del
Premio Pritzker)
No es imposible crear una arquitectura generosa, incluso en situaciones
de mínimos recursos y numerosas limitaciones. Lo que se necesita
es una amplitud de visión y el deseo de crear algo que las personas
puedan tocar, sentir, y donde puedan participar. Ése es el mensaje
que Paulo Mendes da Rocha nos da a través de una obra
atrevida, descarnada e impresionante a todas las personas del mundo que
buscan mantener sus identidades pero al mismo tiempo poseen una conciencia
global. (Balkrishna Doshi, miembro del jurado del Premio Pritzker)
Para Mendes da Rocha el significado de la arquitectura no es crear edificios
aislados, sino responder a la eterna pregunta de la morada humana. Sus
respuestas son al mismo tiempo clásicas y audaces: una nueva fuerza
geográfica para una nueva sociedad. (Rolf Fehlbaum, miembro del
jurado del Premio Pritzker)
El objetivo del Premio Pritzker de Arquitectura es galardonar anualmente
y en vida a un arquitecto cuyo trabajo demuestre una combinación
de cualidades como talento, visión y compromiso, y que haya efectuado
un aporte constante y significativo a la humanidad y al entorno edificado
a través del arte de la arquitectura.
El distinguido jurado que seleccionó a Mendes
da Rocha como el ganador del Premio 2006 está integrado
por su presidente, Lord Palumbo, el internacionalmente
conocido mecenas arquitectónico de Londres,
presidente del consejo directivo de la Serpentine Gallery,
ex presidente del Consejo de Arte de Gran Bretaña,
ex presidente de la Fundación Tate Gallery,
y ex presidente del consejo directivo del Archivo Mies
van der Rohe del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Y en orden alfabético: Balkrishna Vithaldas Doshi, arquitecto,
planificador y profesor de arquitectura de Ahmedabad, India; Rolf Fehlbaum,
presidente del directorio de Vitra, en Basilea, Suiza; Frank O. Gehry,
arquitecto de Los Ángeles, California, y ganador del Premio Pritzker
en 1989; Carlos Jiménez, profesor, Facultad de Arquitectura de
la Universidad Rice, miembro principal de la firma Carlos Jiménez
Studio de Houston, Texas; Victoria Newhouse, historiadora arquitectónica
y autora, fundadora y directora de la Fundación de Historia Arquitectónica
de Nueva York; y Karen Stein, jefa de redacción de Phaidon Press
en Nueva York.
La ceremonia de entrega del premio se traslada año a año
a diferentes ciudades de todo el mundo, rindiendo homenaje a la arquitectura
contemporánea e histórica. El año pasado la misma
tuvo lugar en Chicago en el Jay Pritzker Pavilion, diseñado por
Frank Gehry, en el Millennium Park. El año anterior se había
celebrado en el Museo Estatal Hermitage de San Petersburgo, Rusia. En
los años previos las ceremonias habían tenido lugar en
la Real Academia de Artes de San Fernando, Madrid, España; el
Campidoglio de Miguel Ángel en Roma, Italia; en Monticello, de
Thomas Jefferson en Charlottesville, Virginia; así como en el
Parque Arqueológico de Jerusalén.
La lista de lugares continúa e incluye no sólo a una enorme
cantidad de los grandes museos de los Estados Unidos, sino también
a muchos otros países como Francia, Inglaterra, República
Checa, Alemania, Italia, México y Japón.
"Este año, al trasladarnos a Estambul, esperamos aumentar la conciencia
por la arquitectura en un país que históricamente ha sido considerado
el punto de encuentro de las culturas oriental y occidental por muchos siglos",
explicó el presidente de la Fundación Hyatt, Thomas Pritzker.
El difunto Philip Johnson fue el primer ganador del premio Pritzker en
1979. En 1980 el galardón le correspondió al desaparecido
Luis Barragán de México. El difunto James Stirling de Gran
Bretaña se hizo acreedor al lauro en 1981, Kevin Roche en 1982,
Ieoh Ming Pei en 1983, y Richard Meier en 1984.
Hans Hollein de Austria fue el ganador del año 1985. Gottfried
Böhm de Alemania recibió el premio en 1986. El difunto Kenzo
Tange fue el primer arquitecto japonés en recibir el lauro en
1987, Fumihiko Maki fue el segundo ganador nipón en 1993 y Tadao
Ando el tercero en 1995. Robert Venturi se hizo acreedor al premio en
1991, y Alvaro Siza de Portugal en 1992.
Christian de Portzamparc de Francia fue escogido ganador del Premio Pritzker
en 1994. El desaparecido Gordon Bunshaft de los Estados Unidos y Oscar
Niemeyer de Brasil fueron los ganadores de 1988. Frank Gehry recibió el
lauro en 1989, y en 1990 el galardón le correspondió al
difunto Aldo Rossi de Italia.
En el año 1996 Rafael Moneo de España recibió la
distinción, en 1997 fue Sverre Fehn de Noruega, en 1998 Renzo
Piano de Italia, en 1999 Sir Norman Foster de Reino Unido, y en 2000,
Rem Koolhaas de Holanda. En 2001 el premio le correspondió a dos
arquitectos de Suiza: Jacques Herzog y Pierre de Meuron. El australiano
Glenn Murcutt obtuvo el galardón en 2002. Jørn Utzon de
Dinamarca lo recibió en 2003, Zaha Hadid de Reino Unido en 2004
y Thom Mayne de los Estados Unidos en 2005.
El campo de la arquitectura fue elegido por la familia Pritzker debido
al gran interés que poseen en la construcción debido a
su participación en el desarrollo de los Hoteles Hyatt de todo
el mundo, y también porque la arquitectura fue una disciplina
que no se incluyó en las categorías del Premio Nobel.
Los procedimientos fueron diseñados a imagen y semejanza de los
Nobel, y la selección final queda a cargo de un jurado internacional
que lleva a cabo sus deliberaciones y su votación en secreto.
Las postulaciones se suceden de un año a otro, y son cientos los
candidatos provenientes de países de todo el mundo que se consideran
cada año.
La medalla de bronce que se entrega a cada uno de los ganadores del Premio
Pritzker de Arquitectura se basa en los diseños de Louis Sullivan,
afamado arquitecto de Chicago, generalmente reconocido como el padre
del rascacielos.
De un lado se encuentra el nombre del premio. Del reverso figura una
inscripción con tres palabras: "irmeza, utilidad y belleza".
Son las tres condiciones que mencionó Henry Wotton en su tratado
de 1624, "Los elementos de la Arquitectura". El mismo fue una
traducción de los pensamientos expuestos hace casi 2000 años
por Marcus Vitruvius en sus Diez Libros de Arquitectura, dedicados al
Emperador romano Augusto. Wotton, quien realizó la traducción
cuando se desempeñó como el primer embajador de Inglaterra
ante Venecia, utilizó la cita completa como reza a continuación: "El
fin es construir bien. La buena construcción tiene tres condiciones:
utilidad, firmeza y belleza".
Estambul será el escenario para la
ceremonia de premiación del Pritzker de Arquitectura
2006. El Palacio Dolmabahçe, uno
de los edificios más fascinantes y característicos
de Estambul, será el lugar donde se celebrará la
ceremonia de entrega del Premio Pritzker de Arquitectura
2006 a Paulo Mendes da Rocha el martes 30 de mayo.
El palacio fue construido por el sultán Abdul Mecit para sustituir
al Palacio Topkapi, que había sido la residencia imperial del
Imperio Otomano por alrededor de cuatrocientos años. Los
arquitectos de Dolmabahçe eran un equipo integrado por padre e
hijo y provenientes de Armenia, llamados Karabet y Nikogos Balyan, quienes
habían adquirido renombre por varias de sus opulentas creaciones
a lo largo del estrecho de Bósforo.
La sala de ceremonias de Dolmabahçe, donde se efectuará la
entrega de premios, ostenta una araña de cuatro toneladas que,
según cuenta la tradición, fue un obsequio de la Reina
Victoria. El palacio también posee una escalera realizada en cristal
de Baccarat y bronce.
El premio internacional, que se entrega anualmente y en vida a un arquitecto
por los logros a lo largo de su carrera, fue creado por la familia Pritzker
de Chicago a través de su fundación Hyatt en 1979. Las
ceremonias de presentación, que a menudo se conocen como "el
Nobel de la arquitectura" y "la máxima distinción
de la profesión", se trasladan por todo el mundo año
a año, rindiendo homenaje a la arquitectura de otras épocas
y a los trabajos de los anteriores ganadores del premio. Debido a que
los lugares para la celebración de la ceremonia generalmente se
escogen anualmente y antes de que se seleccione a la persona galardonada,
no hay necesariamente un vínculo entre ambos.
Pese a que es la primera vez que la ceremonia se realiza en Turquía,
el premio ha sido otorgado en nueve países de Europa, y una vez
en Medio Oriente, Jerusalén. Japón y México también
han sido los sitios escogidos para celebrar la ceremonia, que ha tenido
lugar quince veces en los Estados Unidos. En el año 2000 la exhibición
itinerante de los arquitectos galardonados con el Premio Pritzker y su
obra viajó al Centro Cultural de Estambul, como parte de un tour
internacional de 15 años de la exhibición.
"Turquía, previamente conocida como Anatolia y Asia Menor, ha sido
testigo del ascenso y la caída de muchas de las grandes civilizaciones
del mundo -hitita, persa, lidia, griega, romana, bizantina, otomana- dotando
así a la nación de un gran patrimonio artístico y arquitectónico.
La yuxtaposición de tantas de estas influencias hace de Estambul un lugar
especialmente apropiado como escenario para la ceremonia", explicó Thomas
J. Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt.
"Hay tantos hechos del pasado que tuvieron su paso por Constantinopla, el
antiguo nombre de Estambul, que no resulta sorprendente que la ciudad se considere
un punto de encuentro no sólo para las culturas oriental y occidental,
sino para la historia en sí misma. Nuestro premio de arquitectura tiene
la intención de ser un modelo que inspire a la excelencia de todas las
culturas, tal como ha quedado demostrado por la diversidad de candidatos que
ha escogido el jurado en el correr de los años. Al visitar Estambul esperamos
exponer el premio y su mensaje inspirador ante otro auditorio más".
Algunos de las anteriores ceremonias incluyeron los que se dieron cita
en San Petersburgo, Rusia, en el Museo Estatal Hermitage, oportunidad
en que el gran museo y monumento arquitectónico que abarca varias épocas
y estilos fue el lugar escogido para la presentación de la primera
arquitecta mujer que recibió el premio, Zaha Hadid, quien nació en
Irak y ahora reside en Reino Unido.
"La increíble fusión de culturas que se dio tan sólo
en ese año es impresionante", agregó Pritzker, "pero
además de los aspectos culturales, la lista de ceremonias se convierte
en un gran tour virtual internacional de la arquitectura. Los edificios diseñados
por los ganadores del Premio Pritzker, tales como el Edificio Este de la National
Gallery of Art, obra de I.M. Pei, o el Centro Getty, de Richard Meier, en Los Ángeles,
han sido los lugares escogidos para la entrega del premio. Hemos estado dos veces
en sitios diseñados por Frank Gehry- una vez en Bilbao, España,
en su Museo Guggenheim, y el año pasado en nuestra ciudad natal de Chicago
en el Parque Millennium, en el Jay Pritzker Pavilion, bautizado en honor a mi
padre, quien fundó el premio con mi madre, Cindy2, explicó.
Se celebraron ceremonias en Italia dos veces, la primera en 1990 en el
Palazzo Grassi de Venecia, cuando el difunto Aldo Rossi recibió el
premio. La segunda vez fue en 2002 cuando Glen Murcutt recibió el
galardón en la Plaza Campidoglio de Miguel Ángel en Roma.
En algunas instancias se han escogido sitios de interés histórico
para la celebración de la ceremonia, tal es el caso del Palacio
de Versalles y el Grand Trianon en Francia, el Templo budista Todai-ji
en Japón, y el castillo de Praga en la República Checa.
Algunos de los más hermosos museos han sido el sitio escogido
para celebrar el evento, además del ya mencionado Palazzo Grassi:
el Instituto de Artes de Chicago (se
utilizó la sala de transacciones bursátiles de la Bolsa
de Valores de Chicago diseñada por Louis Sullivan y su socio,
Dankmar Adler, que fue preservada cuando se derribó el edificio
de la Bolsa de Valores en 1972. Dicha sala de transacciones fue luego
reconstruida en la nueva ala del museo en 1977).
El Museo Metropolitano de Nueva York fue el escenario en 1982, y se utilizó el
pabellón diseñado por el laureado Kevin Roche para el Templo
de Dendur. En homenaje al desaparecido Louis Kahn, la ceremonia tuvo
lugar en el Museo de Arte Kimbell de Fort Worth en 1987. La Biblioteca
Huntington, las colecciones de arte y los Jardines Botánicos de
California fueron el lugar escogido en 1985.
El vigésimo aniversario del premio se celebró en la Casa
Blanca dado que, en cierta forma, las raíces del Premio Pritzker
se remontan a Washington, donde tuvieron lugar las primeras dos ceremonias.
La primera se celebró en Dumbarton Oaks, donde otro de los ganadores
del Premio Pritzker había diseñado uno de los principales
agregados a la propiedad original (concretamente, el primer galardonado,
Philip Johnson). Otros dos lugares de Washington, el National Building
Museum y la ya mencionada National Gallery of Art fueron los escenarios
escogidos para la ceremonia de premiación.
En 2003 los Reyes de España presidieron la ceremonia en la Real
Academia de Artes de San Fernando en Madrid, cuando el arquitecto danés
Jørn Utzon fue el destinatario del lauro. En el año 2000
el Parque Arqueológico de Jerusalén, en la calle de Herodes,
al pie del Monte del Templo, fue el más antiguo de los escenarios.
Hace apenas dos años, la ceremonia tuvo lugar en Monticello, la
residencia diseñada por Thomas Jefferson, quien no sólo
fue un arquitecto, sino el tercer presidente de los Estados Unidos y
también autor de la Declaración de Independencia.
La ceremonia en sí misma es relativamente corta, y consta de una
serie de saludos de bienvenida, generalmente a cargo de un dignatario
del país anfitrión, los comentarios del presidente del
jurado, Lord Palumbo del Reino Unido, la presentación del premio
a cargo de Thomas Pritzker, y un discurso de aceptación de parte
de quien recibe el premio.
Uno de los primeros integrantes del jurado del Premio Pritzker, el difunto
Lord Clark de Saltwood, también conocido como el historiador Kenneth
Clark, y quizás mejor conocido por sus series televisivas y su
libro, Civilización, comentó una vez durante las ceremonias: "En
nuestra imaginación puede existir un gran episodio histórico
casi totalmente desde la óptica de la arquitectura. Muy pocos
han leído los textos de las primeras manifestaciones literarias
egipcias. Y sin embargo sentimos que conocemos a esos pueblos infinitamente
remotos casi tan bien como nuestros ancestros inmediatos, principalmente
gracias a sus esculturas y a su arquitectura".
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